Economía & Región. Revista de la Facultad de Economía y Negocios Universidad Tecnológica de Bolívar. Vol. 8 No. 1 junio de 2014 ISSN - PDF Descargar libre (2024)

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1 Economía & Región Revista de la Facultad de Economía y Negocios Universidad Tecnológica de Bolívar Vol. 8 No. 1 junio de 2014 ISSN

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3 Economía & Región Volumen 8 No. 1 Junio de 2014 Cartagena de Indias, Colombia

4 Economía & Región Editada por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Tecnológica de Bolívar Decano: Daniel Toro González COMITÉ CIENTÍFICO Juan David Barón Banco Mundial Alfredo García Morales Universidad de Virginia Ana María Ibáñez Universidad de los Andes Jaime Bonet Banco de la República Luis Armando Galvis Banco de la República Jairo Parada Corrales Universidad del Norte COMITÉ EDITORIAL Daniel Toro González Karina Acosta Ordóñez William Arellano Cartagena Andrés Sánchez Jabba Director: Haroldo Calvo Stevenson Asistente editorial: Roberto Fortich Mesa Diagramación electrónica: Samanda Sabogal Roa Impresión: Javegraf Universidad Tecnológica de Bolívar Manga, Calle del Bouquet, Cra. 21 No Fax: (5) Teléfonos: (5) / Ext: 454 Cartagena (Colombia) Revista listada en: Dotec-Colombia: Documentos de Trabajo en Economía de Colombia ebsco Publishing EconLit: American Economic Association Online Bibliography of Economic Research Gale, Cengage Learning: Base de datos Informe Académico Latindex: Sistema Regional de Información en línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal publindex: Índice Bibliográfico Nacional de Publicaciones de Colciencias (Categoría b) Repec: Research Papers in Economics Economía & Región está disponible en el siguiente link: Los conceptos y opiniones expresadas en los textos publicados en Economía & Región son responsabilidad de sus autores y no comprometen a la Universidad Tecnológica de Bolívar o a sus directivos.

5 CONTENIDO DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO Participación femenina en el mercado laboral de Cartagena, WILLIAM R. BACA-MEJÍA AND JAIRO J. PARADA Globalization, Territory and Institutions: The Case of Barranquilla, Colombia, Nayibe padilla villa Una propuesta de presupuesto participativo en el municipio de Sincelejo MARÍA AGUILERA DÍAZ La economía de los Montes de María SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NÚÑEZ La producción agrícola en el departamento de Córdoba, ENRIQUE JAVIER BURBANO Geografía económica de la región del Bajo Putumayo

6 CONTENIDO DOCUMENTO NETTY HUERTAS CARDOZO, FRANCISCO PANESSO CARRERAS Y LUIS ENRIQUE GARCÉS PEDROZO Adaptación al cambio climático en el municipio de Margarita, Bolívar RESEÑAS José Vicente Mogollón Vélez, El Canal del Dique: Historia de un desastre ambiental MANUEL RODRÍGUEZ BECERRA Aarón Espinosa Espinosa y Jorge Alvis Arrieta (compiladores), Pobreza rural y desarrollo humano en Cartagena de Indias y pobreza rural y desarrollo humano en Santa Catalina, Bolívar GERSON JAVIER PÉREZ VALBUENA Rodolfo Segovia, 105 días: El sitio de Pablo Morillo a Cartagena de Indias ADELAIDA SOURDIS NÁJERA Laura Cepeda Emiliani (editora), La economía de Barranquilla a comienzos del siglo xxi AARÓN ESPINOSA ESPINOSA INSTRUCTIVO PARA LOS AUTORES GUIDELINES FOR AUTHORS

7 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, DEWIN PÉREZ FUENTES NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA GRACE ANGULO PICO * RESUMEN Se comparan las tasas de participación laboral femenina y masculina en Cartagena entre 2008 y El análisis se realiza por sexo, edad, nivel educativo, estado civil y estrato socioeconómico, utilizando los segundos trimestres de la geih del dane. Luego se emplea un modelo de participación laboral Probit para estimar la probabilidad de que una mujer participe en el mercado de trabajo de Cartagena. Como variables independientes se emplea un conjunto de condicionantes estándar. Los resultados indican que existe una brecha de participación laboral equivalente a 20%, en promedio, a favor de los hombres, siendo la educación un determinante fundamental. Palabras clave: Participación laboral de la mujer, brechas de género, modelos probabilísticos de participación. Clasificaciones jel: J01, J16, J71, C25. * Dewin Pérez es Jefe del Departamento de Investigaciones Económicas y Sociales de la Facultad de Ciencias Económicas y Director del Observatorio del Mercado Laboral de Cartagena y Bolívar (oml), de la Universidad de Cartagena. Nallydis Hernández es Investigadora del Observatorio del Mercado Laboral de Cartagena y Bolívar (oml). Grace Angulo es Auxiliar de Investigación del Departamento de Investigaciones Económicas y Sociales de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Cartagena. Este documento hace parte de un estudio más amplio denominado «Participación de la mujer en el mercado laboral de la ciudad de Cartagena», liderado por el oml. Correos electrónicos: dewinperez@yahoo.es; n.estados@gmail.com, y gangulop@unicartagena.edu. co. Fecha de recepción: febrero 13 de 2014; fecha de aceptación: abril 25 de Economía & Región, Vol. 7, No. 2, (Cartagena, diciembre 2013), pp

8 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO ABSTRACT The Participation of Women in the Labor Market in Cartagena, Colombia, We compare labor participation rates for men and women in Cartagena between 2008 and We examine participation rates by sex, age, education, marital status and socioeconomic level with data from the Colombian National Statistical Bureau (dane). Then, using a Probit model of labor force participation, we estimate the probability that a woman participates in the Cartagena labor market. As independent variables we use several standard set of explanatory factors. We find that men, on average, had a participation rate 20% higher than women and that education is a key explanatory variable. Key words: Labor force participation of women, gender gaps, probabilistic models of participation. jel Classifications: J01, J16, J71, C25. I. INTRODUCCIÓN Tradicionalmente a las mujeres se les ha discriminado en Colombia. Se han visto limitadas por las condiciones que tienen al nacer, tal como señala el Centro de Memoria Histórica (Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, 2011): «En semejante orden, la vida se vivía como un destino y no como una trayectoria por construir, y el lugar que se ocupaba al nacer sólo excepcionalmente era susceptible de ser transformado». Por las tradiciones culturales locales, las responsabilidades de las tareas domésticas y de cuidado en sus hogares recaían sobre las mujeres, mientras que los hombres se encargaban de proveer bienes y brindar estabilidad económica a la familia. Fruto de esta división de tareas al interior del hogar se originó una dependencia económica femenina. En años recientes, sin embargo, aunque siguen presentes rastros de la cultura patriarcal, la situación de la mujer en algunos 6

9 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, aspectos ha experimentado cambios importantes. Por ejemplo, las mujeres han aumentado su participación en el sistema educativo, específicamente en carreras técnicas, a las que antes tenían limitadas posibilidades de acceder debido a las convenciones sociales vigentes (Ministerio de Educación, 2013). Según el Banco Mundial (2012), las mujeres han representado un papel preponderante en el avance económico de América Latina y el Caribe, por ejemplo, con su creciente participación en la fuerza laboral que ha ayudado a reducir la pobreza en la región, sobre todo en épocas de crisis. No obstante, según Louise Cord, experta del Banco Mundial, «A pesar de tener educación superior, a pesar de que el reconocimiento de la experiencia declina más rápidamente para los hombres que para las mujeres, en la región se observa una persistente brecha de ingresos entre las profesionales y sus pares masculinos.» (Banco Mundial, 2012) En Cartagena, entre 2008 y 2011 no hubo diferencias significativas entre el tipo de carreras que eligieron hombres y mujeres (Ministerio de Educación, 2013). Más aún, en indicadores de cobertura y número de años promedio de educación, las mujeres llevan la delantera respecto a los hombres en los niveles universitarios y de posgrado (especialización), lo que resalta los avances que han tenido las cartageneras en el ámbito educativo. Sin embargo, en el mercado de trabajo local parece que no se reflejaron con la misma dinámica los avances educativos alcanzados por las mujeres, dado que persisten brechas a favor de los hombres en los principales indicadores laborales. Además, las mujeres encuentran pocas oportunidades al ingresar al mercado laboral, quedando desempleadas o vinculándose a la dinámica productiva en actividades informales que les reportan ingresos menores (aunque la informalidad tal vez es útil para las mujeres porque les permite trabajar en casa). Dado que las condiciones laborales han sido desfavorables para las mujeres, en Colombia, y específicamente en Cartagena, se definió de una política pública de género, que se materializa en el ámbito nacional con un conjunto de normas adoptadas desde la década de En Cartagena se cuenta con la política pública de mujeres para la equidad de género, llamada «Cartageneras en Pleno Goce de Nuestros Derechos». Estos avances en políticas dirigidas a la búsqueda de la equidad de género son el resultado de la organización y el empoderamiento para lograr la igualdad de 7

10 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO oportunidades y la no vulneración de los derechos de las mujeres. En Cartagena esta tendencia se refleja en la existencia de organizaciones sociales que buscan priorizar la equidad de género en la política pública distrital. 1 Sin embargo, en términos de ejecución de la política los resultados han sido pocos y las brechas de género persisten. En la siguiente sección se hace un breve comentario a la literatura sobre participación femenina en el mercado laboral. En la tercera sección se explica la metodología empleada en este trabajo. En la cuarta se examinan las principales variables que definen el mercado laboral de las mujeres cartageneras en perspectiva comparada con los mismos indicadores para los hombres. Seguidamente, se hace un análisis inferencial de la participación femenina en el mercado laboral de Cartagena, empleando modelos probabilísticos tipo Probit. Por último, se presentan algunas conclusiones. II. REVISIÓN DE LITERATURA En la revisión de los antecedentes se encuentran investigaciones que abordan la participación de la mujer en el mercado de trabajo, medida a partir de la influencia que ejercen variables como el salario de mercado y el salario de reserva (Ferrada y Zarsoza, 2010). Por otra parte, se reconocen algunos factores que reducen la participación de las mujeres en el mercado de trabajo, tales como los contratos temporales y a tiempo parcial (usados más por las mujeres al parecer ante la necesidad de hacer tareas domésticas y cuidar de personas dependientes); el estado civil; la presencia de hijos; la desigualdad salarial entre hombres y mujeres (como consecuencia de la mayor dedicación que tienen las mujeres en labores no remuneradas o del hogar); y las características personales, familiares y condicionantes laborales del marido, como renta del trabajo del cónyuge y grado de satisfacción económica (De Pablos, 2004; Contreras y Plaza, 2007). 1 Algunas de estas organizaciones son: Asociación Mis Esfuerzos, Comité del Auto 092, Movimiento Social de Mujeres de Cartagena y Bolívar, asoagrobol, Fundación Restaurar, funsarep, Alianza Regional de Mujeres y Calidad de Vida, Ruta Pacífica de las Mujeres, Fundación Paso Firme, Red de Empoderamiento, Asociación de Mujeres Cabeza de Familia del Consejo Departamental de Mujeres. 8

11 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, En Colombia existen trabajos que explican la participación de la mujer en el mercado laboral y examinan diferentes características del entorno familiar, tales como tener hijos, la estructura del hogar y la fecundidad. Entre estos, Alvis et. al. (2010) identifican los determinantes de las diferencias en las tasas de par ticipación laboral de las mujeres con y sin hijos. Encuentran que, tanto en la Costa Caribe como en el país, las variables que explican tales diferencias son la escolaridad, el estado civil y, en menor medida, la riqueza. A su vez, Alvear (2011) establece la relación entre participación de la mujer en el mercado de trabajo, estructura del hogar y decisiones de fecundidad. Encuentra que la mayor disponibilidad de una persona para el cuidado de los hijos en edad preescolar incrementa la probabilidad de la mujer de tener una mayor participación en el mercado laboral. III. METODOLOGÍA Para estudiar la participación de las mujeres en el mercado laboral de Cartagena entre 2008 y 2013, en este trabajo se emplearon datos sobre la evolución y el estado actual de las principales variables laborales femeninas, siempre en comparación con los resultados de la población masculina. Asimismo, las tendencias de la ciudad se compararon con el comportamiento nacional para identificar si las mujeres cartageneras tenían más desventajas en el mercado laboral local que las mujeres colombianas en el mercado laboral nacional. La principal fuente de información fue la base de datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (geih) del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (dane). Para evitar efectos de estacionalidad de las épocas de principio y fin de año, la evaluación se hizo tomando como referencia los segundos trimestres de cada año durante el período Para verificar y contrastar estadísticamente las relaciones halladas en el análisis descriptivo de la participación laboral de las mujeres en Cartagena, se estimó un modelo Probit, mediante el cual se determinó la probabilidad de participación de las mujeres en el mercado de trabajo local, teniendo en cuenta una serie de condicionantes económicos y sociales. Sin embargo, como, debido a la disponibilidad de datos, los modelos econométricos se refieren a períodos anuales, el análisis solo se realizó hasta

12 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO A. La teoría Los estudios de participación laboral están fundamentados microeconómicamente en la maximización de una función de utilidad cuasi cóncava que representa la disyuntiva de los individuos entre ocio (horas dedicadas a actividades diferentes al trabajo) y consumo (horas dedicadas a laborar), sujetos a restricciones de ingreso y tiempo, y teniendo en cuenta el salario potencial del mercado W i y su salario de reserva W i* (Marcillo y Zambrano, 2010). La verificación empírica de este modelo se hace con esquemas de elección binaria (i.e. modelo de Probabilidad lineal, modelo Logit o modelo Probit). En esta investigación se optó por el modelo Probit, pues, siguiendo a Gronau (citado en Aldana y Arango, 2008), el salario de mercado y el de reserva se modelan con la misma media y varianza, generando un modelo Probit con distribución normal estándar (Ecuación 1). En el Cuadro 1 se muestran los diferentes métodos y variables usadas por distintos autores para modelar la participación laboral femenina. Pr Yi = β 1 + β 2 e β 3 ec + β 4 ed β 5 s+ β 6 m β 7 ch β 8 sl β 9 r + β 10 u+ β 11 w (1) B. Procedimiento de estimación Los modelos probabilísticos tienen como variable dependiente una dummy, Y i, que toma dos valores: 1 si el individuo participa y 0 si no participa en la Población Económicamente Activa (pea). Los modelos Probit tienen en cuenta la probabilidad ex-ante de la variable dependiente; es decir, las decisiones de los agentes están * basadas en la comparación de la variable no observada ( W i W i ), que está dada por la diferencia entre el salario esperado en el mercado W i y el salario de reserva * ( W i ) (Castellar y Uribe, 2006). Para el caso de la participación laboral, la variable se define así: Y i =1Si W i W i * Participa (2) 10

13 CUADRO 1 Modelos de participación laboral revisados Autor(es) Año Variables Tipo de modelo País López 2001 Tasa de desempleo, ingresos Probit Colombia Santamaría y Rojas 2001 Tasa de desempleo, ingresos Probit Colombia Tenjo y Ribero 1998 Tasa de desempleo, ingresos, jefatura del hogar, edad, edad al cuadrado, educación, niños menores de 6 años, personas con discapacidad Probit Colombia Jefatura del hogar, edad, edad al cuadrado, Arango y 2003 educación, niños menores de 6 años, personas Posada con discapacidad, riqueza y estado civil Probit Colombia Jefatura del hogar, edad, edad al cuadrado, Mora 2008 educación, niños menores de 6 años, personas Probit Colombia con discapacidad Ribero y Meza 1997 Jefatura del hogar, edad, edad al cuadrado, educación, niños menores de 6 años, personas Probit Colombia con discapacidad Charry 2003 Mujer no jefe de hogar, educación, edad, tasa de desempleo, riqueza y niños menores de 6 años Probit Colombia Cruz 2008 pib per cápita por ciudad Probit Colombia Arango y Posada Castro, García, y Badillo Alvis et al Mizala, Romaguera, y Henríquez Guzmán, Mauro, y Araújo Castellar y Uribe Aldana y Arango Marcillo y Zambrano Benvin y Perticara 1999 Niños menores de 3 años, otros miembros en el hogar desempleados, educación Edad de la mujer casada, edad al cuadrado de la mujer casada, edad del esposo, edad al cuadrado del esposo. Educación de la mujer casada, educación del esposo, número de desempleados del hogar Edad, edad al cuadrado, años de educación, ingresos no laborales(arriendos y pensiones), estado laboral de la pareja. Número de desempleados del hogar, Riqueza del hogar (vivienda propia, estrato 5 o 6), sin incluir los ingresos de la mujer analizada Hijos de 0 a 15 años, hijas mujeres entre 19 y 24 años Biprobit Probit Pseudopanel Descomposición de Yun Probit Colombia Colombia Colombia Chile 1997 Mujeres jóvenes y de mayor edad Probit Chile Fuente: Elaboración propia Variables microeconómicas con componentes macroeconómicos comunes a todos los individuos Educación, edad, desempleados del hogar, menores de 6 años, personas con discapacidad en el hogar, estado civil, estrato Género, jefe de hogar, educación, experiencia, estrato social y los ingresos del cónyuge Edad, escolaridad, estructura familiar, variables de ingreso ( no laboral o por subsidio), propiedad de la vivienda, número de hijos. Dos variables dummies para identificar si existen niños entre 0 y 1 año y entre 1 y 2 años mpl, Probit y Logit Probit Logit Probit Descomposición de Yun Colombia Colombia Colombia Chile

14 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO Y i =0 Si W i W i * No Participa (3) De forma general el modelo Probit se expresa de la siguiente manera: 2 x α +βx 1 Y i = (2π ) e 2 d 1/2 s + e i (4) De forma más operativa, se expresa así: Donde, Pr(Y i =1 / X)=Pr(Y i 0)=F(Xβ ) : (5) Pr(Y i =1 / X) : Probabilidad de participar en el mercado laboral X: Matriz de variables consideradas β Vector que contiene los parámetros a estimar La estimación econométrica se realizó por el método de máxima verosimilitud (mv) y errores estándares robustos para garantizar la superación de los potenciales problemas de heterocedasticidad. Los modelos probabilísticos implican un proceso iterativo de estimación que muestra los parámetros estimados sucesivamente. Se usaron los datos anuales de la geih entre 2008 y 2012, reescalando los factores de expansión. Se consideró la prueba de significancia global de Wald, equivalente a la prueba F global en los modelos de regresión lineal. Además, se tuvo en cuenta la probabilidad (valor p) del estadístico Z para validar la significancia individual de las variables explicativas al nivel del 95%, y se usó la medida de ajuste escalar Criterio de Información Bayesiano (bic, por sus siglas en inglés), para seleccionar las variables que aportan significancia al modelo, a fin de obtener una estimación final a partir de evaluaciones sucesivas de las variables. La diferencia en el bic de dos modelos distintos indica cuál de los dos es el más correcto. Además, cuanto más negativo es el bic, mejor es el ajuste. Teniendo en cuenta estas consideraciones, se estimó la decisión de participar o no en el mercado laboral por parte de las mujeres de Cartagena entre 2008 y 2012, de acuerdo a un vector de variables individuales y del núcleo familiar. 12

15 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, La variable dependiente fue la probabilidad de participación de las mujeres en el mercado Pr Yi, donde es la probabilidad de participación laboral femenina. ( ) C. Definición de las variables Siguiendo a Alvis et. al. (2010), en los Cuadros 2 y 3 se presentan dos tipos de características individuales de las mujeres que influyen en su decisión de participar en el mercado laboral. CUADRO 2 Definición de variables estándar de participación laboral Variable Indicador en geih Tipo de variable Indicador operacional Signo esperado Codificación Edad Años cumplidos Discreta Años + e Edad al cuadrado Años de educación Años cumplidos al cuadrado Número de años aprobados en el nivel educativo más alto alcanzado Estado civil Estado civil actual Dummy Posición en el hogar Niños menores de 6 años Parentesco con jefe de hogar Años cumplidos de los niños Fuente: Elaboración propia Continua Años ec Discreta Años + ed 0: soltera, divorciada, viuda 1: casada o unión libre +/ s Dummy 0: no jefe + m Discreta 1: jefe Número de niños menores de 6 años ch 13

16 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO CUADRO 3 Definición de las variables de sustento económico adicional 2 Variable Indicador en geih Tipo de variable Indicador operacional Signo esperado Codificación Estado laboral de la pareja Si pertenece a la pei o pea (Ocupados, desocupados) Dummy 1: desocupado, inactivo 0: ocupado sl Ingresos de la pareja Ingresos por concepto de trabajo Continua En pesos m/cte r Desempleados del hogar Número de desempleados del hogar Discreta Número de desempleados del hogar + u Riqueza del hogar* Vivienda arrendada, subarrendada o en usufructo y estrato 1,2,3 o 4 Dummy 0: si la vivienda es propia y pertenece al estrato 5 y 6 1: en otro caso** + w Notas: *Vivienda no «rica» en este caso, arrendada, subarrendada o en usufructo y estrato 1, 2, 3 o 4 ** Autores como Alvis et al. (2010) soportan esta afirmación. Fuente: Elaboración propia D. Las variables explicativas Por un lado, se espera que la participación laboral femenina aumente con la edad. Según Alvear (2011, p. 34), con la edad se podría capturar una medida aproximada del salario potencial de las personas. Las mujeres con mayor salario potencial tienen una mayor probabilidad de participar en el mercado (Alvear, 2011, p. 36). Por otro lado, con el signo negativo de la edad al cuadrado se espera corroborar 2 Estas variables toman en cuenta el hogar como la unidad que toma las decisiones en materia de oferta laboral, por tanto la alternativa por la que se optó en esta investigación, fue estimar un modelo de participación laboral, teniendo en cuenta, además de las variables individuales, la interdependencia del núcleo familiar (Santamaría y Rojas, 2001). 14

17 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, la teoría del ciclo vital, según la cual cuando se es joven la probabilidad de participar aumenta con la edad y, a mayor edad, la probabilidad de participar disminuye (Ribero y Meza, 1997). Según Alvear (2011, p. 36), las mujeres que tienen un mayor nivel educativo tienen mayor probabilidad de participar en el mercado laboral. Por su parte, Cruz (citado por Castro, García, y Badillo, 2011), concluye que las mujeres con altos niveles educativos que viven en ciudades con mayor Producto Interno Bruto per cápita presentan altas tasas de participación laboral. A pesar de que se espera que el compromiso en el estado civil casado o unión libre aumente la participación laboral de las mujeres, puede tener el sentido contrario. En muchos casos, la probabilidad de que una mujer participe en el mercado laboral disminuye si se encuentra en unión libre o casada, y aumenta si es sol tera o separada (Ribero y Meza 1997, p. 18). La jefatura del hogar en cabeza de las mujeres es una variable de la que se espera significancia y efecto positivo sobre la probabilidad de la participar en el mercado de trabajo (Alvear 2011, p. 36). De otra parte, Tenjo y Ribero (1998) argumentan que la presencia de niños menores de 6 años en el hogar disminuye la participación laboral femenina. Según Ribero y Meza (1997), aunque parezca contra intuitivo, se espera que cuan do el cónyuge tiene alguna ocupación se incremente la probabilidad de participación de la mujer. Según Ribero y Meza (p. 19), «por un lado la distribución de poderes al interior de los hogares es más equitativa cuando ambos miembros aportan al sostenimiento del hogar. Por otro, la mayor necesidad de consumo hace que sea necesario que ambos miembros trabajen. Finalmente, el hecho de que el cónyuge trabaje mueve al individuo a trabajar para no sentirse rezagado». Se espera un efecto negativo de los ingresos del cónyuge sobre la participación femenina, siguiendo la hipótesis de sustitución cruzada entre los ingresos del esposo y el tiempo de ocio de las mujeres. La presencia de desempleados en el hogar genera mayor participación laboral de las mujeres. Esto sugiere que, de una u otra manera, las mujeres se convierten en trabajadores secundarios (adicionales). En otras palabras, la tasa de desempleo del hogar tiene un efecto positivo sobre la oferta laboral femenina (Arango y Posada, 2003). 15

18 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO Finalmente la riqueza del hogar es una proxy del salario de reserva de las mujeres. Una reducción de la riqueza del hogar define cuál será su restricción presupuestal, reduce el salario máximo esperado de la mujer y la induce a participar en el mercado de trabajo (Arango y Posada, 2003). Para efectos puntuales de esta in ves tigación, si las mujeres viven en una vivienda en arriendo, subarriendo o usufructo y estratos 1, 2, 3 o 4, se reduce su salario de reserva y, por lo tanto, incrementa su participación laboral. IV. PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES CARTAGENERAS EN EL MERCADO LABORAL A. Participación laboral por sexo en Cartagena Durante los segundos trimestres de cada año del periodo , la Tasa Global de Participación (tgp) ha tenido un comportamiento creciente, aunque se mantiene una brecha de 21 puntos porcentuales en promedio entre sexos (a favor de los hombres). Además, en Cartagena durante el segundo trimestre de 2013, de cada 100 mujeres en edad laboral, 50 participaban en el mercado laboral, mientras que por cada 100 hombres en edad laboral, participaban 70 (Gráfico 1). Durante el segundo trimestre de 2008, la tgp femenina era de 43,1%, comparada con 63,5% de la población masculina. Esta participación crece a un ritmo promedio anual de 2,1% en los hombres frente a 3,1% en las mujeres y, en el segundo trimestre de 2013, se ubicó en una tasa de 50,2% en las mujeres y de 70,2% en los hombres. Estas cifras muestran que, aunque las mujeres cartageneras vienen incorporándose al mercado de trabajo local a un mayor ritmo que los hombres, aún persiste una brecha de 20 puntos porcentuales a favor de los hombresal comparar la participación laboral de las car tageneras con el nivel nacional, se observa que las primeras tienen una participación inferior en cuatro puntos porcentuales. Por lo tanto, en Cartagena ha aumentado el grado de exclusión de la mujer frente a los hombres en relación a las posibilidades de hacer parte del mercado de trabajo. Diferentes factores explican la baja participación laboral de las mujeres. Peña et. al. (2013) argumentan que los papeles tradicionales de hombres y mujeres, la división del trabajo al interior del hogar y la invisibilización del trabajo tradicionalmente femenino hacen que las mujeres tengan una carga de trabajo adicional a 16

19 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, GRÁFICO 1 Cartagena: Tasa global de participación por sexos, segundos trimestres ,5 74,1 74,6 75,4 74,3 71,2 55,1 49,9 51,7 52,1 54,2 46,7 50,22 70,17 48,79 71,12 48,28 69,07 46,79 66,72 46,24 67,71 43,12 63,53 II_2008 II_2009 II_2010 II_2011 II_2012 II_2013 Hombres Colombia Hombres Cartagena Mujeres Colombia Mujeres Cartagena Fuente: Cálculos de los autores con datos de la geih del dane. la del hombre que les dificulta desempeñar una ocupación con mayor libertad. Maurizio (2010) asocia la baja participación a las limitaciones que les imponen las responsabilidades reproductivas y familiares, así como a las condiciones de mercado poco favorables al empleo femenino. Pese a la brecha existente en la participación laboral de hombres y mujeres, en Cartagena la tgp femenina muestra una tendencia creciente que puede ser explicada por el aumento de los niveles educativos femeninos (Tenjo y Ribero, 1998). Por otra parte, Tenjo y Ribero explican el incremento de la tgp femenina por el aumento en la entrada de las esposas inactivas al mercado de trabajo, que está relacionada a su vez con el aumento en la tasa de desempleo de los hombres jefes de hogar. En Cartagena, entre 2008 y 2013, la tgp de los cónyuges se elevó, lo cual contrasta con el incremento de las tasas de desempleo de los hombres jefes de hogar. Al deteriorarse los ingresos del hogar entra a operar el fenómeno del trabajador adicional (Gráfico 2). 17

20 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO GRÁFICO 2 Cartagena: Tasa de desempleo de los jefes de hogar y tasa de participación de las cónyuges, ,0 54,0 52,0 50,0 48,0 46,0 44,0 42,0 3,8 53,9 53,4 3,81 52,9 52,6 3,13 3,5 49,7 2,14 1,91 46,1 II_2008 II_2009 II_2010 II_2011 II_2012 II_2013 4,5 4,0 3,5 3,0 2,5 2,0 1,5 1,0 0,5 0,0 TGP cónyuge mujer TD jefe hombre Fuente: Cálculos de los autores con datos de la geih del dane. B. Participación laboral y edad Por grupos de edad, la participación de hombres y mujeres durante el período estudiado aumenta hasta la cohorte de 35 a 40 años. A partir de allí comienza a decrecer en ambos sexos. Sin embargo, aunque hombres y mujeres experimentan un cambio de comportamiento en esta variable durante el mismo rango de edad, por rangos etarios, la caída en la participación de la mujer es más acelerada. Así, entre las personas menores de 28 años la brecha promedio de participación es de 14 puntos a favor de los hombres, alcanzando los 30 puntos de diferencia a favor de los hombres en el caso de las personas mayores de 47 años (Cuadro 4). C. Participación laboral y educación En Cartagena la participación laboral crece con el nivel educativo tanto en hombres como en mujeres. Así, de cada 100 mujeres en edad laboral sin ningún nivel educativo, aproximadamente 26 participan del mercado laboral de la ciudad; entre las que hicieron secundaria participan 46, entre las técnicas o tecnólogas 75, en el nivel universitario, 82, y en el de posgrado,

21 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, Rangos de edad CUADRO 4 Cartagena: Tasa general de participación por sexo y rangos de edad, segundos trimestres II 2008 II 2009 II 2010 II 2011 II 2012 II 2013 H M H M H M H M H M H M ,60 0,86 2,09 1,45 1,19 0,84 2,48 1,59 2,56 0,65 2,18 1, ,39 22,10 47,04 30,03 44,38 29,44 46,04 30,42 50,48 33,02 54,88 36, ,70 56,02 89,23 63,32 85,77 64,99 87,26 61,71 91,95 66,62 90,22 65, ,77 63,82 94,94 70,62 97,24 68,92 95,27 72,33 96,61 70,37 96,74 74, ,97 69,51 98,39 69,88 95,69 73,15 98,30 73,54 94,67 74,38 98,85 77, ,80 65,16 99,00 67,42 96,00 68,49 97,65 72,94 97,03 70,78 94,93 70, ,89 56,59 88,66 62,33 92,23 56,79 94,74 66,56 95,10 67,85 93,11 62, ,47 47,67 83,74 44,58 81,30 51,44 90,30 55,04 90,05 50,32 83,47 51, ,31 30,93 58,82 32,86 54,45 23,38 71,70 31,71 73,95 35,57 70,88 41,08 65 y más años 25,53 10,09 30,94 9,15 28,24 9,22 30,23 8,25 41,07 13,53 30,84 9,42 Total 63,53 43,12 67,71 46,24 66,72 46,79 69,07 48,28 71,12 48,79 70,17 50,22 Fuente: Cálculos de los autores con datos de la geih del dane. Al comparar con la participación laboral de los hombres, la brecha de género se cierra en la medida en que aumenta el nivel educativo. En promedio, por lo tanto, la participación laboral de los hombres es 16 puntos porcentuales superior a la de las mujeres cuando ambos no tienen ningún nivel educativo, de 28 puntos a favor de los hombres en el nivel de bachillerato, de 9 puntos a nivel universitario, y de 2 puntos porcentuales en el nivel de posgrado. Además, durante los segundos trimestres de los años 2009, 2011 y 2013 se invierte la relación, pues la brecha se da a favor de las mujeres con posgrado (Cuadro 5). D. Participación laboral y estrato socio-económico En Cartagena la participación laboral de las personas crece a medida que aumen ta su estrato socioeconómico. Las tasas de participación laboral más bajas 19

22 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO CUADRO 5 Cartagena: Tasa global de participación por sexo y nivel educativo segundos trimestres Nivel Educativo II 2008 II 2009 II 2010 II 2011 II 2012 II 2013 H M H M H M H M H M H M Ninguno 33,60 19,20 43,20 20,20 42,00 29,30 41,60 23,90 48,20 32,10 40,60 29,30 Bachiller 69,40 40,80 72,70 44,60 70,00 43,40 76,70 47,60 75,40 50,90 77,30 48,40 Técnico o tecnológico Universitario 90,10 72,00 94,10 76,50 85,00 69,50 94,40 80,50 95,10 76,80 89,40 76,90 94,50 83,20 91,30 84,60 92,40 82,80 88,50 81,40 92,00 81,90 89,90 80,80 Posgrado 90,80 88,30 90,40 90,50 93,40 78,10 86,60 93,50 92,70 89,10 83,00 87,20 Fuente: Cálculos de los autores con datos de la geih del dane. se observan en las mujeres de los estratos 1, 2 y 3, con valores que se ubican entre 46% y 47%, en promedio, durante el período de estudio. En los estratos más altos hay mayor participación femenina alcanzando tasas promedio de 52%, 55% y 53%, respectivamente, en los estratos 4, 5 y 6. En los hombres de Cartagena, contrario al caso de las mujeres, la participación decrece con el nivel socioeconómico. Así las participaciones más altas se dan en los estratos más bajos: en los estratos 1, 2 y 3 las tasas de participación promedio son 71%, 68% y 64%, respectivamente. En los más altos niveles socioeconómicos la participación es menor: 62% en el estrato 4 y 58% en el 5. Mientras que en el es trato 1 la brecha es de 26 puntos porcentuales a favor de los hombres, en los estratos 5 y 6 es de 9 y 3 puntos, respectivamente. La relación inversa entre participación laboral y nivel socioeconómico se debe a que el mayor nivel educativo de las mujeres, el mayor nivel de riqueza, y el mejor reparto de cargas y obligaciones al interior del hogar de los estratos más altos hacen posible una mayor participación de la mujer en el mercado de trabajo. El mayor nivel de riqueza permite que la mujer de estratos altos pueda contratar ayuda doméstica, de manera que la barrera que tienen las mujeres de bajos estratos no la tienen las de mayor nivel socioeconómico. En cuanto a la educación, el mayor nivel educativo de las mujeres de alto nivel socioeconómico hace que tengan mejores expectativas en un mercado laboral que cada vez exige mayores niveles de 20

23 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, formación. Por el contrario, la principal motivación de las mujeres de bajo nivel socioeconómico para ingresar al mercado laboral estaría relacionada con las necesidades y carencias del hogar. Por el contrario, en las mujeres de altos estratos son otros factores, como la búsqueda de mayor independencia económica, la educación y la productividad, las principales motivaciones. E. Participación laboral y estado civil Con respecto al estado civil, las mujeres separadas acusan las mayores tasas de participación laboral, con un promedio de 68% durante todo el periodo estudiado. Les siguen las mujeres casadas y las que conviven en unión libre con 52% y 46%, respectivamente. En contraste, las mujeres solteras y las viudas muestran las menores tasas de participación laboral, 34% y 22%, respectivamente. Para los hombres, vivir en unión libre representa tener las mayores tasas globales de participación. En el segundo trimestre de 2013, la tgp de los hombres que convivían en algún tipo de relación marital era 94,8%, mientras que las mujeres que se encontraban en la misma situación tuvieron en promedio una participación de 52,6%. Las mujeres separadas tuvieron una participación de 70,3%; las casadas, de 50,8%. Las mujeres casadas tienen un nivel de participación que es consistente con la costumbre de los hogares cartageneros de relegar las responsabilidades de la manutención de la familia al hombre, aunque luego, al cambiar a una situación de des protección sin el marido, las mujeres asuman las riendas y respondan por los gastos del hogar. Sin embargo, que las mujeres casadas sean la segunda categoría con mayor participación laboral, es signo de la transformación social que se ha dado en la cultura de Cartagena, pues comienzan a compartirse responsabilidades y a tornarse la mujer en un valioso componente de la economía familiar. IV. MODELO DE PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES CARTAGENERAS EN EL MERCADO LABORAL Siguiendo el procedimiento previamente planteado y la formulación de la Ecuación 1 se estimaron modelos probabilísticos de participación laboral femenina en- 21

24 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO tre 2008 y 2012 (Cuadro 4 a 8). A diferencia del modelo de regresión lineal los parámetros en los modelos probabilísticos no pueden ser interpretados como los efectos marginales sobre la variable dependiente. En el modelo Probit, el efecto marginal de un cambio en una variable explicativa depende de las características de las restantes (Alvear, 2011). El principal determinante de la participación laboral de las mujeres en Cartagena durante el período bajo estudio fue el número de desempleados en el hogar. Este resultado coincide con la tesis de Arango y Posada (2003), quienes argumentan que las mujeres se convierten en trabajadores secundarios, incrementando su participación mientras mayor sea el problema del desempleo en sus hogares. En términos del salario de reser va, la existencia de otros desempleados dentro del ho gar, reduce el salario y motiva a las mujeres a salir a participar al mercado de trabajo. En este sentido, el número desempleados del hogar es la variable de mejor desempeño en los modelos estimados y, por tanto, se valida el «efecto del trabajador adicional» que puede estar afectando la Población Económicamente Activa femenina de Cartagena. Para los cinco años estimados, un desempleado adicional en el hogar incrementaba la participación laboral de las mujeres, 19,9%, 16%, 19,2%, 19% y 12,6%. 3 De otra parte, la posición en el hogar también resultó determinante importante de la participación laboral de las mujeres en Cartagena: si las mujeres son jefe de hogar, la participación aumenta 13,3% en 2008, 10,8% en 2009, 19,9% en 2010, 12,1% en 2011 y 6,2% en Respecto a las variables edad y edad al cuadrado, se encuentra una relación lineal y positiva de la primera y negativa en la segunda, constatándose la teoría del ciclo vital (que sigue una curva en forma de U invertida de la edad con respecto a la probabilidad de participación de las mujeres). En este sentido, las mujeres jóvenes en sus primeros años de edad de trabajar, participan activamente en el mercado, llegan a un máximo, y a partir de cierta edad comienza a aparecer una tendencia decreciente en su tasa de participación. Con relación a los años de escolaridad, en promedio, un año adicional representa un incremento en la probabilidad de participación laboral femenina de 2% entre 2008 y A su vez, tal y como se esperaba en teoría, entre mayor sea el número de niños menores de 6 años en edad preescolar, menor es la probabili- 3 Los efectos marginales se calcularon a través del individuo representativo o promedio. 22

25 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, dad de participación de las mujeres en el mercado laboral. La explicación radica en el salario de reserva, porque una mayor cantidad de niños de edad temprana en los hogares de las mujeres eleva el costo de salir al mercado de trabajo. Cuantitativamente, un niño adicional en los hogares, representa una reducción entre 3% y 8% de la participación laboral femenina en la ciudad. En lo que concierne al estado laboral de la pareja, los resultados no son significativos teórica y empíricamente de acuerdo a las hipótesis de trabajo de este documento. Pese a la significancia estadística de los ingresos de la pareja como determinante de la participación femenina en el mercado laboral, su aporte al cambio total de la variable dependiente es pequeño y su signo es negativo. Es decir, a mayores ingresos de la pareja, menor será la disposición de la mujer a participar en el mercado de trabajo. En este estudio, se esperaba que el aporte del ingreso de la pareja a la explicación fuera mayor. Sin embargo, solo se puede concluir participa como consecuencia de la participación activa y la condición de ocupado de su pareja, independientemente de su ingreso. Por último se analiza el efecto de la riqueza del hogar sobre la participación femenina en el mercado de trabajo. Es de anotar que esta variable se construyó de la siguiente manera: con la categoría «1» se denotaron los hogares menos ricos estrato uno a cuatro, y vivienda en arriendo, subarriendo o usufructo y con «0», los hogares más ricos estrato cinco o seis; y vivienda propia, esperando un signo positivo, ya que las mujeres de hogares menos ricos tienen la necesidad de participar en el mercado de trabajo porque su salario de reserva se reduce y se crea en ellas el deseo de salir al mercado de trabajo para contribuir a la economía de su hogar. En este sentido, pertenecer a estratos inferiores a cinco y no tener vivienda propia induce a las mujeres a incrementar su probabilidad de participación en el mercado de trabajo, así: 6%, 7% y 3,2% en 2009, 2011 y 2012, respectivamente. Sin embargo, los resultados para 2008 y 2010 indican que las mujeres menos ricas tienen una menor participación. Este último hallazgo puede ser resultado del mayor número de niños en edad preescolar y el menor nivel educativo de las mujeres en los estratos más bajos. El bajo nivel educativo reduce sus probabilidades de inserción laboral, situación que las induce a no participar dentro del mercado de trabajo; de allí el signo negativo de esta variable en ambos años. 23

26 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO CUADRO 6 Cartagena: Estimación de la participación laboral femenina, 2008 Variable dy/dx Prob (Z) Prob. Wald BIC Edad 4,60% 0,000 Edad2-0,60% 0,000 Años de educación 2,70% 0,000 Posición en el hogar 13,30% 0,000 Estado civil Niños menores de 6 años -3,20% 0,000 Estado laboral de la pareja -12,90% 0,000 Ingresos de la pareja 0,00 0,041 Número de desempleados del hogar 19,90% 0,000 Riqueza del hogar -10,60% 0,406 0 (20,72) soporte de la significancia del modelo Fuente: Cálculos de los autores con datos de la geih del dane. CUADRO 7 Cartagena: Estimación de la participación laboral femenina, 2009 Variable dy/dx Prob (Z) Prob. Wald BIC Edad 5,00% 0,000 Edad2-0,60% 0,000 Años de educación 2,10% 0,000 Posición en el hogar Estado civil 0,108 0,000 Niños menores de 6 años -3,70% 0,002 Estado laboral de la pareja -17,60% 0,000 Ingresos de la pareja 0,00 0,006 Número de desempleados del hogar 16,00% 0,000 Riqueza del hogar 6,00% 0,240 0 (26,45) soporte de la significancia del modelo Fuente: Cálculos de los autores con datos de la geih del dane. 24

27 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, CUADRO 8 Cartagena: Estimación de la participación laboral femenina, 2010 Variable dy/dx Prob (Z) Prob. Wald BIC Edad 4,30% 0,000 Edad2-0,10% 0,000 Años de educación 2,00% 0,000 Posición en el hogar 19,90% 0,000 Estado civil 0,000 Niños menores de 6 años -8,10% 0,000 Estado laboral de la pareja -11,60% 0,000 Ingresos de la pareja 0,00 0,041 Número de desempleados del hogar 19,20% 0,000 Riqueza del hogar -5,70% 0,406 0 (20,72) soporte de la significancia del modelo Fuente: Cálculos de los autores con datos de la geih del dane. CUADRO 9 Cartagena: Estimación de la participación laboral femenina, 2011 Variable dy/dx Prob (Z) Prob. Wald BIC Edad 5,90% 0,000 Edad2-0,10% 0,000 Años de educación 2,00% 0,000 Posición en el hogar Estado civil 0,121 0,000 Niños menores de 6 años -5,40% 0,002 Estado laboral de la pareja -8,60% 0,004 Ingresos de la pareja 0,00 0,077 Número de desempleados del hogar 19,00% 0,000 Riqueza del hogar 7,00% 0,197 0 (289,89) soporte de la significancia del modelo Fuente: Cálculos de los autores con datos de la geih del dane. 25

28 DEWIN PÉREZ FUENTES, NALLYDIS HERNÁNDEZ MIRANDA Y GRACE ANGULO PICO CUADRO 10 Cartagena: Estimación de la participación laboral femenina, 2012 Variable dy/dx Prob (Z) Prob. Wald BIC Edad 4,70% 0,000 Edad2-0,60% 0,000 Años de educación 1,70% 0,000 Posición en el hogar 10,10% 0,488 Estado civil 0,062 0,002 Niños menores de 6 años -6,40% 0,002 Estado laboral de la pareja -10,70% 0,000 Ingresos de la pareja 0,00 0,008 Número de desempleados del hogar 12,60% 0,000 Riqueza del hogar 3,50% 0,511 0 (7,14) soporte de la significancia del modelo Fuente: Cálculos de los autores con datos de la geih del dane. VI. CONCLUSIONES En Cartagena la participación de ambos sexos en la fuerza laboral ha sido creciente en los últimos años. Sin embargo, entre las tgp de hombres y mujeres se ha mantenido una brecha promedio de 21 puntos porcentuales a favor de los hombres. Comparando la participación laboral de las mujeres en Cartagena con la nacional, las primeras presentan una participación inferior en cuatro 4 puntos porcentuales, no obstante, la brecha de género en Cartagena es menor. Por grupos de edad, la participación de hombres y mujeres crece hasta el rango de edad de años, y a partir de ahí comienza a decrecer, en ambos sexos. Sin embargo, la caída en la participación de la mujer se evidencia de manera más acelerada. La participación laboral crece con el nivel educativo tanto en los hombres como en las mujeres, así, mientras que de cada 100 mujeres en edad laboral sin nin gún nivel educativo, aproximadamente 26 participan del mercado laboral de la ciudad, entre las que cursaron secundaria participan 46, entre las técnicas o tec - nólogas participan en promedio 75, en el nivel universitario participan 82 mujeres y 88 de cada 100 mujeres con posgrado participan activamente en el mercado laboral. 26

29 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL DE CARTAGENA, Al comparar la participación laboral femenina y masculina, se observa que la brecha de género se cierra en la medida en que aumenta el nivel educativo de tal manera que en promedio, la participación laboral de los hombres es 16 puntos porcentuales superior a la de las mujeres cuando ambos grupos no evidencian ningún nivel educativo, de 28 puntos a favor de los hombres en el nivel de bachillerato, de 9 puntos a nivel universitario y sólo de dos 2 puntos porcentuales en el nivel de posgrado. Las tasas de participación laboral más bajas las tienen las mujeres que pertenecen a los estratos uno, dos y tres con valores que se ubican entre 46% y 47% en promedio. En los estratos más altos se evidencia una mayor participación femenina alcanzando tasas promedios del orden de 52%, 55% y 53%, respectivamente. Caso contrario ocurre con los hombres cuya participación decrece con el nivel socioeconómico, y las participaciones más altas se ubican en los estratos más bajos. Respecto al estado civil, las mujeres separadas acusan las mayores tasas de participación laboral con un promedio de 68% durante todo el período de estudio, seguido por las mujeres casadas y las que conviven en unión libre con 52% y 46%, respectivamente. En cuanto a los modelos inferenciales estimados, se halló que, para los años 2008, 2009, 2010, 2011, y 2012, un desempleado adicional en el hogar incrementó la participación laboral de las mujeres, 19,9%, 16%, 19,2%, 19% y 12,6%, respectivamente. La posición en el hogar por su parte también resultó determinante importante de la participación laboral de la mujer en Cartagena, incrementándose si la mujer es jefe de hogar. Con relación a los años de escolaridad, en promedio, un año adicional, representó un incremento en la probabilidad de participación laboral femenina de 2% entre 2008 y A su vez, tal y como se esperaba en teoría, entre mayor sea el número de niños menores de 6 años, menor es la probabilidad de participación de la mujer en el mercado laboral de Cartagena. Finalmente, pertenecer a estratos inferiores a cinco y no tener vivienda propia en Cartagena; induce a las mujeres a incrementar su probabilidad de participación en el mercado de trabajo. REFERENCIAS Aldana, David, y Luis Arango (2008), «Participación laboral en Ibagué», Revista de Economía del Rosario, 11(1), 1-34, junio. 27

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33 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS: THE CASE OF BARRANQUILLA, COLOMBIA, WILLIAM R. BACA-MEJÍA JAIRO J. PARADA * ABSTRACT This paper studies the relationship between globalization and territory from an institutional economics perspective. The goal is to show that the notion of territory as a specific geographic space is an important factor and that territory exists wherever human agency interacts with social, political, institutional and economic structures. From this perspective, we examine the case of Barranquilla, Colombia, to show that cities must not only be close to the sea to take part in the global economy but that ceremonial/instrumental institutional patterns are also important to understand and evaluate the impact of globalization on a specific territory. When several leaders of Barranquilla s social and economic sectors exhibited a clear civic commitment (i.e., when they supported instrumental institutions), the city achieved a good economic performance. The opposite outcome happened when ceremonial features and inadequate institutions had imposed their logic on the city s economy. Key words: Globalization, territory, institutions, Barranquilla, Colombia. jel Classifications: B52, F02, R19. * The authors are, respectively, Ph.D. Candidate in Economics at the University of Missouri- Kansas City and Professor of Economics at Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia. E- mails: wbacamejia@yahoo.com; jparadac@uninorte.edu.co. We thank Professor James Sturgeon, of the University of Missouri-Kansas City, for his comments and guidance. We also acknowledge the support given to this research by the Fulbright Program, Bureau of Educational and Cultural Affairs, u.s. Department of State. Submitted: November 8, 2013; accepted: March 17, Economía & Región, Vol. 8, No. 1, (Cartagena, junio 2014), pp

34 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA RESUMEN Globalización, territorio e instituciones: El caso de Barranquilla, Colombia Este trabajo estudia la relación entre globalización y territorio desde la perspectiva de la economía institucional. Nuestro propósito es mostrar que la noción de territorio como espacio geográfico específico es un factor importante y que el territorio existe dondequiera que la actividad humana interactúa con estructuras sociales, políticas, institucionales y económicas. Desde esta perspectiva, examinamos el caso de Barranquilla, para mostrar que las ciudades no solo deben estar cerca del mar para hacer parte de la economía global sino que los patrones institucionales ceremoniales/instrumentales también son importantes para comprender y controlar el impacto de la globalización en un territorio específico. Cuando varios líderes sociales y económicos mostraron un claro compromiso cívico (es decir, cuando apoyaron a las instituciones instrumentales), la ciudad mostró un buen desempeño económico. El resultado opuesto ocurre cuando las características ceremoniales e instituciones inadecuadas imponen su lógica en la economía de la ciudad. Palabras clave: Globalización, territorio, instituciones, Barranquilla, Colombia. Clasificaciones jel: B52, F02, R19. I. INTRODUCTION Mainstream economics assumes that territories are flat and that transportation costs will define the geographic location of its economic activities. In this paper we look beyond this claim to propose that a territory is a specific geographic and social space, rather than a simple portion of flat land. That is, territory matters. A territory has singular conditions due to complex economic, social, cultural and political processes that evolve in an unfolding manner. This complex set of processes generates ideological views and habits of thought (i.e., institutions), which are different in every territory. Thus, human behavior is different in each territory. s of thought in a particular territory determine the type and pattern of the territory s corresponding social relationships. Hence, the relationship between globalization and territory fits perfectly into the institutional analysis. 32

35 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS In this paper, we will use the institutional economics approach to explain how scholars can address the relationship between globalization and territory. 1 To do so, we study the case of Barranquilla, a port on the Caribbean Coast of Colombia and its fourth largest city, with a metropolitan population of 2 million people. The paper is divided in four sections. The first will examine this relationship and the reasons for studying globalization and territory using an institutional approach. The second section will present the case of Barranquilla to show how agency and structure have determined the city s adaptations in response to globalization. We will find that when the city s leaders show civic commitment through the support of instrumental institutions, Barranquilla experiences economic advances. The opposite occurs when non-progressive ceremonial and predatory institutions are dominant. In the third section, we briefly show the positive and negative effects of the globalization process on Barranquilla, a port city in a developing nation. In the fourth section, we present some concluding remarks. II. GLOBALIZATION AND TERRITORY FROM AN INSTITUTIONAL APPROACH Globalization is not a new phenomenon. It has existed for more than 500 years and is even susceptible to changes involving human innovation and creativity (Wallerstein, 2000). Under capitalism, globalization has reached the height of its influence. Globalization has extended its reach not only to the economic but also to the political and cultural aspects of civilization. During the past 20 years, scholars have taken two basic approaches in studying globalization: they either adopt a radical point of view by simply opposing globalization, or consider globalization as an opportunity to enhance global competition and solidarity. According to Goran Therborn (2000), there are four types of theories of globalization. First, the competitiveness economics approach states that the world s countries are competing for the shares of growing markets and 1 As will be explained later, the institutional economics approach used in this paper derives from the American or «original» Institutional Economics, based on the work of Thorstein Veblen, Clarence Ayres and John R. Commons, and derived from a realist and pragmatist (Dewey) ontology and epistemology, very much different from the traditional Neoinstitutional Economics, which remains within the neoclassical paradigm. 33

36 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA that people have to adapt to this situation to be competitive. Second, the socialcritical theory, based on the negative consequences of globalization generated by the intensification of international competition within a specific territory. Third, the cultural effects theory, related to the evident impacts of globalization on local, regional, or national cultures. These impacts include the possibility of abandoning symbolic forms, social images, cultural practices, and lifestyles. Finally, the planetary ecological theory perceives global society as a part of a planetary ecosystem. The most eloquent manifestation of this theory is the idea of global consciousness. Aside from the recognition that globalization is not a new event and the categorization of these four types of theories, we can observe how globalization has been affected by geography. Specifically, we find that a relationship exists between the globalization process and territory. On the one hand, the territorial aspect matters, given that we can buy and sell anything throughout the world. On the other hand, some specific territories (i.e., cities, regions, or nations) have benefited more from globalization than others. Thus, territory is a useful concept for social analysis because territory is a portion of land over which men and women have historically taken possession. As a consequence, the land owned by the various members of society is linked to their power and to complex social relationships. This finding explains how the spatial aspect of globalization is created (Trinca, 2006). Another reason for considering territory as a key concept when studying globalization is that territory always exists if social processes occur in real time. Although technological innovations give the impression that the time factor is more important than the territorial factor, nothing can be done with a sense of «when» (i.e., time) if we ignore the question of «where» (i.e., territory). In other words, time occurs through territorial relationships instead of vice versa. Hence, the relevance of the notion of territory (Trinca 2006, p. 5). Mainstream economics explains the location trends of economic activities using a representative agent who has no capacity to interact with other members of the society, even though he or she is an active member of society. In this sense, mainstream economics does not consider the territorial aspect within its subject matter. If we account for territory, then we have to include the complex social relationships involved with the territory that allow us to define the territory as such. Therefore, territory is a social space in which particular complex social interactions are organized. At the same time, a particular territory has an identity 34

37 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS that regulates the position, form, and structure of the several elements, which, in turn, are characteristic of the territory (Cuervo 2006). Clearly, the interaction between human agency and structure (i.e., composed of institutions) that takes place within a territory is complex. In any given territory both ceremonial (related to predatory behavior, such as corruption) and instrumental (related to the functionality of the technology i.e., how we do things to solve human problems) institutions influence social behavior. 2 Previous research has found that globalization may change territories that embrace it, through, for example, free trade. Nonetheless, globalization does not exclusively impact the economic aspects of a territory; it also affects its social, cultural, and information flows. According to Acheson (2010, p. 6), «The public management of information provided by local media, controlled media, or powerful cartels allied with local groups has become more difficult because of the proliferation of video cameras, cell phones, instant messaging, social networking sites, blogs open to comment, and information sites on internet». If we only consider the neoclassical framework while studying these impacts, we will be limited to an economic explanation. We can circumvent this limitation if we seek an institutional account of the effects of globalization. Following this method, we will find that economic integration is incomplete, partial, unequal, and strongly hierarchical (Cuervo, 2006). We arrive at this conclusion because every process of institutional change should take time. That is, change generates effects that are not immediate. It was John F. Foster who suggested the three socalled principles of institutional adjustment: instrumental primacy, recognized interdependence and minimal dislocation. Globalization induces changes in the sense that societies move towards an unexplored area where means and ends have to continually be modified to reach solutions to the particular problems of the territory. In fact, these changes, not all of which necessarily have socio-spatial effects, are relevant to the socio-space (i.e., the territory). On the one hand, changes may consist of physical modifications to the space to promote economic activities. On the other hand, these changes may modify the broader conception of territory. For instance, how globalization affects the city s ideology, how it affects the notion of a region of reference and 2 For the distinction between instrumental and ceremonial features of institutions and for a review of the theory of institutional adjustment, see Foster (1981a and 1981b). 35

38 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA the ethical and political concepts (Cuervo, 2006). In other words, globalization may incorporate changes that consider the burden of institutions in a society. For instance, a society dominated by instrumental behaviors may adapt easily to the idea of a global society; due to the prevalence of instrumental patterns of behavior the adoption of modernity reaches a point where settled habits of thought can be changed and directed toward a more progressive path. 3 In consequence, the ceremonial and instrumental institutions of a territory will determine whether globalization becomes a threat or an opportunity. 4 From an institutional perspective, collective consciousness is an important driving force. Because the internal interactions between agency and structure do not occur in isolation in a global capitalist economy, the collective consciousness of a particular territory is influenced either by the inner, singular processes of these interactions or by external factors. This finding is reaffirmed by Cuervo (2006), who asserts that «the collective consciousness, such as theoretical, ethical and institutional concepts, have a powerful reformer role taking into account that these contribute to synchronize human behavior and give it sense and aims.» An example of the collective consciousness that has emerged from globalization is the idea of global cities. These cities are examples of economic success. As a result, policymakers have determined that the key to becoming a global city is to follow the policies implemented by these cities. In other words, imitating representative global cities is necessary to becoming a «winner territory» in the globalization process. In this regard, multilateral organizations have proposed a series of reforms based on free trade and financial deregulation as a universal recipe, even though we know that globalization affects countries at the microeconomic level (i.e., through technological advances and the production process). Further- 3 Veblen (1909) defines institutions as «settled habits of thought. Common to the generality of men that help to organize their lives». 4 According to Bervejillo (1996, p ), globalization generates four threats to territories: exclusion, where some geographic areas that lack governments may no longer be considered necessary to the global economy; subordinated integration, where territories are taken over by global external players that lack deep-rooted affiliations with the territorial affiliations, as well as a sense of responsibility and accessibility toward local societies; fragmentation and economic and social disintegration, where territories disintegrate because some regions are considered winners and others are considered losers; and environmental crisis, where the application of a non-sustainable model of development causes environmental destruction. Bervejillo also argues that opportunities may emerge from greater access to capital, technology, and markets. However, globalization can raise the value of endogenous resources in the territory. 36

39 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS more, globalization not only affects national cultures and media but also push them to adopt democracy and human rights (Stallings, 2001). Also, from our evolutionary perspective, globalization cannot be taken as a «universal recipe», for it is an unfolding process that will unfold differently depending on the territory. 5 Unfortunately, globalization has been promoted in developing nations by neoliberal policymakers, whose fundamental objective is to downsize governments and to promote deregulated markets. Yet, this approach is misguided. The purpose of globalization should not be limited to the reduction of the size of government. Instead, globalization should introduce international organizations to compensate for the negative effect of foreign competition, to stimulate lagging sub-national territories, and to regulate economic activities. Some studies have shown that the success of winner regions around the world, such as Catalonia (Spain), Rhone-Alpes (France), and Baden-Würtemberg (Germany), can be explained by the strong synergy between regional policies and national governments (Moncayo, 2003). 6 It should also be pointed out that instrumental institutions, such as civic commitment, affect socioeconomic development and government effectiveness. In sum, a strong society generates both a strong economy and a strong government. Civic commitment indicates that interest in public affairs and devotion to public interest are signals of civic virtue (Moncayo, 2003). We will see below that Barranquilla was able to impose its civic commitment (i.e., an instrumental institution, an instrumental habit of thought) against a local government strongly influenced by the national forms of public administration based on patronage (i.e., a ceremonial institution). Although some perceive globalization as an exclusively good or bad thing, we argue that this is a false dichotomy. Globalization clearly impacts territories in which complex social processes take place. Therefore, from an evolutionary point of view, globalization may have both positive and negative results. Our view is 5 For more insights about the theoretical aspects of what we have called here the «unfolding process», see Veblen (1898 and 1909). 6 This argument is also found in Best (1993, p. 3), who says that, «True, the commitment to long term industrial success is backed in these countries (Southeast Asia) with high savings ratios, in some cases in excess of 20 percent of national income, and governmental interest and exchange rate policies that enhance the competitiveness of manufacturing firms. But we also find new strategically oriented industrial policy institutions which channel savings into productive investment. They are established in some cases at the central government level, and at other times at the local government level or by extra-firm agencies that are public and private hybrids.» 37

40 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA similar to that of Moncayo, who argues that «(the) territory is the outcome of a process that emerges from players strategies and the phenomena of collective learning» (2003, p. 42). In other words, the means and ends are adjusted in a continuous unfolding social process that involves an agency-structure relationship. The conceptual work carried out in this paper is based on the methodological contributions of Veblen s evolutionary theory, and the American pragmatist philosophical school, in particular John Dewey s fundamental piece, Human Nature and Conduct (2008 [1922]). As may be expected, the reader has to leave aside a positivist reading of our analysis, which takes us away from the neoclassical approach and in particular the new institutionalism. Of course, academic discussion is always encouraged. III. TERRITORY, GLOBALIZATION AND INSTITUTIONS IN BARRANQUILLA SINCE THE XIXth CENTURY In Barranquilla, both collective and individual agencies have played a role in social processes. These agencies have been touched by a structure shaped by institutions (i.e., habits of thought that are conventionally accepted guidelines by means of a process of habituation and have since become social rules) (Hodgson, 2006). The history of Barranquilla truly began when, in the xixth century, the city came into contact with the rest of the world through foreign immigration and dynamic commercial and international trade activities. During the tobacco boom of its economy grew exponentially. But, had this boom not be made possible by an implicit agreement between the government and the business sector, and similarly, an active and interested civil society, it would not have dramatically impacted the city s economy. Hence, one should explore the relationship among globalization, territory and institutions in Barranquilla. For this purpose, it is useful to briefly survey the history of the city. Before the first half of the xixth century, Barranquilla was unable to import goods because of legal restrictions on free imports in the nearby port of Sabanilla. Furthermore, the population of Barranquilla was exposed to endemic tropical diseases that frequently caused many deaths. The legal restrictions on imports through Sabanilla were finally removed in 1849 at the onset of the federalist period in Colombia. Thereafter, free trade was welcomed in the city. This economic liberalization accompanied the tobacco boom and made Sabanilla the main port of Colombia. After the construction, in 1871, of a railway that connected Barran- 38

41 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS quilla with Sabanilla, the city provided an even more favorable environment for exports. As a consequence, Barranquilla accumulated a large amount of capital and the first formal banking and transportation activities emerged (Minski and Stevenson, 2009). Although travelers faced problems of navigability when approaching the port of Barranquilla, the consolidation of the city s navigational routes through the Magdalena River enhanced its commercial activities. In addition, between 1851 and 1875, population grew from 6,114 to 16,549; this led to increased demand for urban land for the construction of housing, hotels, storage facilities and factories (Minski and Stevenson, 2009, p. 132). American, German, Jewish and Middle Eastern immigrants helped to stimulate the growth of businesses and entrepreneurship in the rising city, even though these groups only accounted for approximately 2% of the population. Moreover, these groups eventually comprised the city s economic, social and political elite (Minski and Stevenson, 2009). By the 1880 s, Barranquilla began to exhibit signs of modernity, such as the installation of public utilities (i.e., water supply and electricity). Likewise, Barranquilla s economic structure changed subtly from a primary product-based economy to a service-based economy, especially with the expansion of commercial activities. Specifically, during the xixth century, many businessmen focused on river transportation and exporting agricultural goods. Later, at the beginning of the xxth century, business community shifted to multifunctional activities and became importers, merchants, trade commissioners, representatives of commercial houses, and, in some cases, manufacturers of several inputs. For this reason, some historians argue that Barranquilla has profound roots as a pioneer in the commercial sector, not only in Colombia but also in South America (Minski and Stevenson, 2009, p. 238). Free trade guided by the tobacco boom resulted in high economic growth in Barranquilla after the middle of the xixth century. Nonetheless, this free trade was not accompanied by a social policy program. A high concentration of wealth emerged, and the city s commercial and transportation activities generated the highest revenues among all of its economic activities. However, only 5.7% of the population was employed in these sectors; this group had the highest income in the city (Minski and Stevenson, 2009, p.131). 7 7 The second largest income group was the storekeepers (10.4%), and the third were the farmers, craftsmen, and river workers (83.4%). The second activity generated more revenue than the third (Minski and Stevenson 2009, p. 131). 39

42 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA To this lack of a redistributive policy should be added the biased institutional matrix inherent to the federalist era of Colombian history ( ). 8 During this period, Colombia adopted liberal, anticlerical and federal reforms. Nevertheless, Parada writes, «all the economic decisions related to property rights, land, mines and economic policies were defined at a regional level (by the elites) based obviously on the exclusion of the underlying population» (Parada, 2006). Furthermore, because the judicial system was strongly influenced by the political class, the system favored the elite (Kalmanovitz, 2010, p. 96). Thus, the lack of a redistributive policy along with an increasing accumulation of capital resulted for Barranquilla in a process of internationalization and modernization under a very pre-modern institutional matrix. By 1897, Barranquilla had a population of 21,953. We should recall that the period of Colombian history known as the Regeneración occurred during these years. At this time, Colombia adopted a new constitution (1886), the pillars of which were centralization, protectionism, and clericalism (Parada, 2006). Barranquilla followed the national trend set by the 1886 Constitution. The city s local politics was determined by the dispute between the conservative and liberal elites for the Mayor s office, the town council, the customs office, the Bolivar railway administration (built in 1871) and the other agencies of the national government. In Barranquilla, Rafael Núñez, the leader of the Regeneración, enjoyed the support of his cousin, Francisco Palacios, in political and bureaucratic matters and of Pedro Maria Revollo, a priest and friend, and also a confidant of President Núñez s wife. Revollo helped the cause of the Regeneración by using the press and church pulpits to defend the conservative ideas that were in vogue (Minski and Stevenson, 2009, p. 153). In sum, Barranquilla at this time had a social order in which the power of privileged socio-economic groups predominated. A significant manufacturing sector existed within the city during the two last decades of the xixth century. For instance, there emerged manufacturers of tiles, food and other goods (e.g., pasta, oils, and ice). Thus, the city experienced vigorous economic growth, even though more than half of its population lived under 8 This biased institutional matrix provides clear evidence of the resilience of institutional change in the Colonial period. Specifically, we can assert that a strong dislocation of the Colonial order occurred (Parada, 2006). 40

43 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS adverse socioeconomic conditions (Minski and Stevenson, 2009, p. 153). 9 Nonetheless, at the end of the xixth and the beginning of the xxth century, Barranquilla was a working-class city. It was, for example, the epicenter of the rise of union movements in Colombia, contributing both union leaders and strategies to the national labor movements. 10 Although union movements emerged because of the inequitable distribution of income, the road to a mature union movement would be permeated by conservative and liberal political trends such that unionism had its conservative (i.e., Catholic) and liberal (i.e., radical Marxist) movements (Kalmanovitz, 2010, p ). The local government handled its affairs through patronage. Neither the Regeneración nor the federalist period could abolish the ceremonial practice of patronage as a system of government administration. In fact, the practice was even more heavily reproduced during this era. Patronage still exists today. However, Barranquilla lost the civic spirit of the founders who worked as a counterbalance against the ceremonial features of the political class. Because of the city s contact with the rest of the world, a group of civic entrepreneurs took the initiative to address the problems of Barranquilla s public utilities, infrastructure, education and culture since the xixth century (Restrepo, 2000, p. 165). Unfortunately, as time passed, cosmopolitan and progressive attitudes disappeared. Additionally, during the National Front period of Colombian politics ( ), Barranquilla was a less receptive city to manifestations of foreign culture, and the rise of ideological manifestations promoted the conservation of traditions in every aspect of city life (Minski and Stevenson, 2009, p. 238). During this era, opportunities emerged for local predatory governments that were no longer interested in sustaining dialogue with businessmen and the rest of civil society and vice versa. Local politicians focused on consolidating their electoral fiefdoms and perceived the city s treasury as spoils to be shared among their friends. In the 1960 s, according to the Canadian economist Lauchlin Currie, no positive coordination existed between the political leaders and businessmen. For instance, between 1925 and 1960, a local administration board composed of a 9 The periphery consisted of the Chiquinquirá, Rebolo, San Roque and Barrio Abajo neighborhoods, which had poor socioeconomic conditions. Altogether, 57.32% of the population lived in this area (Minski and Steven son 2009, p. 153). 10 By 1948, 70% of Barranquilla s workers were unionized. In contrast, only 14% and 21% of Bogota s and Medellin s workers, respectively, were union members. 41

44 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA director put in charge by the Illinois Central Trust Company, a representative of the Chamber of Commerce, and a representative of the town council managed the local government s public utilities. This arrangement, which was established through a contract, is evidence of the dialogue between businessmen and political leaders. However, when the contract expired in 1960, the public sector assumed responsibility for the local water works, and the management of Barranquilla s public utilities deteriorated. In fact, between the mid-1950 s and 1960 s, Barranquilla version of the local predatory government was at its zenith. The inflow of immigrants from many regions of Colombia represented an opportunity for the political class to enhance its electoral fiefdoms. Most of the time, these immigrants received land without undergoing any sort of legalization process in exchange for their votes. Of course, this practice was endorsed by political leaders (Bell and Villalón, 2000, p ). Between 1966 and 1988, the city was engaged in a marked struggle for political control of its governing bodies. As we previously pointed out, during the National Front period of Colombian politics, in which the two traditional parties shared power ( ), the local elite, which was mostly represented by traditional families, had control of the two most important public offices: the municipal and the departmental governments (Barranquilla is the capital of the department of Atlántico). At the same time, other political groups that lacked such prestigious surnames were relegated to seats in the city and departmental councils. Nevertheless, these excluded groups gained more voters and seats during this period in not only these councils but also the National Congress. This historical development has notable implications. For instance, Jose Name Terán, one the leaders of these emergent political groups, became president of the National Congress in Through his rise to office, he was able to promote the election of Fuad Char Abdala for Governor, the first time in which a member of a non-traditional family had held that position (Villalon, 2003, p. 121). This event paved the way for a considerable power struggle in 1988, during the first election for Mayor in the history of the city (before this time, mayors were appointed by the Governor of the department who, in turn, was appointed by the President). The 1988 election was important because these two political groups, the traditional family politicians and the emergent «excluded» groups, were natural antagonists. The «new» political groups won the election, and the now lagging traditional political group decided to concentrate on controlling the Barranquilla Chamber of Commerce, where it would work on an alternative political agenda supported 42

45 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS by businessmen. However, this agenda did not have a great impact on the election. Hence, the «new», and formerly «excluded,» political groups and the now reduced traditional politicians and businessmen were working separately and had different economic, political, social, and cultural interests (Villalón, 2003, p ). Therefore, common goals for the city were put aside and consensus was not sought. In the following years, the mayoral elections were plagued by demagogy and a lack of serious proposals for the city s development. During the first half of the 1990s, these problems opened the political stage to the Movimiento Ciudadano, which was led by Bernardo Hoyos, a priest who had the support by the low-income sectors of Barranquilla. Hoyos ran for Mayor and won the election. Somewhat paradoxically, this political movement offered the same promises of social emancipation proposed by the «new» political groups but gave way to the privatization of public utilities. We will address this development in more detail in the next section. The Movimiento Ciudadano governed the city without seriously dealing with issues, such as the local economy, jobs, the port s infrastructure problems, environmental issues, and urban planning. Similarly, the Movimiento Ciudadano also antagonized businessmen. Thus, the previously solid institutional matrix between government and business, which was fundamental to the city s functioning from the end of the xixth century to the first half of the xxth broke down completely (Villalón, 2003, p. 124). In 2008, a new mayor, Alejandro Char, was elected. Char, the son of Fuad Char, and thus part of the «new» political groups that emerged during the mid- 60s, was not a member of Movimiento Ciudadano and seemed to be interested in promoting a return to those times in which government and businessmen joined together to discuss and make decisions regarding the city s economic and social development. This platform has gained some support from the city s businessmen, who have shown positive interest in the idea. During the Char administration, some evidence of this new relationship emerged (see Section iv). Unfortunately, although the city s policies have shifted toward achieving goals of public interest, the institutions (i.e., the habits of thought) determining local democratic process are still essentially the same. That is, nepotism, corrupt electoral practices (e.g., the buying of votes by candidates and their supporters), and patronage still dominate the city s politics. These factors were summarized by Parada (1990), who argues that there are three «Gordian knots» in the Colombian Caribbean region: concentrated agricultural land ownership, patronage and patrimonialismo. Nevertheless, the good results observed thus far may have convinced local public opinion 43

46 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA that positive results are attainable and that Barranquilla does not need to dwell in disagreements among government, civil society, and business or, for that matter, to be led by a unique, messianic and charismatic leader to solve its problems. Instead, a strong institutional matrix and more democracy with a high priority on social consciousness offer some hope for future political and economic improvements. Moreover, this formulation allows civic society to play a more active role in the process of change. However, external factors with respect to the inner dynamics of the city, such as an inward looking model based on higher import taxes, the poor condition of the Caribbean region s infrastructure and public works, demographic growth accelerated by immigration, and a deterioration of the public utilities services, have created a pessimistic outlook on industrial and formal job creation. Additionally, during most of the 80s and 90s, the city had low levels of private investment. Nevertheless, the last 20 years have been characterized by a mix of successful outcomes and failures, which we will detail below. In this context, one could conclude that the resulting social stratification in Barranquilla, and throughout the whole country, has emerged as an interaction between agency and structure based on occupation, status, exploitation, wealth, and power, as described by Veblen in the introduction to Theory of the Leisure Class. 11 Consequently, under this scenario, predatory behavior may arise. Barranquilla s social structure fits perfectly with what Bowles (2009, p. 10) calls a pluralistic relationship to the social surplus. 12 Each class is exactly defined as follows: 1) the propertied class, 2) the professional, managerial, and entrepreneurial class, 3) the working class, and 4) the underclass. «The propertied classes own a share of the surplus sufficient to produce income adequate to maintain a socially determined, appropriate level of consumption. Members of these classes do not need to work for income (thus, the leisure classes) but they often do. And when they do, it is typically in roles that place them among the 11 Bowles (2009) suggests that Veblen brought together the different sociological emphases of Durkheim (occupation and status), Marx (exploitation and wealth), and Weber (power). 12 By pluralistic, Bowles (2009) points out that the relationship to the economic surplus cannot be made from the perspective of an isolated agent whose only purpose is to maximize his/her utility. The human agent is not absorbent as the conventional economics suggests, but is an intelligent agent always looking for solution, always adapting to the conditions that environment and institutional fabric imposes upon them. 44

47 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS power elite; in these roles, they work both to exercise power and to build additional wealth». «The professional, managerial, and entrepreneurial classes can potentially earn income sufficiently in excess of socially determined levels of consumption to acquire a share of the surplus. The goal of surplus acquisition, of course, is membership in the propertied classes. Whether or not this is in fact achievable for any given individual depends, at least in the cases of the managerial and professional classes, on their recruitment and promotion into the power elite». «The working classes can earn no more than a (socially determined) subsistence income, i.e., all income is consumed. Saving is possible in theory, but full consumption of income, and even the accumulation of consumer debt, is the norm. Retirement savings are eventually consumed, and any implicit income realized by means of unmortgaged home ownership is not sufficient to a life of leisure at any consumption level». «The underclass cannot earn its own subsistence income, and must be socially subsidized. While definition and use of the term underclass has a somewhat contested history, its definition here is relatively circ*mscribed and is consistent with most past usage» (Bowles, 2009, p ). As argued above, the definitions of these classes, according to Bowles, fit perfectly with the history of Barranquilla, or at least for the period examined in this essay. Also, it works as a reference for future research that involves an analysis of the social structures of accumulation that is composed of institutions. IV. THE LAST TWENTY YEARS: THE BALANCE OF GLOBALIZATION IN BARRANQUILLA Before considering the facts of the last 20 years, it is useful to recall that Parada (2003, p ) calls for an objective analysis of the impacts of both globalization and the reforms of the 1990 s. The privatization of both the public utilities (e.g., water and sewer) and the port has had a positive impact. Parada points out that a few small but valid attempts to restore road infrastructure have also been useful. Nevertheless, the social aspect of the reform process remains a pending task because of high unemployment (though unemployment is currently decreasing, the labor participation rate is still low) and the poor quality of public services, such as health and education. The reforms of the 1990s brought a well-known decentralization 45

48 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA process to Colombia, a greater provision of public funds to the city (i.e., a fold increase), and an intervention beneficial for public investment, even if the question remains of whether the public sector can properly allocate these funds. According to Parada (2003), «the results have been neither spectacular nor overwhelming.» Furthermore, political leaders were more interested in maintaining their bureaucratic power. Likewise, despite their competent organizational skills, the businessmen detached themselves from public affairs. Thus, «from the emergence of progressive businessmen, civic society and politicians will depend that the economic development strategy of Barranquilla is consolidated in order to be in a position to face the globalization process» (Parada, 2003, p. 55). The last 20 years, especially the 1990s, have been characterized by neoliberal reforms: free trade, reduction of government intervention, privatization, and international financial capital inflows. Before introducing new reforms to encourage Colombia s global insertion, Barranquilla was not ready to attract foreign capital, as was promised. Public utilities, which were efficiently managed throughout Colombia during the first half of the 20th century, had become very deficient in Barranquilla by the early 1990s. Mismanagement led to a proliferation of public health problems, such as diarrhea, conjunctivitis, flu, measles, mumps, varicella (chickenpox), gastrointestinal complications, and respiratory infections, some of which were deadly (Castillo 2008, p. 34). Therefore, a lack of proper waste management (i.e., garbage was thrown on the streets), a lack of a sewage system, and poor water quality were the cause of generalized health problems in Barranquilla during that period. Though local political leaders resisted the idea of privatizing public utilities, businessmen and civil society pressured the local government to do so. From 1995 to 1997, a private company began to provide the city s water, sewage, and garbage collection services. Immediately, the city s water plant worked at its maximum capacity, and several projects designed to improve the infrastructure were implemented to increase the service s coverage. Moreover, the new company started campaigns to eradicate several of the informal garbage collectors (Castillo 2008, p. 37). By privatizing the electricity companies, as well, Barranquilla improved its electric power services. In general, by privatizing public utilities Barranquilla has overcome problems that originated in its population growth, beginning in the 1950s. The resolution of these problems has promoted the expansion of the city s commercial and, to some degree, industrial activities. According to a recent 46

49 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS survey using a scale ranging from 1 to 5, where 5 represents the highest degree of satisfaction, Barranquilla s citizens gave a rating higher than 4 to the city s electricity and water services (Ipsos Public Affairs Barranquilla Como Vamos, 2009). Compared with the quality of the utilities services during the 1980s and 1990s, privatization has been successful, even though the costs to the consumer are higher. Additionally, utilities of better quality have reduced the impact of several epidemics that were formerly endemic. In addition to improved public services and the resulting benefits to the environment, the implementation of prevention programs has helped to reduce the spread of disease. Vaccination programs have produced positive results (with vaccination coverage reaching 98%, on average). The incidence of diseases such as measles, poliomyelitis, and rubella has declined considerably; most of them have been eradicated. The greater coverage of vaccination programs has contributed to better health conditions, although acute respiratory infection remains an important cause of morbidity. In 2003, there were 12,198 cases of acute respiratory infection. By 2008 and 2009, the number of cases declined to 2,910 and 361, respectively. As to health insurance coverage, Law 100 of 1993 (Ley 100 de 1993) reformed the health system such that private businesses can now offer health services through a dual system composed of both a private and a subsidized provider. Health insurance coverage has increased. In 2000, 67% of the population had insurance. By 2003, this proportion had risen to 73% (Castillo, 2008, p. 47). Today, one can confidently assert that health insurance coverage has increased, given that the local government is successfully implementing subsidized health insurance, with coverage of people in the low end of income distribution reaching 90%. In the early 1990 s Colombia had a weak public health system. Not only hospitals and health services centers, in general, had inadequate physical infrastructure. Administrative and financial problems prevented them from providing the coverage demanded by the population. Although these problems were common throughout the country, Barranquilla was en extreme case. By 2009, however, according to a recent survey, 99% of the population said that they had received health assistance when requested. Most importantly, the percentage of people who received assistance was exactly the same across all socioeconomic groups (Ipsos Public Affairs Barranquilla Como Vamos, 2009). In recent years, Barranquilla introduced a program to improve the infrastructure of hospitals and health services centers. Several civic groups and ngos have monitored these efforts to increase access to health services so that the city has attained good-quality health care. 47

50 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA Another important aspect in evaluating the impact of globalization in Barranquilla is education. An educated population means higher productivity and social capital. Since the 1990s, several indicators show that education in Barranquilla has improved. The gross enrolment ratio in basic primary education increased from 32% in 1993 to 46% in 2003 and to 119% in Similarly, the gross enrolment ratio in high school increased from 11.2% in 1993 to 45% in 2003 and to 107% in Nevertheless, throughout the 1990s and the first five years of the 2000s, the city did not attain the educational goals set by its development plans (Castillo, 2008, p. 26). In addition to coverage, the quality of education is also an important indicator of success. Educational quality is a key area in which more advances are needed. Although some infrastructure projects are currently in progress, the lack of qualified, well-trained teachers, insufficient resources for research, and inappropriate pedagogical models, among other factors, reduce the quality of the city s educational system (Castillo, 2008, p. 48). The results of national tests of students achievement levels attest to the low quality of the city s educational system. For both private and public schools, the results show that between 50% and 70% of the students who are enrolled in 5 th grade (i.e., the last year of basic primary school) and 9 th grade (i.e., the last year of junior high school) test at unsatisfactory or average levels (i.e., the two lowest levels). Thus, much remains to be done in terms of developing a high-quality educational system (Barranquilla, Secretaría de Educación Distrital, 2009). The labor market is another element that has to be considered. It was expected that with the opening of the Colombian economy, a port city such as Barranquilla would be able to reduce its unemployment rate because of its geographic location. It was assumed at the beginning of the 1990s that manufacturing plants of the interior of Colombia would relocate to the city and that, as a result, the industrial sector would become the main employer. However, in 2008, Barran quilla had a slightly higher number of industrial employees (35,146) as in 1983 (33,134). Total manufacturing employment fell between 1992 and Nonetheless, from 2004 to 2008, it rose, although the employment rate has not reached levels similar to those of Throughout this period, permanent employment has decreased considerably, whereas temporary employment has grown only slightly (Figure 1). It is interesting to note that the number of industrial establishments has declined (Figure 2) and that industrial employment has risen to a certain degree. 48

51 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS FIGURE 1 Barranquilla Metropolitan Area: Total, Temporal and Permanent Industrial Employment, Permanent employees Temporal employees Total Industrial employment Source: dane, Encuesta Anual Manufacturera FIGURE 2 Barranquilla: Number of Industrial Establishments, Source: dane-encuesta Anual Manufacturera. 49

52 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA The number of commercial and service establishments in Barranquilla has increased in the last few years. According to Bonet (2005, p ), from 2003 to 2005, 30 new businesses were established at Barranquilla. Only eight of these were related to the industrial sector. The remaining 22 belonged to the retail (i.e., shopping malls) and service sectors. In fact, the industrial sector is more focused today on expanding its current capacity instead of creating new manufacturing plants, although the industry has established new facilities in the metropolitan area due to the creation of new free export zones. Several recent developments have helped to overcome the threat of a regressive tertiary sector in the city, of which Bonet warned several years ago (2005). The data show that Barranquilla is moving away from an industrial economy to a more commercial and service-oriented one. The industrial sector s openness coefficient (the ratio of industrial exports to gross industrial production) has changed considerably after the neoliberal reforms of the early 1990 s (Figures 3 and 4). From 1983 to 1994, the coefficient showed a positive trend, especially until Since 1993, the coefficient has fallen, reaching an almost insignificant degree FIGURE 3 Barranquilla: Industrial Sector Openness Coefficient, ,0 14,0 12,0 10,0 8,0 6,0 7,0 5,4 6,9 8,1 8,9 8,4 10,9 11,4 13,8 14,6 11,6 10,4 14,7 11,3 4,0 2,0 0, Source: dane-encuesta Anual Manufacturera. 50

53 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS FIGURE 4 Barranquilla: Industrial Sector Openness Coefficient, ,0 8,0 7,0 6,0 5,0 4,0 3,0 2,0 1,0 0,0 8,4 8,2 6,5 5,7 5,7 5,9 4,7 4,7 4,4 3,9 3, Source: dane-encuesta Anual Manufacturera. of openness ( ). By 2008, the coefficient had begun to increase again because of the growth in exports (i.e., from 7.2% in 2007 to 11.6% in 2008) and of gross industrial output (i.e., from -5.5% in 2007 to 5.7% in ), though these levels have not reached the levels of previous years (e.g., the 1980s). Therefore, globalization has not spurred industrial exports, despite the predictions that accompanied these reforms. However, why does Barranquilla s industrial sector play such an important role, even though it is no longer the economic engine of the city? The answer is that industry is the sector that, by far, contributes the most to total exports and pays the highest wages. More precisely, the manufacturing sector accounts for 98% of total exports (dane-icer 2008). 13 Clearly, industrial exports grew more than gross industrial output. As a result, the openness coefficient of the manufacturing sector increased. In addition, demand from Venezuela has contributed during certain periods to the increase in manufactured exports, especially textiles, metal working and metal products, clothing, designer clothes, food and beverages. 51

54 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA The unemployment rate has fallen to less than 8% (Figure 5). The fall in the unemployment rate from 2001 to 2004 occurred alongside a decrease in the labor participation rate, which indicates that unemployed people felt too discouraged to search actively for jobs. However, between 2005 and 2010, the reduction in the unemployment rate has been accompanied by an increase in the labor participation rate, though this rate did not reach the previous highest peak of almost 60% in 2001 (Figure 6). Nonetheless, Barranquilla has the lowest unemployment rate among the major cities of Colombia. This success is due, in part, to a massive local program to hire non-qualified laborers to repair the city s roads. In addition, in the Barranquilla metropolitan area several businesses have begun to take advantage of the free export zones promoted by the national government. The city has the two largest free export zones in the country, with a total area of 1.2 million square meters. Moreover, Barranquilla will have free export zones in such sectors as energy and health (El Heraldo, 2010). These factors have helped reduce the city s unemployment rate considerably in the last six years. We now know that FIGURE 5 Barranquilla Metropolitan Area: Unemployment rate, ,0 18,0 16,0 14,0 12,0 10,0 8,0 6,0 4,0 2,0 0, Source: dane. 52

55 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS 60,0 58,0 56,0 54,0 52,0 50,0 48,0 Source: dane. FIGURE 6 Barranquilla Metropolitan Area: Labor participation rate, these results were never going to be immediate, as several orthodox economists had claimed at the beginning of the 1990 s. Rather, the process took 20 years. With a lower labor participation rate, Barranquilla should stake its future in lower unemployment rates through a higher number of free export zones and a dynamic local economy that is diversified across the industrial, commercial, and service sectors. Although the Unsatisfied Basic Needs Index fell from 28% to 18% between the national censuses of 1993 and 2005, poverty and extreme poverty remain key structural problems. Further, in the lowest stratum, 49% of the people consider themselves to be poor, whereas 31% of the people in the middle stratum and 9% of the people in the highest socio-economic stratum believe the same of themselves. The major reason Barranquilla s inhabitants feel that they are poor is because they do not have enough money to satisfy their needs (45%), with the second most important reason being the absolute lack of money (43%) (Ipsos Public Affairs, 2009). The people of Barranquilla clearly lack a full-fledge social policy program that gives them a hand in their interactions with the global economy. 53

56 WILLIAM R. BACA-MEJIA Y JAIRO J. PARADA V. CONCLUSIONS The main conclusion of this paper is that the relationship between globalization and territory is crucial. Scholars have historically defined territory as the human occupation of space. Thus, any event, such as globalization, should consider the fact that human behavior is explained through the agency/structure relationship. In this sense, we believe that institutional economics can make positive contributions to the study of different social phenomena. In our institutional framework, we include claims from the geography field that globalization should be addressed while considering the territory s role along with the agency/structure interactions. Instead of taking a radical or a favorable position, we argue from an institutional viewpoint that both negative and positive features can emerge from globalization or any other phenomena. Therefore, we can observe that globalization has had both favorable effects (i.e., better health and education coverage, although quality problems persist) and unfavorable effects (i.e., the persistence of poverty and extreme poverty). This framework represents a pragmatic form of analysis for the type of change imposed by the so-called global agenda. Our hypothesis is that agency/structure may follow either a ceremonial or an instrumental pattern and, at the same time, affect social stratification. Therefore, the impact of phenomena such as globalization will depend on how the agency/ structure relationship follows these institutional patterns. For instance, in the case of Barranquilla, we do not only identify instrumental institutional patterns during the period under study but also ceremonial institutional patterns. One of these patterns could offset the influence of the other. For example, during parts the xixth century, Barranquilla took advantage of free trade because its instrumental institutions were stronger than its ceremonial and predatory institutions. Clearly, openness to the world has resulted in different and better views of development in Barranquilla. This contact with the rest of the world has encouraged civic commitment among civil society, businessmen, and political leaders, though this last group preferred predatory modes of action. Finally, the prevailing assumption in the early 1990 s that all economic activities would relocate in cities close to the sea (e.g., Barranquilla) was misplaced. One must not only consider the lower transportation costs but also the way in which the territory and its particular agency/structure relationship are adapted to the proposed change. Because the social process is unfolding and continuous 54

57 GLOBALIZATION, TERRITORY AND INSTITUTIONS in its adjustments of means and ends, Barranquilla required 20 years before it began to see strong signals of integration into the global economy. The future counterbalance between instrumental and ceremonial institutions will determine how it will take its place within global society. The success or failure of this process is still at play. REFERENCES Acheson, A.L. Keith (2010), «Globalization», Carleton Economic Papers, cep Barranquilla, Secretaria de Educación Distrital (2009), «Análisis sectorial para la educación», Barranquilla. Bell, Carlos, y Jorge Villalon (2000), «El periodo del Frente Nacional y la crisis de los años sesentas», en Historia de Barranquilla, Barranquilla: Ediciones Uninorte, Best, Michael (1993), The New Competition, Cambridge, Mass.: Harvard University Press. Bervejillo, Federico (1996), «Territorios en la globalización, Cambio global y estrategias de desarrollo territorial», ilpes Serie Ensayos, No 34. Bonet, Jaime (2005), «Desindustrialización y terciarización espuria en el departamento del Atlántico, », Documentos de Trabajo sobre Economía Regional, No. 60, Centro de Estudios Económicos Regionales, Banco de la República, Cartagena. Bowles, Douglas (2009), «An Integrated Theory of Social Stratification», University of Missouri-Kansas City, Working Papers 5, March. Castillo, Natalia (2008), «Políticas distritales frente a la pobreza de Barranquilla ( )», Universidad del Norte, Barranquilla. Cuervo, Luis Mauricio (2006), «Globalización y territorio,» Serie Gestión Pública, No 56, ilpes, Santiago de Chile. dane, Anuario de la Industria Manufacturera, dane, Encuesta Anual Manufacturera, dane-icer (2008), Informe de Coyuntura Económica Regional. Dewey, John. Human Nature and Conduct. New York: Barnes and Noble, ElHeraldo(2010) /x/x5700empleos/x5700empleos.asp. Foster, John fa*gg (1981a), «The Effect of Technology on Institutions.» Journal of Economic Issues,

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61 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO NAYIBE PADILLA VILLA * RESUMEN En este trabajo de revisión bibliográfica se examinan las condiciones para la adop ción de una propuesta de presupuesto participativo en el municipio de Sincelejo. Este ejercicio se llevó a cabo en dos fases: revisión de fuentes secundarias y análisis de las condiciones para adoptar una propuesta de presupuesto participativo en Sincelejo. Se encontró que en Sincelejo hay condiciones para realizar un ejercicio de participación ciudadana, aprovechando experiencias tanto naciona les como internacionales. Ello podría ayudar a comprender el papel que juega la comunidad en el entorno de una sociedad participativa y permitiría una asociación entre la sociedad civil, las organizaciones públicas y privadas y el sector político. De esta manera, todos estos estamentos podrían aportar a solucionar las necesidades más sentidas de las comunidades y contribuir a reducir la insatisfacción ciudadana con el sistema político actual. * La autora es Líder de Programas Administrativos y Financieros, Secretarías de Salud y de Hacien da, Gobernación de Sucre. Correo electrónico: nayibepadillav@hotmail.com. Este artículo es el resul tado de una revisión bibliográfica como parte del proyecto de grado «Desarrollo de una propuesta metodológica para la elaboración de presupuestos participativos: Análisis de casos», presen tado por la autora en mayo de 2012 para optar al título de Magister en Administración en la Universidad Nacional de Colombia en convenio con la Corporación Universitaria del Caribe (cecar). Fecha de recepción: diciembre 10 de 2013; fecha de aceptación: mayo 2 de Economía & Región, Vol. 8, No. 1, (Cartagena, junio 2014), pp

62 NAYIBE PADILLA VILLA Palabras clave: Participación ciudadana, presupuesto participativo, Porto Alegre, democracia participativa. Clasificaciones jel: D63, G38, H53. ABSTRACT A Proposal for Participatory Budgeting in Sincelejo, Department of Sucre, Colombia In this survey we discuss the conditions for the implementation of a participatory budget proposal in the municipality of Sincelejo. It was conducted in two phases: review of secondary sources and analysis of the conditions that would favor the adoption of a participatory budget scheme. The results show that there exist favorable factors for the implementation of an exercise in citizen participation, on the basis of domestic and international experiences. This could help understand the role the community plays in the environment of a participatory society and allow a partnership between civil society, public and private organizations and the political sector. In this way, they could contribute to the solution of the community s most pressing needs and reduce dissatisfaction with the current political system. Key words: Citizen participation, participatory budgeting, Porto Alegre, participatory democracy. jel Classifications: D63, G38, H53. i. INTRODUCCIÓN Una de las herramientas financieras fundamentales en cualquier entidad pública es la relacionada con la adopción y aprobación del presupuesto de cada vigencia. Se trata de un ejercicio garante de los derechos que tienen los ciudadanos de saber en qué se invierten los recursos públicos. Al mismo tiempo, se trata del cumplimiento de obligaciones en el contexto de una democracia participativa, como consecuencia de la planeación de programas contenidos en el plan de desarrollo que ejecuta el mandatario de turno. 60

63 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO Con frecuencia, sin embargo, ocurren irregularidades en la planeación, elaboración y ejecución presupuestal, relacionadas con factores políticos e institucionales. Según Gutiérrez y Sánchez (2009), es responsabilidad de toda la sociedad con tribuir con la solución de esos factores mediante la planeación estratégica, teniendo en cuenta las necesidades y carencias prioritarias al momento de elaborar, programar y aprobar el presupuesto. De esta forma, un municipio se convierte en un representante de la comunidad y en un defensor de sus intereses, y debe realizar el máximo esfuerzo para lograr satisfacer las principales necesidades de sus habitantes. Así las cosas, su gestión va encaminada a solucionar los problemas de la comunidad buscando mejorar el nivel y la calidad de vida de la misma. Su desafío es mantener la competitividad con tecnología de punta, capacidad financiera y recurso humano calificado, entre otros factores que les permitan competir con bienes y servicios de alta calidad (Rodríguez y Zorrilla, 2007). No obstante, estas peticiones no son producto de un proceso de concertación. Tampoco provienen de las comunidades al interior de cada junta administradora, ni de procesos concertados y socializados por la administración municipal por medio de cada uno de los programas, que den respuestas a las necesidades básicas prioritarias, en aras de satisfacerlas. Por el contrario, la elaboración, aprobación y ejecución del presupuesto se salen del marco participativo y democrático y corresponden a los lineamientos que al alcalde de turno conciba, por razones políticas o personales. El presupuesto participativo es un «mecanismo de participación ciudadana que busca fortalecer la democracia, insertando a la sociedad civil, organizada y no orga nizada, en la toma de decisiones respecto de la inversión del Estado, en los ámbitos de los gobiernos regionales y locales» (Sedano, 2007, p. 2). Se trata de un instrumento de planificación anual que ayuda a la priorización de las demandas de la ciudadanía, permitiendo un acceso a las decisiones sobre inversiones de la ciudad, desde una perspectiva que busca integrar el desarrollo de la urbe con la planeación y el desarrollo de las comunas y corregimientos (Alcaldía de Medellín, 2005, citado por Gómez, 2007; Betancourt, 2001). Esto permite evaluar la gobernabilidad democrática y la participación, la planeación y el desarrollo local con la participación de todos los estamentos involucrados. También permite que las comunidades aporten a la elaboración de los proyectos, de tal forma que en éstos se reflejen las principales querencias sociales y se vigile su ejecución (Dagnino, Olvera y Panfichi, 2006). Lo anterior es una concepción de gobernabilidad con «democratización de los procesos de decisiones sobre el desarrollo territorial, mediante la participación di- 61

64 NAYIBE PADILLA VILLA rec ta de los ciudadanos en concertación con los actores políticos, públicos y privados para la configuración y ordenamiento de la vida social política, económica y cultural de las localidades» (Gómez, 2007, p. 59). En otras palabras, es la constitución de un sistema político en que gobernantes y gobernados están a un mismo nivel, es decir, donde se dejan de lado los conflictos de intereses y todos trabajan por un bien común. Pero, además, según Contreras (2007) se debe partir de una perspectiva que incorpore la descripción, el análisis y la interpretación de los saberes y las prácticas de los sujetos involucrados en el proceso. Sin embargo, el proceso de institucionalización del presupuesto participativo se ve obstaculizado por la poca legitimidad democrática de las instituciones. «La crisis que se observa en este sentido se refiere a la creciente deslegitimidad que están viviendo las instituciones públicas de la región, sobre todo las tradicionales instituciones democráticas representativas, lo cual puede llegar a deteriorar el régimen democrático en sí mismo» (Montesino, 2009, p. 1). En otras palabras, las necesidades y carencias sociales no se están con virtiendo en soluciones públicas, ya sea por ineficacia del sistema o por negligencia de la clase dirigente, que no está atendiendo las demandas más sentidas de la comunidad. Según Montesino (p. 1), «la máxima de la democracia representativa que sostiene que «se eligen representantes para tomar decisiones» se ve cuestionada, ya que lo que no puede delegar ni transferir la democracia representativa es la «calidad de las decisiones» que adoptan los representantes electos». Según Cabannes (2005), esto está provocando que el presupuesto participativo, como mecanismo de expresión de una democracia participativa, ni siquiera se transforme en una apuesta local de complemento a la democracia representativa, sino se termina transformando en una democracia barrial, de proximidad, pero que no logra superar los espacios micro-locales. Esta evidente división entre la democracia participativa y la democracia representativa se contrapone a la definición que se hace de Colombia en la constitución política, como una democracia participativa. Además, se establece que a cada municipio como entidad fundamental de la división políticoadministrativa del Estado «le corresponde construir las obras que demande el pro greso local, ordenar el desarrollo de su territorio, promover la participación comunitaria y el mejoramiento social y cultural de sus habitantes» (Presidencia de la República de Colombia, 2008, p.99). Lo anterior da una idea de la calidad de las democracias, pero no cuestionando la existencia de instituciones democráticas, sino las serias limitaciones que distorsionan sus principios (Montesino, 2009). No se desconoce la existencia de me- 62

65 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO canismos legales que facilitan el asentamiento de democracias sólidas, pero hay una marcada discordancia entre las decisiones de los gobernantes de turno en relación con las expectativas de las comunidades que los eligen. Hay marcados contrastes entre promesas de campaña y cumplimiento de las mismas. Además, se organizan y ejecutan arbitrariamente los procesos participativos sin convocar a la ciudadanía para que participe en la programación de proyectos y en su orden de priorización, y mucho menos en la vigilancia de su cumplimiento, a pesar de lo que la norma establece (Congreso de Colombia, Ley 1551 de 2012). Contreras (2007) considera que estas prácticas participativas, aunque alcanzan un largo espectro a nivel territorial, sectorial y poblacional, han sido introducidas principalmente para dar cumplimiento a las disposiciones de la Constitución Política y sus respectivas reglamentaciones, dejando de lado el fundamento ético y conceptual y haciendo énfasis en su acción instrumental. Con base en lo planteado, es evidente que los mecanismos y espacios de representación que caracterizan a las democracias representativas se encuentran muy cuestionados por su escasa efectividad para acercar las preferencias de los ciudadanos a las soluciones públicas (Subirats, 2005). Sin embargo, el auge de los presupuestos participativos en América Latina representa un claro indicio político y social que fundamenta la existencia de una controversia particular hacia la efectividad de los sistemas democráticos representativos. Ello conduce a buscar alternativas que los mejoren, perfeccionen o profundicen, para que las promesas de campañas electorales se materialicen, en la seguridad de que con esto se verán solucionadas las necesidades más sentidas de las comunidades que eligen a dichos gobernantes (Montesino, 2009). Bajo esta perspectiva, es importante resaltar el papel que, en la distribución equitativa de recursos, juegan la planeación, entendida como una función de toma de decisiones anticipadas, expresada y relacionada con el establecimiento de objetivos y la forma de alcanzarlos (Chiavenato 2002), y los planes estratégicos, entendidos como «el esfuerzo orientado a generar aquellas decisiones y acciones consideradas fundamentales para hacer realidad la visión de futuro deseada por los principales agentes económicos y sociales de la ciudad, mediante una relación de objetivos y de medidas para alcanzarlos, con prioridades bien establecidas» (Farinós et al., 2005, p.119). Esto para que los municipios puedan generar las condiciones óptimas de inversión en programas sociales de impacto y beneficio a la comunidad, realizables dentro del contexto del plan de desarrollo local, donde los diferentes actores involucrados, mediante la dinámica de procesos sociales y polí- 63

66 NAYIBE PADILLA VILLA ticas, identifiquen problemas y planten soluciones que favorezcan a todos. Es decir, como herramienta que constituye un modelo de planificación del desarrollo local y regional, con gran incidencia en los procesos de planeación participativa basados en el desarrollo social. Teniendo en cuenta lo anterior, se puede inferir el auge que los procesos de pla neación, ejecución y control presupuestal han cobrado, ya que a través de ellos se crea el puente entre los gestores públicos y la población, y se viabilizan las necesidades más sentidas de las comunidades (Gómez, 2004). En este trabajo se examina el tema el presupuesto participativo del municipio de Sincelejo, Sucre, por ser un aspecto fundamental en la ejecución del Plan de De sarrollo, que contiene todos los programas y proyectos de inversión que benefician a las comunidades de los diferentes sectores, más allá del cumplimiento de la ley en relación con esta práctica. II. DE LA DEMOCRACIA A LA PARTICIPACION CIUDADANA La noción de participación ciudadana engloba una serie de prácticas sociales muy heterogéneas y tiene una larga tradición, cubriendo latitudes y períodos variados, enmarcada en realidades sociales y políticas diferentes (Annunziata, 2009). Para Guillén et. al. (2007, p.1), participar es «la capacidad que tiene la sociedad de involucrarse en la cosa pública para aumentar su grado de influencia en los centros de decisión y ejecución, respecto a las materias que son de su interés». Según estos autores las actividades que por lo regular realiza la ciudadanía, y que se cobijan bajo el término participación, son acciones de auditaje; el papel que juegan dichos actores sociales es consultivo. En muchos menos casos llega a ser delegatario de sus obligaciones hacia el Estado, buscando una supuesta subsidiariedad, evitando y dejando a un lado toda responsabilidad que pudiese abrigar la actividad real de participar. Pero podría esperarse que empiecen a organizarse y a pisar terreno que hasta ahora ha sido reservado para partidos políticos, y desde ahí comenzar a actuar en pro de sus necesidades y carencias, utilizando para ello la Constitución Política y las normas existentes, entre ellas la Ley 1551 de La participación ciudadana involucra la adopción de procedimientos colectivos de toma de decisiones políticas que incluyen la participación activa de todas las personas implicadas o de las potencialmente afectadas por las decisiones que se adop ten. Esto implica la sustentación y deliberación pública de las diversas pro- 64

67 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO puestas de solución a las necesidades manifiestas por la misma comunidad, de tal forma que las decisiones que se tomen sean legitimadas, como resultado de la deliberación pública. A pesar de algunos cuestionamientos de la ciudadanía a la eficacia y eficiencia de las instituciones políticas y públicas, hay un consenso relativo de que la democracia es la mejor forma de vivir en sociedad. Pero que, a la vez, es necesario perfeccionarla e incorporar nuevos mecanismos de decisión ciudadana que la fortalez can para que las comunidades participen de los cambios sociales y puedan desarrollarse armónicamente, estableciendo como cultura, tanto realizar aportaciones planificadas (al irrumpir en escenarios propios de partidos políticos) como beneficiarse de las soluciones que se den a sus necesidades y carencias (Montesino, 2009). Esto es muy similar a lo que Mellado (2001, p.21) llama ciudadano total, «ese que toma parte en todos y cada uno de los asuntos que atañen a su existencia». Es en este contexto donde surgen los Comités de Participación Ciudadana, como una opción dentro del sistema democrático, con el objeto de representar organizadamente a su comunidad ante la autoridad municipal para contribuir e influir en los procesos de toma de decisiones, que en nombre de la sociedad se generan en el ámbito local (Guillén et. al., 2007). Esta participación debe hacerse con responsabilidad, tolerancia, y solidaridad (Merino, 2010). Es decir, responsabilidad de los ciudadanos en la construcción y la consolidación de la democracia, tolerancia ante las diferencias existentes entre los miembros de la comunidad, y solidaridad por ser el esfuerzo mutuo de cooperación social por un bienestar común (Giraldo et. al., 2010). Al conjunto de los dispositivos participativos se les denomina democracia participativa, y esta connotación positiva explica en parte que la mirada se centre en dichos dispositivos. Este término implica la idea del ejercicio directo de la democracia por parte de la ciudadanía y va de la mano de la crítica y el control a la gestión de los representantes (Annunziata, 2009). En palabras de Schnapper (2004), es como una crisis de la representación política, que cuestiona la diferencia entre representantes y representados, ya que la mera existencia de una clase política provoca indignación en los ciudadanos, que no toleran ser representados más que por sí mismos o por aquellos con quienes se sienten identificados en lo personal. Una situación intermedia es cuando la ciudadanía es consultada para planificar una parte, o la totalidad, del gasto público; la situación más avanzada es cuando la ciudadanía tiene el poder de deliberar sobre el presupuesto, como sucede, por ejemplo, en la mayoría de las ciudades brasileñas (Cabannes, 2004). 65

68 NAYIBE PADILLA VILLA 66 La Organización de los Estados Americanos establece que (oea, 2001, pp. 9-10): Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas ( ) El ejercicio efectivo de la democracia representativa es la base del estado de derecho y los regímenes constitucionales de los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos ( ) La participación de la ciudadanía en las decisiones relativas a su propio desarrollo es un derecho y una responsabilidad. Es también una condición necesaria para el pleno y efectivo ejercicio de la democracia. Promover y fomentar diversas formas de participación fortalece la democracia. Además de estas condiciones instituidas por la oea, hay aspectos que pueden facilitar que los mecanismos de participación sean exitosos: En primer lugar, el compromiso de la administración local para hacer efectiva la participación ciudadana, para aprobar y ejecutar las propuestas priorizadas por la comunidad y para recibir control y seguimiento de parte de la comunidad y, segundo, más que permitir una participación masiva de los ciudadanos, se trata de incentivar a que participen y capacitarlos para ello, buscando que la participación sea asertiva, más por el gusto de servir a la comunidad que por figurar ante ella. Es decir, que la administración establezca las condiciones para que se dé la participación, escogiendo y ejecutando las propuestas priorizadas por la ciudadanía y, a su vez, que ésta le haga control y seguimiento a la ejecución de sus iniciativas (González, Agudelo y Parra, 2010). Por otro lado, también que se construyan identidades colectivas en las que los ciudadanos involucrados aprovechen la coyuntura política para sacar a flote sus iniciativas. En Colombia, la Ley 1551 de 2012 establece que (Congreso de Colombia, 2012, p. 3): Las autoridades municipales garantizarán el acceso de los ciudadanos a lo público a través de la concertación y cooperación para que tomen parte activa en las decisiones que inciden en el ejercicio de sus derechos y libertades políticas, con arreglo a los postulados de la democracia participativa, vinculando activamente en estos procesos a particulares, organizaciones civiles, asociaciones residentes del sector y grupos de acción comunal. En estos espacios previstos en la ley se estimula la capacidad de las autoridades para hacer de la concertación un puntal de la gestión pública y, a la vez, la capaci-

69 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO dad de la ciudadanía, especialmente de sus sectores organizados, para tomar parte activa en los procesos de elaboración de los planes de desarrollo (Velásquez y González, 2003a, 2010) y suplir sus necesidades más sentidas. La participación democrática en Colombia exige unos mínimos de situaciones objetivas como la existencia de derechos y la creación de una cultura para el ejercicio de libertades y derechos. De esta forma, el Estado debe promover la intervención de la ciudadanía en los asuntos que atañen a tal participación (Conejero, Ortega y Ortega, 2010; Martí, Pascual y Rebollo, 2005). Y las comunidades, a través de sus medios de participación, deben aprovechar la coyuntura para resolver sus problemas más sentidos. Así las cosas, el país necesita un sistema educativo que enfatice la participación cívica, que las distintas comunidades acepten sus diferencias, que se admita la multiplicidad de formas de pensar y de actuar (Valhondo, 2011). Una autentica participación requiere de personas con deseo, motivación e interés. En este sentido, el proceso debe entenderse como una iniciativa particular que encuentre en el consenso colectivo el peso y su propia definición (Ruelas y Poblano, 2008). Se trata de dotar a las estructuras participativas de un verdadero poder, para que sean ellas quienes dinamicen el sistema representativo, a través de la democracia (Annunziata, 2009). Es en este contexto donde adquieren importancia las experiencias de presupuesto participativo como dinamizadoras de la transformación del sis tema político mediante un empoderamiento de la ciudadanía. Hacerse una idea aproximada de lo que es un presupuesto participativo es tarea compleja por la variedad de experiencias existentes. El modelo que se introdujo, por ejemplo, en Porto Alegre, Brasil, en los años noventa sirve de caso para abrir la discusión sobre el presupuesto participativo, de un esfuerzo por democratizar la democracia y priorizar lo verdaderamente prioritario (Ganuza y Frances, 2012). Esto es, de democratizar la democracia y priorizar lo verdaderamente prioritario. Por esta razón se tiene a Porto Alegre como la cuna de una nueva forma de gestión político-administrativa a partir de las necesidades manifiestas de la comunidad. «A grandes trazos, el presupuesto participativo es un dispositivo que permite a ciudadanos no elegidos participar en la distribución del dinero público» (Sintomer, et al, 2011, p.18). O, según Goldfrank (2006), es un proceso que permite a los ciudadanos participar en una serie de reuniones programadas, hacer sus contribuciones voluntarias en asocio de las autoridades gubernamentales, de tal forma que los miembros de la comunidad participan directamente en la toma de decisiones relacionadas con el presupuesto público y en el control y seguimiento 67

70 NAYIBE PADILLA VILLA al gasto. Según Llamas (2004), en su desarrollo se evidencia un proceso de democracia directa, voluntaria y universal, en el que el ciudadano común tiene la posibilidad de discutir y decidir sobre el presupuesto y las políticas públicas. Esto, según Gallego (2008), lleva a que la participación del ciudadano no se limite a votar para elegir a sus representantes, sino que participa en la toma de decisiones y el control de la gestión del gobierno. Un presupuesto participativo centrado en las inversiones municipales descansa sobre dos dimensiones. La primera es espacial: cada territorio define sus propias prioridades y las discute con sus vecinos. La segunda es temática: a cada administración municipal le corresponden reuniones y comités específicos (Sintomer et al., 2011). Así las cosas, la participación ciudadana se caracteriza por la representación y la participación directa: entre más personas estén en un grupo más difícil será lograr que todos se pongan de acuerdo para tomas una decisión (Puertas et. al., 2006). Pero habrá mayor posibilidad de cobertura a los problemas de la comunidad, ya que con la escogencia de los representantes para buscar mejorar las condiciones de vida comunitarias, habrá veedores del cumplimiento de las normas que vigilen la conducta de los gobernantes e inclusive sancionen a los que apliquen conductas inapropiadas (Valhondo, 2011). En una democracia, los ciudadanos tienen el derecho a votar y deben tener también el derecho a participar en las acciones, movimientos y actos que dignifiquen su construcción. En tal sentido, reivindicar la democracia participativa tiene aún vigencia sólo que esta por sí misma no se desarrolla (Ruelas y Poblano, 2008). Esta reivindicación requiere de líderes que la impulsen, y de un electorado que apoye y defienda sus iniciativas. III. LA EXPERIENCIA DE PORTO ALEGRE El presupuesto participativo comenzó en Brasil, uno de los países más grandes del mundo en área, población y pib, pero con muy altos niveles de desigualdad. Surgió en distintos municipios brasileños como respuesta a movimientos sociales en la década de los setentas del siglo pasado, que tenían como banderas las mejoras en la calidad de vida y el control de los recursos públicos (Gómez, 2007, p.58). Una de las experiencias más notables de presupuesto participativo surgió a finales de los años ochenta en Porto Alegre, capital del estado de Rio Grande do Sul, con un área metropolitana de más de tres millones de habitantes y un ingreso por habitante alto. Porto Alegre está muy próxima a los límites con Uruguay, 68

71 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO Argentina y Paraguay, lo que la convierte en un punto neurálgico en la economía del Mercosur. Fue allí el donde, en 1989, se iniciaron varias administraciones del Partido de los Trabajadores, que inició una democratización las relaciones entre el poder público y los ciudadanos, tratando de solucionar la larga tradición autoritaria de la política brasileña (Buenrostro, 2004). Fue este grupo de centroizquierda el que retomó la experiencia iniciada en lugares como Vitoria, Vila Velha y Ubelandia. Desde entonces, el esquema se ha venido expandiendo rápidamente por todo el mundo, especialmente en Europa y América Latina, buscando hacer menos notorias las desigualdades sociales y superar problemas de corrupción e ineficiencia de los administradores públicos. Según Sintomer (2005, p. 3), el modelo de presupuesto participativo de Porto Alegre se basa en dos dimensiones, territorial (con asambleas y/o gremios de barrio o de sector) y temática (con asambleas y/o gremios discutiendo sobre diferentes políticas públicas); articula el nivel micro local (del barrio o de la aldea) y el de la ciudad; articula asambleas abiertas a todos los ciudadanos, y consejos de delegados que constituyen la cumbre del proceso y lo monitorean; utiliza criterios formales de distribución de los recursos, dentro del marco de un reglamento explícito que puede ser modificado por los participantes; necesita un ciclo organizado de discusiones y toma de decisiones durante todo el año; permite discutir principalmente sobre el presupuesto de inversión, y especialmente sobre las obras; tiene un valor deliberativo y el proceso permite una decisión conjunta entre los ciudadanos movilizados y el gobierno local. En el anterior planteamiento de Sintomer se caracteriza de manera general la experiencia de presupuesto participativo de Porto Alegre, como un instrumento que articula diferentes sectores: sociales, gremiales y político-administrativo, desde los cuales se implantan estrategias formales de monitoreo a la distribución equitativa de los recursos atendiendo las necesidades más prioritarias de determinados sectores de la comunidad. De Sousa (2004, p.34) explica la experiencia de presupuesto participativo de Porto Alegre así: La ciudad se divide en dieciséis distritos y en seis áreas para la discusión temática del presupuesto. La división en distritos del presupuesto participativo, se llevó a cabo según criterios socio-espaciales y la tradición de la organización comunitaria 69

72 NAYIBE PADILLA VILLA de la ciudad. Las áreas son 1) circulación y transporte, 2) educación y ocio, 3) cultura, 4) salud y asistencia social, 5) desarrollo económico e impuestos y 6) organización de la ciudad, desarrollo urbano y ambiental» (Ver Mapa 1 y Cuadro 1). MAPA 1 Porto Alegre y municipios circundantes Fuente: Tomado de la página web de Procempa. 70

73 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO CUADRO 1 Distritos del presupuesto participativo de Porto Alegre y distribución de la población Distritos Nombre Población % Población % 1 Humaitá Navegantes/Ilhas ,2% ,7% 2 Noroeste ,8% ,9% 3 Leste ,2% ,6% 4 Lomba do Pinheiro ,9% ,8% 5 Norte ,4% ,9% 6 Nordeste ,5% ,9% 7 Partenon ,2% ,9% 8 Restinga ,1% ,6% 9 Glória ,3% ,9% 10 Cruzeiro ,7% ,1% 11 Cristal ,0% ,3% 12 Centro Sur ,2% ,9% 13 Extremo Sur ,5% ,9% 14 Eixo da Baltazar ,6% ,7% 15 Sul ,3% ,9% 16 Centro ,0% ,1% Total % % Fuente: Adaptado de De Souza (2004). En Porto Alegre los presupuestos se desarrollan en tres fases o asambleas. En la primera, la contabilidad de la inversión aprobada el año anterior se hace pública para comprobar qué se ha hecho, qué se está haciendo y qué no se ha empezado todavía y por qué motivos. En esta fase los ciudadanos pueden criticar a la administración. En la segunda fase, los vecinos de cada calle, de cada barrio y los participantes de las organizaciones temáticas deciden sus prioridades y eligen a los asesores del presupuesto participativo. Una vez establecidas las prioridades, se eligen los delegados y asesores de cada región u organización temática y se constituye el Foro de los Delegados Regionales y de los delegados para cuestiones temáticas, así como el Consejo Municipal del Plan de Gobierno y del Presupuesto (Ramírez, 2009, p.133). 71

74 NAYIBE PADILLA VILLA El Concejo Municipal coordina la elaboración de los presupuestos y del plan de inversión y, más tarde, supervisa su ejecución. Se mantiene un vínculo permanente entre delegados, asesores y miembros del poder ejecutivo local quienes, con la comunidad, le hacen seguimiento a las obras públicas previstas en el plan de inversión. La experiencia de presupuesto participativo de Porto Alegre es bastante ilustrativa. La ciudad fue precursora de este sistema, nacido, como se dijo antes, por ini ciativa de un partido político de izquierda que, en asocio con una comunidad organizada, comenzaron un proceso de reivindicación social con las mismas comunidades como protagonistas del cambio. Buenrostro (2004) considera el asociacionismo como un ingrediente fundamental del presupuesto participativo. Es decir, este tipo de experiencias se basa en la tradición de la organización social de la ciudad. Para Buenrostro este tipo de procesos depende mucho de acuerdos entre las comunidades y el gobierno de turno donde se detecten necesidades y se den soluciones a éstas. Según Sintomer (2005), en Porto Alegre se dieron ciertas condiciones para el desarrollo del presupuesto participativo, con reglas claras sobre quién tomaba las decisiones de cómo resolver los desacuerdos, y con voluntad política compartida plenamente entre gobierno y comunidad, que favoreció su puesta en marcha. En otras palabras, en Porto Alegre se conjugaron voluntad política con necesidades comunitarias, de donde resultaron beneficiados todos. Aragón (2012, p.5) plantea que, así como había condiciones favorables para la adopción del presupuesto participativo en Porto Alegre, también existían algunas dificultades que impidieron contar con altos niveles de participación en el primer año, entre ellas la falta de recursos del municipio para poder satisfacer las demandas de la ciudadanía ( ) la escasa capacidad de organización debido a que se trataba de una experiencia inédita ( ) Y la relación política existente entre el poder estatal y la ciudadanía basada en el intercambio de favores ( ) el resultado de esta experiencia innovadora fue tan positiva, que fue imitada por muchas otras ciudades y ha convertido a Porto Alegre en una referencia de gestión pública participativa». El modelo de presupuesto participativo de Porto Alegre es el más conocido a nivel internacional (Allegretti y Herzberg, 2004; Buenrostro, 2004; De Sousa, 2004; Sintomer, 2005). Su ejemplo ha tomado fuerza en Europa y América Latina 72

75 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO y ha sido, hasta ahora, el más influyente como metodología participativa. Entre los beneficios más sobresalientes se cuentan los vínculos establecidos entre personas y organizaciones sociales en pro de la gestión pública, y el nivel de acercamiento que se ha logrado entre sus miembros y entre comunidades de diferentes sectores, con diferencias intra y extra comunitarias, pero aceptando las realidades que se vive en cada una de ellas. Con acuerdos como la electrificación y pavimentación de sectores marginales, así como el acceso a servicios tecnológicos y redes de datos para estas comunidades, disminuyeron las inequidades entre grupos demográficos. IV. OTRAS EXPERIENCIAS INTERNACIONALES Para Ahedo e Ibarra (2007), una segunda metodología, a diferencia del modelo de Porto Alegre porque se basa en la participación de colectivos, en vez de ciudadanos individuales, es la de Albacete, en España, que tiene uno de los esquemas de presupuesto participativo más dinámicos de Europa. Una tercera metodología, bastante difundida en Alemania, Inglaterra, Holanda y Francia, se basa en los fondos de inversión local en los barrios, donde los ciudadanos pueden decidir cómo se invertirán los recursos, sobre todo en pequeñas obras. Una cuarta metodología, también muy conocida en Alemania, Inglaterra y España, consiste en designar por sorteo un grupo de ciudadanos que discuten sobre un tema específico por varios días y al final producen un dictamen ciudadano que, aun cuando no es definitivo, deberá tenerse en consideración al tomar la decisión final. Aunque existen otras metodologías menos difundidas que las anteriores, la mayor diferencia entre ellas está en las instancias de fiscalización del proceso (Ahedo e Ibarra, 2007; Sintomer, 2005). Sin embargo, hay una serie de fases que son comunes a la mayoría de los presupuestos participativos. Según Ramírez (2009, p ), estas fases son las siguientes: 1) El gobierno municipal consigna una parte de los presupuestos municipales puede o no haber límite, y cuando lo hay éste acostumbra a oscilar entre el 5% y el 25% a los presupuestos participativos. Hace pública esta consignación y abre el proceso de participación ciudadana. 2) Los vecinos del municipio también puede ser una región se organizan en una o varias asambleas populares en las cuales exponen sus necesidades: servicios municipales de los que carecen, prestaciones públicas que desean mejorar, etc. Sistematizan dichas necesidades en una serie de informes de necesidades y 73

76 NAYIBE PADILLA VILLA nombran delegados de las asambleas. Las asambleas populares acostumbran a corresponderse con un barrio, un distrito o una zona concreta de la ciudad. No obstante, los ciudadanos pueden distribuirse siguiendo criterios no estrictamente territoriales, sino sectoriales, esto es, organizarse en función de la materia que se trate monotemáticamente en esa asamblea: alcantarillado, educación, etc. 3) Los delegados elegidos por las asambleas se reúnen con técnicos y expertos per sonas con conocimientos profesionales de construcción, suministro de servicios, etc. así como con miembros del gobierno municipal y, sirviéndose de los informes de necesidades redactados por las asambleas, elaboran informes técnicos en los que calculan las posibilidades reales de realización de las peticiones de las asambleas, presupuestan sus costes y elaboran una lista en la que ordenan las peticiones en base a su urgencia o importancia. 4) En esta fase del proceso hay dos posibilidades: o bien los informes técnicos se remiten a las áreas del gobierno municipal relacionadas con las distintas materias que han sido catalogadas como de mayor urgencia o importancia en dichos informes técnicos para que se lleven a cabo las actuaciones necesarias y se resuelvan las necesidades expresadas por los ciudadanos, o bien los informes técnicos se remiten nuevamente a las asambleas populares para que éstas manifiesten su parecer sobre lo decidido por sus delegados en colaboración con los técnicos y los miembros del gobierno municipal, hagan los cambios que estimen oportunos siendo asesoradas por los técnicos y los miembros del gobierno municipal y aprueben una lista definitiva de actuaciones a realizar, la cual se remitirá al gobierno municipal para que éste, a través de sus distintas áreas de gobierno, ejecute dichas actuaciones en el orden explicitado en la lista. Y 5) En último lugar, y generalmente ya a lo largo del año siguiente, antes de comenzar los sucesivos presupuestos participativos, se hará por parte del gobierno municipal una exposición pública de los resultados obtenidos con los presupuestos participativos del año anterior: obras realizadas, actuaciones comenzadas, etc. Con esta información comenzarán a trabajar las asambleas populares del nuevo año. En lo descrito por Ramírez, cabe anotar que ese orden es un aspecto que sin duda puede ayudar al correcto funcionamiento de los presupuestos participativos, ya que la secuencia de las fases determina una función importante y específica en su ejecución. La aplicación de esta metodología en otras partes del mundo no responde a un modelo estricto, irreductible e idéntico al desarrollado en Porto Ale- 74

77 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO gre. Se aplica de manera flexible, autorregulado y adaptado a las peculiaridades y condiciones de los participantes del mismo, ya que el modelo nunca encuentra las mismas condiciones contextuales para ser aplicado (Buenrostro, 2004). Sintomer (2005) considera que, metodológicamente, la aplicación del presupuesto participativo, no es igual en los países europeos o en los latinoamericanos. «Lo que se llama presupuesto participativo no es exactamente lo mismo en Francia, Italia, Alemania o España» (p.1). Esto en razón a que entre estos países existen diferencias marcadas en relación a su cultura política, competencias de los gobiernos locales y forma del manejo presupuestal. Los ambientes contextuales, incluso, difieren hasta al interior de un mismo país, quizás en razón a que su cultura política y sus arraigos lo hacen diferente en cada región o municipio ya que los contextos en que se dan son diferentes, u obedecen a temas políticos. Sin embargo, en América Latina la experiencia de Porto Alegre ha sido copiada en muchos países, donde ha sido adaptada a las condiciones políticas y sociales locales. Pero como modelo parece seguir siendo un referente obligado, porque todavía es la referencia política más conocida y popular. Sintomer (2005, p. 7) plantea que, en Europa, «la mayoría de las experiencias de presupuesto participativo no son todavía deliberativas: permanecen consultivas y las decisiones las toman al final los políticos. Ocurre siempre así en Francia, Alemania, Bélgica, Inglaterra y Portugal, por lo menos cuando se trata de decisiones más allá del nivel del barrio». Es decir, aunque se involucren diferentes comunidades en la discusión de las diferentes políticas públicas que afectan a todos los ciudadanos, las decisiones trascendentales están en manos de los dirigentes políticos. Una de las metas que se han propuesto en América Latina en el desarrollo de presupuestos participativos es acabar con el clientelismo; este no es un objetivo político en Europa, pues aunque allá hay clientelismo, tiene menos arraigo, de manera que las prioridades son otras (Sintomer, 2005). El éxito de los presupuestos participativos en América Latina no se ha generalizado de tal forma que promueva la participación ciudadana en el ámbito local, con transparencia fiscal y gobiernos municipales eficientes. Esto puede deberse a fallos en los diseños, al establecimiento de otras prioridades por parte de quienes los diseñan, a obstáculos por parte de los dirigentes políticos, a una baja capacidad fiscal y administrativa de los gobiernos municipales, o a sociedades civiles fragmentadas y conflictivas (Goldfrank, 2006). En América Latina además de la experiencia de Porto Alegre en Brasil, cabe destacar las de Venezuela, Uruguay, Bolivia, Guatemala, Nicaragua, México, Colombia 75

78 NAYIBE PADILLA VILLA y Perú, donde no se han llenado del todo las expectativas, pero se ha logrado vincular a la ciudadanía en las decisiones que tienen que ver con la asignación y ejecución de recursos del presupuesto, y se han resuelto problemas bien sentidos en la comunidad (Goldfrank, 2012). V. LAS EXPERIENCIAS EN COLOMBIA En Colombia, al igual que en la mayoría de los países de América Latina, surgió la planeación como herramienta de gestión pública para lograr los consensos políticos requeridos para el éxito de proyectos modernizantes y proveer las garantías sociales necesarias para la consolidación del capitalismo (Velásquez y González, 2003b). Posteriormente se ha convertido en un instrumento que facilita la concertación y promueve la democracia, con la participación directa de la comunidad en los procesos relacionados con el desarrollo de su sector, discutiendo asuntos propuestos por la propia comunidad, buscando solucionar los problemas más sentidos de la ciudadanía. Algunas experiencias de presupuesto participativo en Colombia se han dado en municipios como Medellín, Pasto, Barrancabermeja, Ocaña y en departamentos como Risaralda, Nariño y Antioquia, donde al igual que a nivel internacional no se han llenado del todo las expectativas, pero se ha dado un espacio para que la ciudadanía y los gobernantes intercambien ideas sobre las decisiones que tienen que ver con la asignación y ejecución de recursos del presupuesto, y resuelvan problemas considerados como prioritarios por la comunidad (Goldfrank, 2012). Estos procesos le han permitido a la ciudadanía involucrarse en la planificación anual de sus prioridades, permitiéndoles exponerlas ante las autoridades locales y con ello posibilitar su viabilidad, pero sobre todo, participar en la toma de decisiones sobre la distribución de los recursos públicos en la localidad, integrando así su desarrollo con la planeación, y generando cierta satisfacción en las comunidades participantes (Velásquez y González, 2010; Gómez, 2007). Hay experiencias que se han logrado mantener en el tiempo, como son los casos de Medellín y Pasto. En Medellín, por ejemplo, el trabajo se organiza por comisiones temáticas, que son grupos de trabajo en que los delegados elegidos en las asambleas barriales y veredales y representantes de organizaciones sociales, comunitarias y solidarias, junto con los secretarios y los técnicos de cada secretaría de la Alcaldía profundizan en los proyectos en los que se invertirán los recursos del 76

79 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO presupuesto participativo. En estas comisiones, además, se proponen, discuten y acuerdan los proyectos de cada uno de los planes de desarrollo local que cada comunidad prioriza para gestionar con recursos del presupuesto participativo. Para ello se destina un porcentaje entre el 5% y el 10% - del presupuesto municipal de libre inversión. Todos los años se eligen los delegados que integrarán los Consejos Comunales que harán parte de las comisiones temáticas (Alcaldía de Medellín, 2013). Con la puesta en marcha del esquema de presupuesto participativo en Medellín se ha logrado que las comunidades de cada comuna y corregimiento de la ciudad, cada año a partir del 2004, prioricen proyectos que consideren vitales para resolver sus problemas. De esta manera han logrado mejoras en sus condiciones de vida. Por ejemplo, han participado en la construcción y aplicación de los planes de desarrollo local en cada comuna y corregimiento. Así, las comunidades deliberan sobre asuntos y necesidades colectivas, haciendo posible que esto se traduzca en propuestas y decisiones de inversión del presupuesto municipal. Además, se realizan las jornadas de vida y equidad a través de las cuales se definen con las comunas y corregimientos la inversión de importantes recursos (Alcaldía de Medellín, 2013). En el caso de Pasto, la implantación del esquema de presupuesto participativo ha tenido varios resultados importantes. Los encuentros han tenido nutrida asistencia y una activa participación de la comunidad en las discusiones sobre la priorización de proyectos. Cada año se han venido priorizando sectores como servicios públicos, educación, productividad, cultura, parques, medio ambiente y deporte, además de la construcción de vías, como aspectos indispensables y vitales para el desarrollo de los corregimientos. Estos consensos, en suma, han servido para que la comunidad reflexione sobre el importante papel que puede asumir en ayudar a gobernar para el bienestar de todos (Gómez, 2007). En cuanto a la descentralización fiscal, la Constitución de 1991 y normas posteriores elevaron las transferencias del gobierno central a las regiones, redefinieron las funciones de los distintos niveles de gobierno, aumentando, por lo tanto, las res ponsabilidades administrativas y fiscales de las entidades territoriales (Iregui, Ramos y Saavedra, 2001, p.7). En Colombia, los impuestos no son establecidos por los departamentos o los municipios, sino por el Congreso de la República, que autoriza algunos tributos de orden nacional o los autoriza a los gobiernos locales. Así las cosas, en los municipios parte de los gastos se financian con recursos provenientes de transferencias 77

80 NAYIBE PADILLA VILLA nacionales con destinación específica, y la poca gestión de recaudo por rentas propias no es relevante para cubrir de manera autónoma la aplicación presupuestal y la ejecución de programas y proyectos de inversión para el beneficio de las comunidades. La alta dependencia de los municipios y departamentos de las transferencias nacionales, desestimula la conformación de planes para un manejo fiscal responsable, lo que puede estar contribuyendo a que la atención de las necesidades básicas y de inversión de las comunidades en la mayoría de los casos no responda a las necesidades priorizadas por la comunidad. Uno de los aspectos más significativos del esquema de presupuesto participativo es el refuerzo al sentimiento ciudadano de ser útil a la sociedad que es ganancia para todos de que se contribuye a reformar y modernizar la gestión pública, y de que las obras que se desarrollan han sido fruto de un acuerdo del público con sus dirigentes. VI. CONDICIONES PARA ESTABLECER UN PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN SINCELEJO En el municipio de Sincelejo existen condiciones para establecer un presupuesto participativo. En el artículo 40º de la ley 1551 de 2012, se establece: 78 Parágrafo 3. El Concejo Municipal o Distrital podrá constituir, para apoyar la inversión social en los Corregimientos, Comunas y localidades, un Presupuesto Participativo que permita a los ciudadanos deliberar y decidir en la distribución de un porcentaje del presupuesto municipal, a través de las jal, asignado a sus respectivas Comunas, Corregimientos y localidades, observando las normas y disposiciones nacionales y municipales que rigen el ejercicio de la planeación, el presupuesto y la contratación, en concordancia con el Plan de Desarrollo Municipal. En todo caso los procesos de planeación local serán insumo para la formulación del plan municipal de desarrollo, así mismo se dará prioridad a las propuestas de inversión presentadas por los respectivos Consejos Comunales y Corregimientos de Planeación que dentro de sus respectivos planes garanticen complemento con trabajo comunitario, dentro del marco de los convenios. Para la implementación y ejecución del Presupuesto Participativo, la administración municipal garantizará los recursos necesarios para la operación y puesta en marcha del programa de planeación y Presupuesto Participativo en cada una de

81 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO las Comunas y Corregimientos del municipio y distrito dentro del plan plurianual de inversiones. Se creará dentro del Presupuesto Municipal un componente denominado Presupuesto Participativo que hará parte del Estatuto Orgánico del Presupuesto del Municipio o Distrito (Congreso de Colombia, 2012, p.27). Además, Sincelejo cuenta con una serie de organizaciones comunales, comunitarias y sociales que posibilitan a la ciudadanía y a la sociedad en general participar en aquellos aspectos relacionados con el desarrollo de sus respectivas comunidades. Algunas de ellas son las 220 juntas de acción comunal, cinco asociaciones u organizaciones comunales localizadas en las comunas 1, 3, 7, 8 y 9, una asociación municipal que desarrolla sus actividades en las comunas 2, 4, 5 y 6 y los cuatro corregimientos que se fundamentan y regulan por la Ley 743 de 2002 y su Decreto Reglamentario 2350 de Para ejercer el control social existen en el municipio de Sincelejo cinco redes de veedurías ciudadanas por sector de inversión social, tales como educación, salud, recreación y deporte, contratación y obras públicas, medio ambiente, cultura, programas especiales, vivienda, entre otros. De igual manera existen unos 25 comités de vocales de control de los servicios públicos. Sin embargo, estas organizaciones no cumplen con la función que las comunidades y la ley les ha otorgado. Por el contrario, no participan en las decisiones de inversión de las necesidades prioritarias de inversión para mejorar sus condiciones de vida. La política tradicional en su forma más representativa no da margen a la participación en las decisiones que tienen que ver con la distribución equitativa y participativa de los recursos. La mayoría de las decisiones provienen del mandatario de turno y de los intereses políticos que entran en juego en la ejecución de los recursos que conforman el presupuesto municipal. Y como ya se dijo, la participación en la toma de decisiones implica fortalecer y rescatar los valores de la democracia participativa, el civismo y el desarrollo del ciudadano. Así las cosas, las organizaciones comunales y sociales podrán participar en la vida política, económica, social, cultural y ambiental de Sincelejo, procurando el desarrollo de las comunidades para obtener una vida digna en comunidad. Sin embargo, «hay esperanzas de futuro: la intención de devolver a la política su sentido, de fomentar una ciudadanía activa, de poner fin a la apatía y a la concepción peyorativa de la política» (Annunziata, 2008, p.1). «Los procesos hegemónicos de globalización han provocado, en todo el mundo, la intensificación de la exclusión social y de la marginación de grandes sectores de 79

82 NAYIBE PADILLA VILLA 80 la población. Estos procesos están encontrando resistencia, iniciativa de base, innovaciones comunitarias y movimientos populares que intentan reaccionar contra la exclusión social, abriendo espacios para la participación democrática, para la construcción de la comunidad, para alternativas a las formas dominantes de desarrollo y de conocimiento, en resumen, para la inclusión social» (De Sousa, 2004, p.13). Teniendo en cuenta que las acciones comunales de participación no se hacen en la individualidad, ni en colectividad como entes aislados, porque no tendrían sentido si no tienen una clara intención de beneficio común y de proyección de las capacidades de quienes hacen parte de ellas, tanto a nivel grupal, como individual. Sería deseable que en Sincelejo se pusiera en marcha un esquema de presupuesto participativo, tomando como referente experiencias exitosas como las de Porto Alegre, Albacete o Medellín. En todas ellas hay elementos que vale la pena tener en cuenta, como la estructura por distritos y áreas temáticas llevada a cabo en Porto Alegre, aprovechando que el municipio ya está dividido en comunas y cuenta con cinco redes de veedurías ciudadanas por sector de inversión social. En las experiencias de Medellín y Pasto, por ejemplo, es muy interesante su dinamismo a través de las páginas web, donde cualquiera puede plantear sugerencias, proponer proyectos, proponerse como candidato a las asambleas barriales, veredales o de cabildos, y donde los comunidades organizadas también tienen sus espacios. Sincelejo tiene en la actualidad una población de habitantes, de los cuales están en los niveles i, ii y iii del sisben (80,71% en el nivel i). El 95% de la población habita en la zona urbana. El municipio tiene 21 corregimientos y 17 veredas, entre los cuales se encuentran cinco cabildos menores indígenas. En los últimos años ha tenido lugar un aumento considerable de la población por la afluencia de gentes desplazadas de otras regiones del país; hoy Sincelejo tiene unos desplazados, que representan más de 37% de sus habitantes. En 2007, el 21,7% de la población vivía en condiciones de hacinamiento (tres o más personas por habitación) (Alcaldía de Sincelejo, 2012). Sincelejo cuenta con 35 instituciones educativas oficiales, de las cuales dos son rurales, y 73 no oficiales. Como apoyo a programas de media técnica y formación al emprendimiento, se cuenta con una sede del sena y 31 centros de educación para el trabajo y el desarrollo humano. Las puntuaciones en las pruebas Saber 11 en los últimos 10 años se han ubicado por debajo de la media nacional. En 2010, la tasa de analfabetismo era de 7,13%. La tasa de cobertura neta en 2011 alcanzó 97%, y la tasa de desertores para ese mismo año fue de 4,63%. Algunas posibles

83 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO causas de esto son la insuficiencia de personal de apoyo, la falta de colaboración de los padres de familia y problemas como la alimentación y el desempleo. En Sincelejo hay tres instituciones de educación superior, una oficial y dos privadas. además, hay cinco instituciones más de este tipo que tienen sede en el municipio. En este contexto, esta problemática de calidad educativa compromete al mandatario para fortalecer y garantizar una educación de calidad y disminuir las brechas establecidas entre las zonas rurales y urbanas. El municipio cuenta con 507 ips, de las cuales sólo el 5% (29) son públicas. Ade más el 96% son de primer nivel. La red de prestadores cuenta con 849 camas para servicios hospitalarios, es decir, 3,3 camas por cada mil habitantes. Uno de los aspectos críticos del sector salud en Sincelejo no es precisamente la falta de recurso humano, sino el recorte de la planta de personal de la mayoría de las instituciones prestadoras de servicios de salud debido a problemas financieros. Esto redunda en una baja calidad en la atención médica por el poco tiempo que el profesional le puede dedicar al paciente, ya que la estrategia actual está enfocada a la producción, descuidando la calidad del servicio. Uno de los problemas más importantes de Sincelejo es la escasez de vivienda de interés prioritario para las familias vulnerables y necesitadas. El déficit cuantitativo y cualitativo de vivienda tanto rural como urbana ha crecido en los últimos años producto del aumento de la población, especialmente por el desplazamiento forzado. Según el Fondo de Vivienda de Interés Social de Sincelejo, el faltante es de soluciones de vivienda urbana y mejoramientos. Según el dnp el 67,2% de los sucreños se ubican por debajo de la línea de pobreza, en tanto que un 24,5 está por debajo de la línea de indigencia; ambos indicadores han aumentado en Sucre en los últimos años y se encuentran por encima del promedio nacional (52,5% y 18%, respectivamente). La estructura céntrica de la malla vial ha hecho que el centro de la ciudad sea el punto de llegada, al cual converge el tráfico automotor, congestionándola. El fenómeno del mototaxismo ayuda a empeorar la congestión vehicular. La proliferación del mototaxismo incontrolado no solo genera caos de tráfico sino que trae consigo fenómenos de desorden social y contaminación ambiental. Las vías urbanas se encuentran en mal estado, siendo las más afectadas las vías de sectores pobres, donde la mayoría carece de pavimentación. En el Cuadro 2 se presenta una proyección del presupuesto del municipio de Sincelejo

84 NAYIBE PADILLA VILLA CUADRO 2 Egresos del municipio de Sincelejo, (miles de pesos) Concepto * 2014 * 2015 * Gastos totales presupuesto general Presupuesto de funcionamiento Servicios personales asociados a la nómina Servicios personales indirectos Constribuciones inherentes a la nómina Gastos generales Adquisición de bienes Adquisición de servicios Transferencias Transferencias órganos de control y entes descentralizados Transferencias concejo Transferencias personería Transferencias entes descentralizados fovis Transferencias entes descentralizados imder Transferencias entes descentralizados fomvas Inversión Inversión de la vigencia Servicio de la deuda pública Intereses Amortización a capital Nota: * Proyección. Fuente: Alcaldía Municipal de Sincelejo (2012). 82

85 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO Según datos de la Alcaldía Municipal de Sincelejo, con la puesta en marcha del Plan de Desarrollo Municipal se plantearon políticas para la disminución de las necesidades básicas insatisfechas y de pobreza absoluta, para mejorar la calidad de vida de los habitantes y fomentar la participación de las comunidades excluidas, con el apoyo de las Juntas Administradoras locales representadas por los ediles de las diferentes comunas y las asociaciones cívicas y comunitarias. La estrategia se enmarca en lo establecido en el Artículo 135 de la Ley 136 de 1994, que establece la posibilidad de vincularse a la gestión municipal mediante su participación en el ejercicio de las funciones, a fin de consultar prioridades en la inversión o ejecución de obras públicas que sean de su cargo. Sin embargo, por problemas administrativos y operativos, en el primer año de la actual administración municipal la inversión no se ejecutó como estaba establecida en el presupuesto y en el plan anual de inversiones. Fue, por ejemplo, el caso de los recursos de regalías; con la entrada en vigencia de la Ley 1530 de 2012 se dificultó la puesta en marcha de obras prioritarias del actual plan. Básicamente se ejecutaron recursos de las obras contratadas por la anterior administración con recursos del Departamento Nacional de Planeación y del nivel central para el Programa Estratégico de Transporte de Sincelejo. Es de anotar que la participación de las comunidades representadas legalmente solo se observa en los momentos de concertación y definición de prioridades acorde con la disponibilidad de recursos en el presupuesto. No hay, por el contrario, mayor participación en los aspectos técnicos, quizás por los pocos conocimientos de los representantes de las comunidades en las profesiones de los ejecutantes. Así, se convierten con frecuencia en simples observadores de la ejecución de la admi nistración de los recursos, sin ninguna participación en la estructuración y financiación de recursos en el presupuesto inicial y final, así como de la gestión de recursos que en un 100% lo dispone el ejecutivo municipal. Sin embargo, a pesar de no tener una adecuada participación, los habitantes de Sincelejo han mejorado su calidad de vida con la ejecución de obras de gran envergadura. Tal es el caso del programa Plan Centro financiado, un plan estratégico del orden nacional que consiste, entre otras obras, de la construcción de la sede de las ips Vallejo y San Luis, y el arreglo de vías en diferentes sectores de la ciudad. El presupuesto de la vigencia 2012 ascendió a $ 270 mil millones, de los cuales la Secretaría de Desarrollo ejecutó recursos por $50 mil millones en obras de infraestructura vial, educativa y saneamiento básico entre otras, todas ellas contratadas o aprobadas en la administración anterior. Ejemplos son el mejoramiento 83

86 NAYIBE PADILLA VILLA de la vía rural San Antonio-Cerro El Naranjo-Sincelejo, las obras de adecuación del sistema de acueducto del corregimiento de Chocho, y la optimización en general del servicio de agua potable en varias de las comunas de Sincelejo, que se realizaron a petición de las comunidades. De otra parte, hay recursos del presupuesto que revisten gran importancia para el desarrollo local en las próximas vigencias. Entre las principales obras contempladas se cuenta un plan de construcción de vías en Sincelejo, donde el Gobierno Nacional avaló la adjudicación de recursos por $100 mil millones: la construcción en doble calzada de la carrera que conecta El Maizal con el Km 0 vía a Tolú y la construcción de la variante oriental desde Bremen hasta el Km 3 de la vía a Tolú. En la actual administración se han invertido recursos de regalías en pavimentaciones de vías urbanas y rurales y en obras de protección $11 mil 370 millones; en acueductos y alcantarillados urbanos y rurales, $22 mil millones; y en canalización y limpieza de arroyos para descontaminación del medio ambiente, $8 mil 700 millones. Los ingresos totales del presupuesto en la vigencia de 2012 ascendieron a $ mil millones y los gastos totales a $ mil millones, lo cual arrojó un superávit presupuestal de $ mil millones (Alcaldía Municipal de Sincelejo, 2012). No obstante, a pesar de las necesidades que tienen los habitantes de Sincelejo, los malos manejos administrativos han creado una situación judicial delicada, que ha llevado al municipio a iniciar un acuerdo de reestructuración de pasivos de Ley 550. A 31 de diciembre de 2012 se registraban 818 procesos judiciales en contra, estimados en unos $ millones. La oficina jurídica de la Alcaldía estima que el 45% de tales procesos conducirá a fallos en contra. Este panorama impone la constitución de un fondo de contingencias en el marco del acuerdo de reestructuración de pasivos que se suscriba con los acreedores, que sea lo suficientemente fuerte para atender los fallos en contra y para que no ponga en riesgo la prelación de pagos establecida con los acreedores y la ejecución de los proyectos prioritarios para el desarrollo de las comunidades. Un total de $11,245 millones invirtió durante 2012 el Sistema Estratégico de Transporte Público de Pasajeros en Sincelejo a través de la firma ejecutora del proyecto, Metrosabanas s.a.s en la rehabilitación de espacio público (andenes), construcción de vías urbanas (pavimento rígido) e interventoría. En la rehabilitación de espacio público se han beneficiado ocho barrios: Las Margaritas, El Socorro, 84

87 UNA PROPUESTA DE PRESUPUESTO PARTICIPATIVO EN EL MUNICIPIO DE SINCELEJO La Toscana, La María, La Fe, El Cabrero, La Palma, y Alfonso López en 7,4 kilómetros de construcción de andenes en los que se han invertido $5.201 millones. Con la construcción de vías urbanas, se han beneficiado también ocho barrios en los que se han intervenido 2,07 kilómetros e invertido $5.408 millones. Este sistema tiene 17 rutas radiales que llegan a una estación localizada en el centro de la ciudad y se complementa con dos rutas circulares (circunvalar interior y exterior). El valor total de este proyecto asciende a $174 mil millones, de los cuales la Nación aporta $100 mil millones, el municipio, más de $40 mil millones y el sector privado, más de $30 mil millones. Estos datos demuestran las falencias del sistema de asignación de recursos presupuestales en la proyección estimada por la administración, en su marco fiscal de mediano plazo. La situación contrasta con el desarrollo de una propuesta de presupuesto participativo y las ventajas en lo relacionado con involucrar a las comunidades y actores sociales, mencionadas a lo largo de este trabajo (Rodríguez y Pedraja, 2009). Además, al adoptar un esquema de presupuesto participativo se parte en dos la forma mecánica y tradicional de asignar recursos, incluso a espaldas de las comunidades sobre las cuales se deben dirigir las acciones en la que estos se han venido ejecutando. Sin embargo, ello no garantiza la efectividad en la aplicación de los mismos y se corre el riesgo de que intereses particulares interfieran con los objetivos de la estrategia de presupuesto participativo. CONCLUSIONES En general la participación de las comunidades en los presupuestos municipales es muy limitada. En Sincelejo existen algunos elementos que favorecen tal participación, pero los representantes comunitarios no hacen uso de sus derechos como ciudadanos y, además, los representantes del gobierno local no parecen estar interesados en ceder estos espacios a las comunidades. Para adoptar una estrategia de presupuesto participativo en Sincelejo se puede partir de experiencias exitosas como las de Porto Alegre, Albacete o Medellín. Para ello se pueden propiciar espacios de reflexión, socialización y participación de las comunidades en la toma de decisiones relacionadas con la inversión y el gasto público. Adicionalmente, se pueden aprovechar algunas decisiones institucionales tales como hacer una división por comunas y las cinco redes de veedurías ciudadanas por sector de inversión social de la ciudad, similares a la división que 85

88 NAYIBE PADILLA VILLA se tiene en Porto Alegre. Además, se puede aprovechar la forma de socialización de su presupuesto y de las condiciones para ingresar a éste, tal como se da en Medellín y Pasto. La clase política no ha propiciado los espacios a los ciudadanos no elegidos para que participen en la distribución del dinero público, y las comunidades no han hecho respetar este derecho que les otorga la Constitución Política. Los recursos asignados en el presupuesto local no están distribuidos de manera equitativa en las comunidades. Las necesidades de la comunidad no se tienen en cuenta en la asignación de los recursos, de manera que se pueda pasar de la democracia a una verdadera participación ciudadana, es decir, desarrollar a partir de la participación ciudadana una cultura política. Este es un aspecto que, según Pedraja y Rodríguez (2004), legitima las acciones de la ciudadanía y la lleva a lograr objetivos y metas para el mejoramiento continuo. La participación de las comunidades solo se da en algunos casos de concertación y definición de prioridades relacionadas con la disponibilidad de recursos en el presupuesto, sin mayor participación en lo técnico. Se convierten así en simples observadores de la ejecución de la administración de los recursos del mismo, sin ninguna participación en la estructuración y financiación de recursos en el presupuesto inicial y final, así como de la gestión de recursos que en un 100% lo dispone el ejecutivo municipal. Cuando parecen existir condiciones para que estos procesos se den en el municipio, las juntas de acción comunal se constituyen pero no funcionan para estos efectos. Y cuando, en ocasiones, el Concejo Municipal abre sus puertas al público para tratar temas coyunturales considerados de sumo interés para la comunidad, los ediles y miembros de las juntas de acción comunal poco concurren a las sesiones. En los pequeños espacios donde son atendidas las iniciativas de la comunidad, predomina el poder de los gobiernos locales, y éstos limitan la autonomía de las personas y asociaciones implicadas en la participación. En este sentido, el mecanismo de participación ciudadana se convierte en una política de manejo de imagen de los gobernantes de turno. REFERENCIAS Ahedo, Igor y Pedro Ibarra (2007), Democracia participativa y desarrollo humano, Madrid: Dikinson. 86

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93 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA MARÍA AGUILERA DÍAZ * RESUMEN La subregión Montes de María está ubicada en la parte central de los departamentos de Bolívar y Sucre en el Caribe colombiano. Su economía está basada en actividades agropecuarias, con tradición en ganadería bovina y cultivos campesinos de yuca, ñame, maíz, arroz, plátano, tabaco, café y aguacate. Recientemente se han desarrollado cultivos comerciales de palma de aceite y cacao. El objetivo de esta investigación consiste en describir la evolución de la economía de esta subregión en la primera década del siglo xxi. Los resultados mostraron un bajo desarrollo económico que está limitado por la alta concentración de la tierra y los altos niveles de pobreza y miseria. No obstante, posee un potencial económico por desarrollar como los cultivos agroindustriales y forestales, así como el turístico. Palabras clave: Montes de María, Caribe colombiano, agricultura, ganadería. Clasificaciones jel: Q10, R11. * La autora es Jefe del Centro Regional de Estudios Económicos del Banco de la República, en Cartagena. Correos electrónicos: maguildi@banrep.gov.co o maria.aguileradiaz@gmail.com. Este trabajo es una versión revisada del estudio que apareció con el título «Montes de María: Una subregión de economía campesina y empresarial» en la Serie Documentos de Trabajo sobre Economía Regional, ceer, Banco de la República, No. 195, diciembre de Se agradecen los comentarios y sugerencias de Adolfo Meisel, Jaime Bonet, Andrés Sánchez y Javier Pérez. También se agradece a Lina Moyano, Simón Chávez y Sebastián Quintero por su colaboración como asistentes en la elaboración de este trabajo. Fecha de recepción: febrero 5 de 2014; fecha de aceptación: abril 22 de Economía & Región, Vol. 8, No. 1, (Cartagena, junio 2014), pp

94 MARÍA AGUILERA DÍAZ ABSTRACT The Economy of Montes de María, Colombia The subregion of Montes de María is located in the Colombian Caribbean, in the middle part of the departments of Bolívar and Sucre. Its economy is based on farming activities such as livestock breeding and crops of cassava, plantain, corn, tobacco, coffee, and avocado. Recently, new commercial crops have do been developed such as oil palm, cocoa and hot pepper. The aim of this document is to describe the economic environment around this particular sub-region during the first decade of the xxi century. Results show a low economic development, mainly linked to violence, insecurity, high concentration of land, and high levels of poverty. Nevertheless, the sub-region of Montes de María has a great potential to develop agro-industrial and forestry crops and tourism. Key words: Montes de María, Colombian Caribbean, agriculture, livestock. jel Classifications: Q10, R11. I. INTRODUCCIÓN La subregión Montes de María (mm) está ubicada en la parte central de los departamentos de Bolívar y Sucre, en el Caribe colombiano. La zona está integrada por quince municipios que ocupan un área de kms 2, equivalentes a la quinta parte del territorio de los dos departamentos. 1 Se trata de un área que posee gran biodiversidad de flora y fauna. Las actividades económicas giran alrededor de la producción agropecuaria, con tradición en ganadería bovina y cultivos campesinos de maíz, arroz, yuca, ñame, plátano, tabaco, café y aguacate. Recientemente, se han introducido cultivos empresariales de cacao y palma de aceite. El ecosistema está conformado por bosques secos tropicales y manglares, recursos hídricos y cuerpos acuáticos asociados (ciénagas, lagunas y aguas subterráneas), formaciones coralinas, playas marinas y una variedad de flora y fauna. Los 1 En el departamento de Bolívar: Córdoba, El Carmen de Bolívar, El Guamo, María La Baja, San Jacinto, San Juan Nepomuceno y Zambrano; en el departamento de Sucre: Ovejas, Chalan, Colosó, Morroa, Toluviejo, Los Palmitos, San Onofre y Palmito. 92

95 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA bosques albergan una diversidad de fauna y son productores de agua, pero han sido afectados por la deforestación, que ocasiona problemas de deslizamientos, erosiones de suelos y deterioro del hábitat de la fauna. Además, las actividades agropecuarias de subsistencia que se realizan en laderas empinadas y nacimientos de cuencas hidrológicas causan daños a los recursos naturales. Para controlar estos factores negativos, fueron creadas dos zonas de reservas naturales protectoras con el objeto de conservar, estudiar e investigar los recursos hídricos, la fauna y la flora. Estas zonas son la Reserva Forestal Protectora Serranía de Coraza y Montes de María y el Santuario de Fauna y Flora Los Colorados, que tienen potencial para el ecoturismo. Además de estos problemas ambientales, en las últimas tres décadas la subregión mm fue azotada por la violencia de grupos al margen de la ley. Estos tomaron la zona como refugio y corredor estratégico para el tráfico de armas y el negocio de narcotráfico, lo que los llevó a través de la vía armada a apoderarse de tierras, causando el desplazamiento forzado de muchas familias y la disminución de actividades económicas (Sierra et. al., 2011; Porras, sf.a). Para darle solución a estos problemas sociales, ambientales y económicos, los gobiernos locales, departamentales y nacional, en colaboración con organismos internacionales, han puesto en marcha proyectos de desarrollo rural con la participación de pequeños productores. Estas iniciativas buscan el desarrollo rural sostenible y el trabajo colectivo de los pequeños productores rurales, aprovechando el potencial agropecuario, minero, pesquero, artesanal y de ecoturismo existente en la zona. Desde finales de la década de 1990, son varias las iniciativas que se formularon y los planes desarrollados por diversas instituciones en la zona. No obstante, poco se conoce de los resultados de estas acciones. Esta fue una de las razones para realizar el presente estudio. Dos quintas partes de la población de mm viven en el campo, casi el doble del porcentaje de ruralidad del país. Aunque esta comunidad rural tiene acceso a amplios recursos naturales (bosques y tierras cultivables), presenta altos niveles de pobreza debido a las deficiencias en el acceso a los servicios básicos domiciliarios (electricidad, agua, alcantarillado) y a la educación, servicios de salud y oportunidades de empleo (dnp, 2005). El Banco Mundial, en sus Informes de Desarrollo Mundial de los últimos cincuenta años, ha venido afinando instrumentos para reducir la pobreza, basados en políticas públicas que apoyen no solo un mayor acceso a activos como la tierra y la infraestructura, sino también la ampliación del acceso a educación, salud, técnicas de producción y semillas, y a la inversión 93

96 MARÍA AGUILERA DÍAZ en la protección de los recursos naturales y el medio ambiente. En particular, el «Informe sobre el Desarrollo Mundial 2000/2001: Lucha contra la Pobreza» propuso la adopción de tres estrategias: oportunidad, potenciamiento y seguridad. La oportunidad se refiere a tener empleo, crédito, carreteras, servicios públicos domiciliarios, mercados para sus productos, un nivel de salud y de conocimientos imprescindible para poder trabajar. El potenciamiento consiste en poder participar en la vida política y en las decisiones locales. Y la seguridad se refiere a reducir la vulnerabilidad y aumentar las inversiones en capital humano y en actividades rentables (Banco Mundial, 2000). Con este trabajo se espera contribuir a un mayor conocimiento de la economía de esta subregión en la primera década del siglo xxi, de manera que sea un apoyo al diseño de políticas públicas relacionadas con la integración de la economía campesina y la empresarial. Para tener un contexto del desarrollo de la subregión, la segunda sección aborda los problemas de tenencia de la tierra y capital humano, ya que estos activos son claves para el desarrollo económico y social de las zonas rurales y urbanas. La sección tres describe aspectos geográficos y agrológicos determinantes de la fertilidad de la tierra. En la cuarta se presenta un análisis de las principales actividades económicas y su potencial. En la última sección se ofrecen algunas conclusiones y recomendaciones. II. LA IMPORTANCIA DE LA TIERRA Y EL CAPITAL HUMANO La tierra es un activo importante para el crecimiento sostenible y las oportunidades económicas de la gente del campo. Como lo señala Deininger (2004a, p. 2), La tierra es un bien clave para los sectores pobres del ámbito rural y urbano, que brinda no sólo una base para el desarrollo económico y social, sino que también permite delegarles poder para adaptarse en diversas maneras a los desafíos planteados por las recientes tendencias globalizadoras. Asimismo, Deininger (2004a) sostiene que la importancia de la política de tierras radica en asegurar los derechos de propiedad, lo cual incentiva a invertir, incrementa el acceso al crédito, y promueve el uso eficiente y la sostenibilidad eco- 94

97 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA nómica, ecológica y social de las tierras y los territorios. No obstante, esto tiene efectos limitados si no se acompaña de un mayor acceso a la educación y la tecnología, puesto que el capital humano y la transferencia de tecnología son factores productivos claves para elevar la productividad, promover el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida. Durante el siglo xx y lo que va corrido del siglo xxi, la tenencia de la tierra en Colombia ha sido un tema de debates en diferentes gobiernos nacionales que adop taron distintas políticas de tierras, desde reformas agrarias, programas de titulación de baldíos, reglamentación de contratos agrarios y de trabajo, hasta políticas para dinamizar el mercado de la tierra. 2 En opinión de Machado (sf), las reformas que ha aplicado Colombia no solucionaron los problemas de la tierra por las siguientes razones: 1. Las reformas agrarias fueron marginales, sin un impacto importante; 2. La Ley 4ª de 1973 frenó los procesos de reforma agraria; 3. La Ley 35 de 1982 se centró en las zonas de conflicto; 4. La Ley 160 de 1994 creó el Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural Campesino para promover el acceso de la propiedad de la tierra a los trabajadores del campo y estableció un subsidio para la adquisición de tierras, pero limitado por el presupuesto del Estado; y 5. La contrarreforma por el narcotráfico. La subregión MM es pionera en la lucha campesina por la tierra y desde 1963 el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora) comenzó a titular tierra a favor de los campesinos. Según Menco (2009), entre 1963 y 2007, el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) entregó hectáreas a los campesinos de la subregión mm. Esto equivale al 21% del área total de la zona, con 2 En 1936 la Ley 200, conocida como el régimen de tierras; en 1961 la Ley 135, sobre reforma social agraria; en 1968 la Ley 1, por la cual se introducen modificaciones a la Ley 135 de 1961 sobre reformas social agraria; en 1994 la Ley 160, con la cual se crea el Sistema Nacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural Campesino, se establece un subsidio para la adquisición de tierras, se reforma el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria y se dictan otras disposiciones; en 1997 la ley 387 ordena la adopción de medidas de protección a las tierras y bienes de la población desplazada; en 2000 con la Ley 607 se modifica la creación, funcionamiento y operación de las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria (umata), y se reglamenta la asistencia técnica directa rural en consonancia con el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología; en 2011 la Ley 1448, por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y otras disposiciones; y en 2012 la Ley 1561 que establece un proceso verbal especial para otorgar títulos de propiedad al poseedor material de bienes inmuebles urbano y rurales de pequeña entidad económica. 95

98 MARÍA AGUILERA DÍAZ lo cual se beneficiaron familias campesinas, es decir, el 14,8% del total de familias de la subregión. En Bolívar se entregaron hectáreas a familias, siendo El Carmen de Bolívar (34%), María La Baja (19%) y San Jacinto (16%) los municipios donde se distribuyeron mayores porcentajes de tierras. Por su parte, en Sucre se entregaron hectáreas a familias, perteneciendo el 37% al municipio de Ovejas. Clavijo y Vera (2013) sostienen que Colombia ha dado un gran salto histórico con la implementación de la Ley 1448 de 2011 (Ley de Víctimas y Restitución de Tierras), que habilita como víctimas a partir del 1 de enero de 1985 a los afecta dos por el conflicto armado interno. Sin embargo, esta ley ha tenido varios tropiezos: 1. La identificación de las víctimas, 2. La titulación de los predios y 3. La sostenibilidad económica de esos nuevos propietarios y su impacto fiscal. Esto último implica un gasto público adicional por valor de unos $5,5 billones por año, es decir, 0,8% del pib de 2012 (Consejo Nacional de Política Económica y Social, conpes, 2011). Otro tema es la sostenibilidad de las familias, pues si bien la Ley 1448 de 2011 estableció, a través del Fondo de Reparación de Victimas (frv), líneas de redescuento especiales para Bancoldex y Finagro apoyadas con el Fondo Nacional de Garantías para las víctimas restituidas, el desafío es que las victimas regresen a sus tierras y utilicen estos créditos para cultivos viables que les proporcionen sostenibilidad económica. Porras (sf.b), en un estudio sobre la violencia en la subregión mm, identifica dos conflictos: uno por la tierra y otro por el territorio. El primero está relacionado con la concentración de la tierra y sus subyacentes disputas, mientras que el segundo se asocia a las confrontaciones por el control político y económico en zonas estratégicas. En cuanto a la concentración de la tierra, Porras (sf.a, p. 7) sostiene que, si bien en los mm se han dado varias reformas agrarias, el desplazamiento y abandono de las tierras ha llevado a: la compra masiva de tierra a precios irrisorios, especialmente por parte de inversionistas foráneos que aprovechados de las circunstancias del miedo y extrema pobreza de miles de familias desplazadas ( ) se quedaron con un número cuantioso y aún no determinado de hectáreas de tierras, la gran mayoría de ellas provenientes del proceso regional de reforma agraria. También señala Porras que algunos campesinos, víctimas de grupos armados ilegales, no han regresado a ocupar y explotar sus tierras debido a la falta de re- 96

99 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA cursos propios y de apoyos estatales para poner a producir sus tierras y por la falta de infraestructura social en los territorios afectados. Históricamente, Colombia ha tenido una alta concentración de la propiedad de la tierra. Entre los determinantes de la distribución desigual se cuentan la herencia colonial de repartición de tierras, las políticas de asignación de baldíos, los procesos de colonización en las diversas regiones y los conflictos armados que ha enfrentado el país (Instituto Geográfico Agustín Codazzi, igac, 2012). Medida por el coeficiente Gini rural, Colombia tenía un índice de gran concentración, 0,85. El promedio de la subregión mm fue menor, 0,70. No obstante en los mm hay municipios, como Toluviejo y San Antonio de los Palmitos, con concentraciones similares a las del país (Cuadro 1). En cuanto a la distribución de la tierra en 2011, el 54% de los predios de los mm tenían menos de 10 hectáreas y ocupaban el 7% de la superficie. En Colombia esa proporción era de 79% y 11%, respectivamente. Comparados con los datos de 2009, en la subregión mm se registra un crecimiento en el número de predios de menos de 20 hectáreas, mientras que se redujo tanto el número como el área de los predios entre 200 y 500 hectáreas y los mayores de hectáreas (Cuadro 2). Esto indica que hubo una desconcentración de la propiedad, lo que puede obedecer a las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional para reparar a las víctimas del conflicto armado. Una de estas medidas fue el Plan de Choque para la Restitución y Formalización de Tierras, iniciado en octubre de 2010, con los siguiente fines: 1. Devolver a las familias campesinas las tierras que les fueron despojadas; 2. Formalizar la propiedad rural al titular predios baldíos en manos de las entidades territoriales y otras parcelas que están en el Fondo Nacional Agrario; 3. Facilitar la entrega de predios que se han extinguido por la Dirección Nacional de Estupefacientes; 4. Fomentar la constitución de resguardos para comunidades étnicas y la ampliación de otros; y 5. Consolidar la creación de una reserva campesina en los Montes de María para beneficiar a más de 82 mil familias afectadas por la violencia en la región (Revista Semana, 2010). Con estos procesos en la subregión mm se protegieron hectáreas, lo que corresponde a cerca de las dos terceras parte del total de la superficie de la zona, incluyendo las reservas forestales y predios de reformas agrarias donde la tenencia de la tierra es con frecuencia informal (Porras, sf a). Deininger (2004b) también señala que donde la distribución de la tierra es muy desigual y hay grandes cantidades de tierra productiva subutilizada, por lo general coexisten altos niveles de desigualdad y pobreza. De hecho, la subregión mm pre- 97

100 MARÍA AGUILERA DÍAZ Municipios CUADRO 1 Distribución de la tierra rural y coeficiente Gini en los municipios de la subregión Montes de María, 2011 Menos de 3 Entre 3 y 10 Entre 10 y 20 Entre 20 y 200 Hectáreas Mayor de 200 Total Coeficiente Gini Índice Carmen de Bolívar ,61 San Juan Nepomuceno ,59 San Jacinto ,62 María la Baja ,78 Córdoba ,69 El Guamo ,58 Zambrano ,70 Subregión Bolívar ,65 Ovejas ,70 Chalan ,69 Colosó ,76 Morroa ,75 Toluviejo ,84 Los Palmitos ,69 San Onofre ,73 San Antonio de Palmito ,84 Subregión Sucre ,75 Total Subregión mm ,70 Colombia 0,85 Fuente: igac, Sucre y Bolívar, Tomado de Daniel Menco (2012), «Tenencia y uso de la tierra rural en los Montes de María», Consultor para Bancos de Proyectos de la Fundación msi Colombia en el Programa Cimientos, para Montes de María. 98

101 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA CUADRO 2 Número de predios y superficie de la tierra rural, según extensión, en la subregión Montes de María, Rango (hectáreas) Número de Predios Participación % Superficie (hectáreas) Participación % Menos de ,44 17, ,14 0,15 1 a ,34 11, ,77 0,82 3,1 a ,99 8, ,14 1,26 5,1 a ,58 16, ,49 4,72 10,1 a ,88 11, ,96 5,33 15,1 a ,53 8, ,78 5,79 20,1 a ,42 16, ,45 19,28 50,1 a ,47 6, ,50 16,51 100,1 a ,41 3, ,18 17,42 200,1 a ,56 1, ,94 14,83 500,1 a ,26 0, ,32 6, ,1 a ,09 0, ,67 5,50 Más ,02 0, ,67 1,73 Total ,00 100, ,00 100,00 Fuente: igac, Sucre y Bolívar, Tomado de Daniel Menco (2012), «Tenencia y uso de la tierra rural en los Montes de María», Consultor para Bancos de Proyectos de la Fundación msi Colombia en el Programa Cimientos, para Montes de María. sentó altos niveles de desigualdad de la tierra en 2011 y el Censo General de 2005 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (dane) (la información más reciente para municipalidades), registra a los municipios de esta zona con altos porcentajes de hogares en situación de pobreza o miseria, medidos a través del indicador de necesidades básicas insatisfechas (nbi). 3 San Jacinto y El Carmen 3 El nbi es un indicador que considera como pobre un hogar que sufra al menos una de las siguientes privaciones, y en miseria dos o más. Expresa las siguientes características: viviendas inadecuadas, viviendas con hacinamiento crítico, viviendas con servicios inadecuados, viviendas con alta dependencia económica y viviendas con niños en edad escolar que no asisten a la escuela. Es calculado por el dane a partir de los censos de población y vivienda. 99

102 MARÍA AGUILERA DÍAZ de Bolívar son los municipios con porcentajes más críticos, triplicando el promedio de pobreza de Colombia y quintuplicando el de miseria (Gráfico1). En San Jacinto, la pobreza ha sido persistente desde 1985, mientras que en El Carmen de Bolívar se pasó de tener en 1985 uno de los niveles más bajos a uno de los más altos en 2005 (Mapa 1). El Índice de Pobreza Multidimensional (ipm) es otro indicador que mide el grado de pobreza de las personas. 4 Según esta medición, el 92% de la población rural de la subregión mm vivía en condiciones de pobreza en 2005, encontrándose las mayores deficiencias en el empleo formal, los logros educativos, el acceso a los servicios públicos domiciliarios y las condiciones de la vivienda (Gráfico 2 y Anexo A). Lo más crítico es el bajo nivel de escolaridad. Según el Censo de 2005, en la subregión mm esta es de 5,7 años de estudios aprobados para la población entre 15 y 64 años de edad, más bajo que los de Colombia (8,2 años) y que el de los departamentos de Bolívar (7,9 años) y Sucre (6,9 años). GRÁFICO 1 Población en condiciones de miseria, ,4 48,5 36,6 37,4 38,5 28,2 30,4 33,1 31,5 34,4 30,6 24,7 28,8 33,2 22,5 17,9 10,6 Córdoba El Carmen de Bolívar El Guamo María la Baja San Jacinto San Juan Nepomuceno Zambrano Coloso Chalan Los Palmitos Morroa Ovejas San Antonio de Palmito San Onofre Toluviejo Promedio MM Colombia Fuente: dane, Censo General El ipm evalúa los resultados de satisfacción (o no privación) que tiene un individuo respecto a ciertas características que se consideran vitales, como salud, educación, empleo, entre otras. Fue diseñado por el Departamento Nacional de Planeación (dnp) con base en la adaptación de la metodología de Alkire y Foster para Colombia y transmitida al dane durante

103 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA GRÁFICO 2 Índice de Pobreza Multidimensional (ipm) y condiciones de deficiencia promedio en la subregión Montes de María, ,00 0,90 0,80 0,70 0,60 0,50 0,40 0,30 0,20 0,10 0,00 0,85 0,79 0,92 0,85 0,49 0,11 0,40 0,23 0,03 0,63 0,99 0,38 0,07 0,59 0,70 0,40 0,13 0,37 Total Urbano Rural Logro educativo Analfabetismo Asistencia escolar Rezago escolar Acceso a servicios para la primera infancia Trabajo infantil Tasa de dependencia económica Tasa de empleo formal Aseguramiento en salud Acceso a servicio de salud dada necesidad Acceso a fuente de agua mejorada Eliminación de excretas Pisos Material paredes exteriores Hacinamiento IPM Condiciones educativas Condiciones de la niñez y la juventud Trabajo Salud Acceso a servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda Fuente: Cálculo dnp-spscv con datos del Censo El Ministerio de Educación Nacional estima que el número de estudiantes matriculados en los municipios de los mm, en 2012, ascendía a , cifra que ha venido en descenso desde 2006, cuando había matriculados, con una disminución de 2,1% promedio anual. La zona urbana y la primaria son las más afectadas con decrecimientos de 2,6% y 3,8%, respectivamente. Estas disminuciones fueron analizadas en el Seminario «La educación en los Montes de María: Retos y oportunidades», realizado por el Instituto Internacional de Estudios del Caribe y otras entidades, donde se identificaron como falencias la falta de psicólogos y trabajadores sociales para orientar, acompañar y asesorar a la población escolar a superar las secuelas del conflicto armado. Por otra parte, señalaron la carencia de oferta educativa en carreras técnicas y tecnológicas para la formación agroindustrial y minera de la zona, acorde con la dinámica productiva. En dicho seminario se conformó una comisión de trabajo para impulsar un plan educativo en los Montes de María a ser ejecutado en los próximos cinco años (U de C, 2013). 101

104 MARÍA AGUILERA DÍAZ MAPA 1 Porcentaje de población con necesidades básicas insatisfechas (nbi) en los municipios de la subregión Montes de María, 1985 y 2005 Fuente: Elaboración propia con datos del Censo General

105 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA III. Zonas agrológicas La subregión mm tiene una extensión de kms 2, de los cuales kms 2 (59%) corresponden al departamento de Bolívar y kms 2 (41%) al de Sucre. Las zonas agrológicas que predominan son tierras de colinas y de piedemonte con relieve ondulado y susceptible a la erosión, seguidas de montañas y serranías y, en menor proporción, planicies y valles (Mapa 2). La fertilidad de la tierra en la subregión mm es variada (Mapa 3). En su mayoría es moderada por los contenidos medios de nutrientes, la profundidad de los suelos, la alta pedregosidad y por ser excesivamente drenados. En el Mapa 4 se observa que el mayor uso que se le da a los suelos de esta zona es para el pastoreo y, en menor medida, a la agricultura y plantaciones forestales para la producción de madera y protección y recuperación de bosques. MAPA 2 Municipios que conforman la subregión Montes de María Fuente: Elaboración propia con datos del igac. 103

106 MARÍA AGUILERA DÍAZ MAPA 3 Fertilidad de los suelos de la subregión Montes de María Fuente: Elaboración propia con datos del igac. Según las cifras del igac, la subregión mm cuenta con cerca de 600 mil hectáreas de tierra rural, de las cuales el 19,5% tiene aptitud para uso agrícola (117 mil hectáreas), 29,7% tiene un potencial agroforestal (172 mil hectáreas), el 46% (276 mil hectáreas) tiene vocación forestal y el 5,6% restante (34 mil hectáreas), para la conservación de la vida silvestre y paisaje. De acuerdo con la explotación real en 2012, el 95% del potencial agrícola es subutilizado; por el contrario, se genera una sobreutilización del suelo agroforestal, pues su uso real alcanzó las 339 mil hectáreas (Mapas 4 y 5). El Mapa 5 muestra los conflictos que se dan entre la aptitud del suelo y el uso, observándose tanto sobreutilización como subutilización de las tierras. La primera se presenta cuando el uso actual es muy superior a la vocación de uso principal, generando degradación de los recursos naturales y procesos erosivos. Por el contrario, el conflicto por subutilización se presenta cuando el uso actual 104

107 MAPA 4 Usos del suelo en la subregión Montes de María Fuente: Elaboración propia con datos del igac. MAPA 5 Conflictos en el uso del suelo en los Montes de María Fuente: Elaboración propia con datos del igac.

108 MARÍA AGUILERA DÍAZ de la tierra es inferior a la vocación de uso principal, de acuerdo con la mayor capacidad productiva natural, restringiéndose el cumplimiento de la función social y productiva de las tierras. Los conflictos de uso entre potencial y aprovechamiento efectivo de la tierra implica sacrificios en cuanto a eficiencia y oportunidades de generación de empleo (Perfetti, Balcázar, Hernández y Leibovich, 2013). IV. Actividades económicas La subregión mm tiene el 48,3% de sus suelos con potencial agrícola y agroforestal; el 42,7% de su población es rural. Sus principales cultivos tradicionales son el maíz, el arroz, la yuca, el ñame, el ajonjolí, el plátano, el tabaco, el café, el aguacate, los maderables y los frutales. Recientemente se han incorporado nuevos cul tivos comerciales como la palma africana, el ají picante y el cacao. Entre las actividades pecuarias, la ganadería vacuna es la de mayor importancia. También se destaca la apicultura. La producción industrial es incipiente, aunque existen procesos artesanales de curtiembre, fabricación de tejidos y sombreros, producción de tabaco picado y secado manual de la yuca. En el sector de servicios aún no hay actividades importantes en desarrollo, pero se tiene potencialidad en ecoturismo, gracias a las áreas protegidas, como los Santuarios de Flora y Fauna Los Colorados, El Chorchal «El Mono Hernández» y la Reserva Forestal Protectora Serranía de Coraza y Montes de María. Una alternativa de desarrollo sostenible que viene promoviendo la Fundación red Desarrollo y Paz de los Montes de María, es la «finca monteriana», un sistema productivo en que se cultiva yuca, ñame, maíz, mango, plátano, zapote, guayaba, naranja, limón, aguacate, cacao, teca y caoba, entre otros. 5 Se trata de un sistema 5 Entre 1998 y 2002 se inicia el desarrollo de este enfoque en el marco del Convenio 042 del Ministerio de Medio Ambiente, con el apoyo de la Unidad de Parques Naturales, el Servicio Nacio nal de Aprendizaje (sena), la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) de San Juan Nepomuceno y organizaciones comunitarias como la Asociación Integral de Campesinos de Cañito (Asicac). El proceso se continuó consolidando con el proyecto Paz y Desarrollo poa , con los subproyectos ejecutados en El Guamo, El Carmen de Bolívar, Ovejas, Morroa, Chalán, y Colosó, beneficiando a 653 familias con una hectárea cada familia para cultivos agroforestales de seguridad alimentaria y producción de excedentes y la destinación de 586 hectáreas para la conservación (Sánchez y Mejía, 2011). 106

109 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA agroforestal basado en un manejo integral de los recursos naturales, arraigo familiar, pertenencia por el territorio y protección ambiental de los suelos, con el fin de mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de las familias, restablecer el equilibrio biológico en corredores naturales, diversificar la producción y generar ingresos a los productores. Cada familia debe disponer de una hectárea para cultivos transitorios, además integrar cultivos semipermanentes y permanentes, así como hortalizas y especies menores. Hasta abril de 2012, había registradas 935 fincas montemarianas financiadas con recursos del programa Paz y Desarrollo (347 fincas), del Tercer Laboratorio de Paz (528 fincas) y la Unión Europea-chf (60 fincas). Los costos generales de la instalación de una finca perteneciente a Asoapicol (Colosó-Chalá-Morroa) fueron de $7,3 millones, en un modelo que incluye el cacao y la conservación ambiental (Muñozca, 2012). Albert Berry, economista que sostiene que el crecimiento económico debe basarse en un campo sostenible, considera que el desarrollo agropecuario del país radica en la agricultura familiar con apoyo estatal, no necesariamente subsidios, pero si inversiones en cambios tecnológicos e infraestructura, como se está haciendo en países asiáticos como Taiwán, Indonesia y Tailandia. En cuanto a la agricultura de grandes extensiones, Berry piensa que los monocultivos no desarrollan todo el potencial de la tierra, pueden disminuir la productividad de la tierra y son rentables para los pocos dueños, pero son poco efectivos para la generación de empleo (citado por Herrera, 2013). A. Actividades agropecuarias El área sembrada en los municipios de los Montes de María pasó de 383,6 mil hectáreas en 2001 a 450,4 mil hectáreas en 2012, con un crecimiento promedio anual de 1,5%, según los registros de las Secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural de los departamentos de Bolívar y Sucre (sadrbs). Entre 2001 y 2012, el aumento anual promedio del área agrícola fue de 2,9% mientras que el de pasto fue de 1%. La ganadería extensiva es la actividad agropecuaria con uso predominante del suelo en la subregión mm, de manera que las tierras de pastos ocupan el 75,3% del total del área sembrada (Mapa 4 y Anexo B). El mayor aumento en el área agrícola ocurrió en la zona ubicada en el departamento de Bolívar, pues pasó de representar el 28,7% del total en 2001 a 32,4% en 2012 y aportó el 71,3% de los cultivos agrícolas del total de la subregión mm. Los 107

110 MARÍA AGUILERA DÍAZ MAPA 6 Área sembrada en los suelos de la subregión Montes de María Fuente: Elaboración propia con datos del igac. municipios con las mayores superficies sembradas fueron El Carmen de Bolívar, María La Baja y San Juan Nepomuceno. Estos territorios, en conjunto, representan las tres cuartas partes de los suelos con área sembrada (Mapa 6). 1. Agricultura Entre 2001 y 2012, el área sembrada con cultivos agrícolas en la subregión mm pasó de 81 mil a 111 mil hectáreas, que representa el 30,1% del total el área culti- 108

111 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA vable. La distribución de la superficie agrícola en 2012 fue de 50,4% para los cultivos transitorios, 33,0% para cultivos anuales y 16,4% para los permanentes. Estos últimos sobresalen con los mayores crecimientos, en particular la palma de aceite. Dentro de los transitorios se destacan la ahuyama, el frijol, el algodón y el maíz. Por su parte, los cultivos anuales presentaron aumentos leves en la yuca y el ñame, mientras que el tabaco se redujo en cerca de mil hectáreas (Anexo B). A continuación se describen las características de algunos de los cultivos más representativos de la subregión mm. a. Yuca La yuca tiene un ciclo productivo de un año. Se cultiva en diferentes condiciones geográficas y puede adaptarse a los cambios climáticos, pues tolera terrenos poco fértiles, suelos ácidos y sequías. Es un cultivo tradicional de pequeños productores rurales e importante para la seguridad alimentaria por ser fuente de energía, ya que sus raíces son ricas en carbohidratos y sus hojas contienen proteínas, vitaminas y minerales. Ambas son adecuadas para el consumo humano y animal. No obstante, en Colombia se usan las raíces principalmente para el consumo humano y en menor medida para alimentación animal, mientras que las hojas son poco utilizadas. En todos los municipios de la subregión mm se cultiva la yuca. Entre 2001 y 2012, el área sembrada se duplicó en El Carmen de Bolívar, San Antonio de Palmito y Córdoba, y se cuadruplicó en El Guamo. Por el contrario, disminuyó en más de la mitad en María La Baja y en San Juan Nepomuceno (Gráfico 3). En María La Baja, de hecho, algunos cultivos tradicionales de economía campesina han sido reemplazados por el cultivo empresarial de palma de aceite. En la subregión mm, entre 2001 y 2012, el área sembrada de yuca registró una tasa de crecimiento promedio anual de 1,3% y la producción de 0,2%, promedio anual, debido a que el rendimiento de los cultivos fue menor, al pasar de 9,7 tons/ ha) en 2001 a 8,6 tons/ha en Cuatro municipios superaron las 20 mil toneladas en 2012: El Carmen de Bolívar, Ovejas, San Antonio de Palmito y San Jacinto. En conjunto estos cuatro municipios aportaron el 74% del total de la producción de yuca de la subregión (Gráfico 4). San Antonio de Palmito se desta - có con el mayor crecimiento del área sembrada (7,8%) y de la producción (17,4%), con lo cual multiplicó por ocho la producción de 2001 y pasó del puesto trece en 2001 al tercero en Esto obedece a las siembras de yuca industrial con la que se produce la harina empleada para consumo humano en la industria de la panadería y el almidón utilizado en una variedad de productos, como adhesivos, 109

112 MARÍA AGUILERA DÍAZ GRÁFICO 3 Distribución del área sembrada de yuca por municipios de la subregión Montes de María, 2001 y 2012 Toluviejo 2% Los Palmitos 7% San Onofre 4% Palmito 2% Morroa 3% Chalán 2% Colosó 3% El Guamo 2% Córdoba 4% María La Baja 7% Zambrano 2% Ovejas 12% El Carmen de Bolívar 19% San Jacinto 13% 2001 San Juan Nepomuceno 18% Colosó 3% San Onofre 4% El Guamo 6% Los Palmitos 4% Palmito 6% San Juan Nepomuceno 7% Córdoba 6% Toluviejo 2% Morroa 2% Zambrano 0% El Carmen de Bolívar 34% Chalán 1% María La Baja 1% San Jacinto 10% Ovejas 14% 2012 Fuente: Cálculos de la autora con datos de las Secretarias de Agricultura y Desarrollo de Bolívar y Sucre. cosméticos, farmacéuticos (revestimiento de cápsulas y tabletas), adsorbentes (productos de aseo), diluyentes en la industria de colorantes, películas de plásticos biodegradables y baterías secas, entre otros (Food and Agriculture Organization of the United Nations, fao, 1998). Por su parte, El Carmen de Bolívar y Ovejas incrementaron la producción por aumento de su área sembrada, aunque sus rendimientos disminuyeron. 110

113 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA GRÁFICO 4 Distribución de la producción de yuca por municipios de la subregión Montes de María, 2001 y 2012 Chalán 2% Toluviejo 2% El Guamo 1% Colosó 3% Córdoba 3% San Juan Nepomuceno 22% Morroa 3% Los Palmitos 4% María La Baja 8% San Onofre 4% El Carmen de Bolívar 22% Ovejas 11% Zambrano 0% Palmito 2% San Jacinto 13% 2001 Colosó 2% El Guamo 2% Morroa 3% Córdoba 4% San Onofre San Juan 4% Nepomuceno 6% San Jacinto 11% Palmito 12% Toluviejo 2% Chalán 1% El Carmen de Bolívar 35% Ovejas 16% Los Palmitos 1% María La Baja Zambrano 1% 0% 2012 Fuente: Cálculos de la autora con datos de las Secretarias de Agricultura y Desarrollo de Bolívar y Sucre. Los rendimientos de los cultivos de yuca de la subregión mm en 2011 fueron más bajos que el promedio de la Costa Caribe (10,2 tons/ha) y de Colombia (10,5 tons/ha), los cuales, a su vez, son más bajos que la media mundial (11,6 tons/ha), según información de la fao. Aguilera (2012) argumenta que en la región Caribe un buen rendimiento puede ser de 25 tons/ha si al cultivo se le aplica un paquete 111

114 MARÍA AGUILERA DÍAZ tecnológico que incluya semilla de buena calidad, manejo de maleza, fertilización y variedades apropiadas. Para esto, el Centro Internacional de Agricultura Tropical (ciat) y el Consorcio Latinoamericano y el Caribe de Apoyo a la Investigación y Desarrollo de la Yuca (Clayuca), crearon unos bancos locales de semilla de bajo costo para la multiplicación in vitro de la semilla de yuca de las variedades venezolana, ICA negrita, colombiana, sucreña, P12, entre otras, que se cultivan en la región Caribe. Estos laboratorios son operados en San Jacinto por Asomudepas y en Ovejas por la Empresa Comunitaria San Rafael. La variedad más cultivada es la venezolana (67,4%), seguida de la negrita (26,1%), P-12 (2,2%) y otras variedades (4,3%). La de mayor productividad es la venezolana, con un rendimiento promedio de 10 tons/ha, mientras que el de la negrita es de 8,6 tons/ha, según el Programa Nacional de Biotecnología Agrícola (Corporación bpa, 2009). El 56,3% de este producto se cultiva como monocultivo y el 33,7% restante asociado con el ñame, maíz, plátano, coco, aguacate o frijol. En cuanto a la tenencia de la tierra, el 45% de los productores de yuca cultivan en terrenos propios y, de estos, el 75,8% afirma tener título sobre las tierras, el 25% la presta, el 22% la arrienda y el resto cultiva de manera comunitaria o como aparcería, acorde con una encuesta realizada por iquartil Ltda Corporación pba (2011) para el Programa Colombia Responde. La yuca es un cultivo importante para la dieta alimentaria de la Costa Caribe. Tiene una gran demanda para usos industriales y puede sustituir grandes cantidades de maíz en la producción de concentrados para animales. La yuca con valor agregado, como las croquetas, astillas congeladas, yucas parafinadas y enceradas, tienen un mercado en expansión. La subregión mm puede producir mayor volumen si los pequeños productores le aplican a sus sistemas de cultivo tradicionales las tecnologías adelantadas por las instituciones como el ciat, Corpoica, Corporación bpa y universidades de la región. Adicionalmente, deben establecer alianzas comerciales directas con las empresas industriales, aprovechando las asociaciones de productores de la zona, para eliminar algunos intermediarios de la cadena productiva. b. Ñame El ñame es un cultivo tradicional de la Costa Caribe colombiana, sembrado por pequeños agricultores. Requiere de suelos con buen drenaje, clima cálido (25 C a 30 C) y húmedo con alta pluviosidad. Dentro de su contenido nutricional se destacan elementos como el agua, los carbohidratos, el fósforo, el calcio y las vita- 112

115 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA minas A y C. Su mayor uso es para alimento, aunque también tiene potenciales medicinales, farmacéuticos y cosméticos, así como para la fabricación de productos biodegradables, tales como empaques plásticos y desechables y en materiales ortopédicos y de sutura, entre otros (Reina, 2012). CUADRO 3 Área sembrada, producción y rendimiento del cultivo de ñame en los municipios de la subregión de los Montes de María, 2001 y 2012 Municipios Área sembrada (hectáreas) Producción (toneladas) Rendimiento (toneladas/ hectáreas) El Carmen de Bolívar ,4 8,9 Ovejas ,4 9,9 San Antonio de Palmito ,8 18,2 San Jacinto ,0 10,0 San Juan Nepomuceno ,0 6,4 San Onofre ,2 7,7 Córdoba ,3 5,3 Morroa ,0 13,2 Colosó ,6 7,4 El Guamo ,0 3,0 Toluviejo ,3 7,5 Chalán ,0 11,3 Los Palmitos ,4 2,3 María La Baja ,0 12,7 Zambrano ,9 Montes de María-Sucre ,0 9,9 Montes de María-Bolívar ,6 7,9 Montes de María -Total ,7 8,6 Nota: ( ) No es posible hacer cálculos. Fuente: Cálculos de la autora con datos de las Secretarías de Agricultura y Desarrollo de Bolívar y Sucre. 113

116 MARÍA AGUILERA DÍAZ Entre los veinte países con mayor producción de ñame en el mundo en 2010, los tres primeros puestos corresponden a países africanos (Nigeria, Ghana y Costa de Marfil), que produjeron cerca del 85% del total mundial. Colombia ocupó el puesto doce, con una producción de 394 mil toneladas, seguido de Brasil (233 mil toneladas) en el lugar catorce y Venezuela (115 mil toneladas) en el puesto diecinueve. La producción en Colombia creció entre 2000 y 2010 en 4,6% promedio anual y la región Caribe aportó el 92,8% de la producción total nacional, un promedio de 276 mil tons, con un aumento de 3,9% promedio anual. Se destacan como los tres mayores productores Bolívar (50,1%), seguido de Córdoba y Sucre con 34,4% y 11,7%, respectivamente (Reina, 2012). Entre 2001 y 2012, el área sembrada en la subregión mm creció en 1,6% promedio anual y la producción en 1,5%, cifras inferiores a las del Bolívar (2,1% y 2,0%) y Sucre (4,5% y 4,3%). En el Cuadro 3 se observa que, de los doce municipios que reportaron áreas sembradas con ñame, sobresalen El Carmen de Bolívar y San Juan Nepomuceno que, en conjunto, aportaron el 73,0% de la producción de ñame de la subregión mm y el 57,4% de la departamental. Las principales variedades de ñame que se producen en la subregión mm son el espino (71,4%), el diamante (22,2%) y el criollo (6,3%). Este último es el de mayor rendimiento, seguido del espino y del diamante (Corporación pba, 2009). Entre 2001 y 2012, la productividad del ñame en la subregión mm aumentó ligeramente, de 11,2 tons/ha a 11,3 tons/ha. Esta es una productividad inferior a la de, por ejemplo, el departamento de Bolívar en 2012, que fue de 12,0 tons/ha, pero superior a la de Colombia como un todo, que fue de 10,9 tons/ha en 2010 y a la de Sucre, que fue de 8,2 tons/ha. El cultivo de ñame en la subregión mm es poco tecnificado; la siembra se realiza en surcos y la preparación del suelo y la cosecha es manual. La semilla es tomada de un cultivo anterior, sin tratar ni clasificar por su calidad, de manera que muchos cultivos han presentado enfermedades. El tiempo vegetativo es de diez a doce meses y se dan dos épocas de siembra. La primera se efectúa entre noviembre y diciembre en las partes más altas y la segunda se realiza entre abril y mayo. En ambas épocas se siembran entre y plantas/hectárea, con poca aplicación de tecnología. Lo máximo que se hace es aplicar, en algunos casos, un poco de fertilizante sin análisis de suelo. Por lo general, los cultivos de ñame espino se establecen sin asocio, mientras que el ñame diamante se asocia con el maíz y la yuca (Corporación pba, 2011). El ñame es otro producto tradicional de la dieta alimenticia de la región Caribe. En el mercado internacional los principales demandantes son Estados Unidos, 114

117 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA Puerto Rico, Venezuela y algunos países de la Unión Europea. En Estados Unidos y Europa lo consumen las poblaciones de origen caribeño y africano. Las exportaciones colombianas de ñame han sido muy variables. Entre 1991 y 1995, Estados Unidos fue el principal país comprador. Luego se redujeron las exportaciones por el problema fitosanitario de la antracnosis (Reina, 2012). Colombia puede recuperar este mercado y lograr un mayor volumen de producción si supera sus problemas fitosanitarios y se utilizan semillas limpias. Los agricultores de los mm pueden aprovechar los laboratorios de técnicas in vitro que tienen algunas organizaciones de productores, los cuales venden la semilla a bajo costo, y aumentar el número de plantas por hectárea, mejorando la fertilización del cultivo e introduciendo un manejo integrado de plagas y enfermedades. La región Caribe tiene una red de productores de ñame, «Redproñame», pero de las 26 organizaciones que existen en los municipios de la subregión mm, solo seis hacen parte de la red. Si hubiera una mayor integración entre las asociaciones de productores y Redproñame podrían negociar mejores precios con los supermercados, plazas mayoristas y exportadores. Además, hay mucho campo para darle mayor valor agregado al producto, transformándolo en productos industriales como la harina y el almidón para las panaderías, la farmacéutica y la cosmética (Corporación pba, 2011). c. Tabaco Desde mediados del siglo xix, el tabaco ha estado ligado a la economía de la subregión mm, en particular en Ovejas y El Carmen de Bolívar. El pionero fue Ovejas, donde el médico cubano José María Pizarro trajo de Cuba la variedad de tabaco negro que se cultivó para el consumo interno y la exportación. Es así como El Carmen de Bolívar llegó a liderar las exportaciones de tabaco en Colombia, entre 1863 y 1871, con zurrones que representaron el 59,3% del total exportado por Colombia; le siguió Amabalema con el 30,6%, Girón con el 6,2% y Palmira con el 3,9%.6 Luego, en 1888, el departamento de Bolívar se convirtió 6 «El peso de un zurrón fluctuaba, pero promediaba los 59 kg» según Wheeler, «Report on Agriculture in Colombia», pp. 36, Londres, 1988, citado por Posada (1998, p.88). Entre 1863 y 1971 el promedio anual exportado fue de toneladas. Con la Primera Guerra mundial las exportaciones de tabaco a Europa cesaron y se reanudaron cuando terminó el conflicto. Entre 1931 y 1937 promediaron toneladas año, en 1938 llegaron a toneladas y en 1946 a toneladas (Posada, 1998). 115

118 MARÍA AGUILERA DÍAZ en el mayor productor y exportador de tabaco del país, pues el cultivo se expandió a otros municipios de los Montes de María como Colosó, Sincelejo, Corozal y San Estanislao (Posada, 1998). El tabaco es un cultivo que se adapta a terrenos pobres en nutrientes y escasos de agua. En la medida en que es sensible a la humedad, es preferible el déficit que el exceso de agua. El clima influye en el ciclo productivo y la temperatura óptima varía de 18 C a 28 C. Es un cultivo anual y la variedad que se produce en la subregión mm es el tabaco negro o cubita, que se siembra entre febrero y junio y se recoge entre agosto y diciembre. La producción está ligada a grandes empresas, como Coltabaco y Fedetabaco, que compran el producto para sus manufacturas, ofrecen asistencia técnica gratuita a los pequeños productores para garantizar la calidad, financian el cultivo y preestablecen precios en sus contratos de compraventa. En 2012 se registraron hectáreas sembradas con tabaco en la subregión mm, de las cuales el 53,2% del total estaban concentradas en El Carmen de Bolívar, el 21,3% en Ovejas y el 25,5% restante distribuidas en siete municipios. En el periodo , el área sembrada en El Carmen de Bolívar creció 10,0% promedio anual, mientras que en Ovejas disminuyó 10,4%, lo que llevó a que el total del área sembrada con este producto en la subregión cayera en 3,8% (Cuadro 4). Entre las causas de este descenso se encuentran los problemas climáticos y fitosanitarios que afectaron las siembras de este producto en 2009, tales como el fuerte verano y la aparición de plagas como el Pulgón Prieto y el Grullo Saltamontes. Luego, con la llegada del invierno apareció la plaga «Mancha de Hierro», que afectó a algunos municipios, entre ellos Los Palmitos, Chalán y Ovejas (López, 2009). Entre 2001 y 2012 la producción de tabaco en la subregión mm se redujo en 5,4% promedio anual y el rendimiento pasó de 1,8 tons/ha en 2001 a 1,4 tons/ ha en 2012, según las cifras de las sadrbs. Esta productividad es muy similar a los promedios nacional y mundial. El mayor productor en 2012 fue El Carmen de Bolívar, que aportó el 62,4% del total producido en la zona e incrementó la producción en 8,5% promedio anual en el periodo de estudio. La mayor producción es el resultado del incremento del área sembrada pues su rendimiento fue menor (Cuadro 4). El tabaco es un cultivo de economía campesina intensivo en mano de obra, ya que esta representa entre el 82% a 90% de los costos totales (Martínez, Pinzón y Barrios, 2005). A la vez, constituye una fuente importante de recursos fiscales y de divisas para la región y el país. En cuanto a ingresos fiscales, en 2012 los departamentos de Bolívar y Sucre recaudaron por concepto de impuestos de tabaco y 116

119 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA cigarrillo y millones de pesos, respectivamente. Por su parte, entre 2001 y 2012, el departamento de Bolívar exportó 23,4 toneladas por valor de us$63,7 millones. Los principales destinos fueron Europa (57,0%), Estados Unidos (18,7%), África (15,8%), Caribe (5,0%) y Centro América (2,5%). CUADRO 4 Área sembrada, producción y rendimiento del cultivo de tabaco en los municipios de la subregión de los Montes de María, 2001 y 2012 Municipio Área sembrada (hectáreas) Producción (toneladas) Rendimiento (toneladas/ hectáreas) El Carmen de Bolívar ,5 13,0 San Juan Nepomuceno ,0 11,3 Ovejas ,2 9,7 San Jacinto ,5 12,0 Toluviejo ,5 13,7 Colosó ,1 10,7 Los Palmitos ,8 3,1 San Onofre ,5 7,9 María La Baja ,0 19,2 Morroa ,0 6,7 Chalán ,9 8,6 San Antonio de Palmito ,0 7,3 El Guamo ,0 Zambrano ,0 Montes de María-Sucre ,5 8,2 Montes de María-Bolívar ,9 12,5 Montes de María -Total ,2 11,3 Montes de María -Total ,7 8,6 Nota: ( ) No es posible hacer cálculos. Fuente: Cálculos de la autora con datos de las Secretarías de Agricultura y Desarrollo de Bolívar y Sucre. 117

120 MARÍA AGUILERA DÍAZ Colombia también importa tabaco y sucedáneos del tabaco elaborados. Entre 2001 y 2012, estas importaciones crecieron en 5,1% anual, aumentando de us$46,3 a us$81,2 cif. Esto se debe a un incremento en el consumo que es lo contrario a lo que sucede en el resto del mundo. Según investigaciones del Banco Mundial y la Organización Panamericana de la Salud (2003), el consumo de tabaco viene reduciéndose internacionalmente, sobretodo en los países desarrollados, gracias a las campañas contra el tabaco entre los miembros de la Organización Mundial de la Salud (oms). No obstante, en los países de África y Suramérica el consumo se incrementó. Resumiendo, los mm tradicionalmente ha sido una zona de cultivo de tabaco para exportación, que genera empleo, ingresos fiscales y divisas para la región y el país. El trabajo conjunto entre productores y las organizaciones manufactureras del producto facilita la adquisición de los insumos y la asistencia técnica a los agricultores. Además, es una alternativa para reactivar la producción, hacerla más eficiente y convertir nuevamente a la zona en un centro de exportación. d. Aguacate El aguacate es una fruta cuyos primeros árboles se sembraron en la subregión mm para darles sombra a los cultivos de café, ya que puede superar los diez metros de altura y su copa los 25 metros de diámetro. Al desaparecer los cultivos de café en la zona por su baja productividad, los agricultores encontraron en el agua cate una fuente de ingresos, a tal punto que en los años sesenta del siglo xx comenzaron a despachar a los mercados de Medellín, Barranquilla y Cartagena, consolidándose la zona como la mayor productora de esta fruta en el país hasta finales del siglo. Los conflictos armados afectaron directamente a la zona cultivada, conduciendo al desplazamiento de agricultores y al abandono de estos, llevando a la muerte de muchos árboles y a la merma de la producción y calidad de los frutos (Yabrudy, 2012). En la subregión mm se cultiva el aguacate de la variedad antillana, que requiere alturas menores a msnm y temperaturas entre 18 C y 26 C y cuyo peso varía entre 250 y gramos. El aguacate se extendió en la zona de manera espontánea sin técnicas apropiadas de siembra y mínima fertilización. Entre 2001 y 2012, el área cultivada creció en promedio anual en 0,1% y la producción disminuyó en 3,3%, debido al menor rendimiento, que pasó de 13,3 tons/ha en 2001 a 9,2 tons/ ha en 2012 (Anexos B, C y D). Esta menor productividad obedece a las enfermedades que afectaron los cultivos, a las edades de los árboles que oscilan entre

121 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA y 50 años), y al abandono de las tierras en la época crucial del conflicto armado. Además de estos problemas, faltan vías adecuadas para sacar sus productos hasta el principal centro de acopio, El Carmen de Bolívar, pues en época de invierno estas se vuelven intransitables (Yabrudy, 2012). Colombia fue el sexto productor mundial de aguacate en 2011, superado por México, Chile, República Dominicana, Indonesia y Estados Unidos. Sin embargo, la producción no alcanza a suplir la demanda interna y el país importó toneladas. Entre 2001 y 2011, las exportaciones colombianas aumentaron de 2,1 a 122,6 toneladas, con un crecimiento promedio anual de 50,2%; el mayor comprador fue el mercado europeo, en particular, Holanda. La mayor demanda externa es por el aguacate Hass, que en Colombia se cultiva en Antioquia, el Eje Cafetero, Tolima y Valle. En 2012, el área sembrada en la variedad de aguacate Hass alcanzó las hectáreas. Esta área creció 75% frente a la de 2008 y aportó el 26% de la producción total nacional, que fue de toneladas. Así, el aguacate se convirtió en uno de los frutales de mayor crecimiento y el tercero en importancia dentro del agro nacional (Agudelo, 2013). Se calcula que, aunque la demanda mundial es de unas ocho millones de toneladas, solo se produce el 50%. Estados Unidos consume 640 mil toneladas anuales y es el primer importador mundial. El Tratado de Libre Comercio de Colombia con Estados Unidos favorece el comercio de este producto, dado que entra al mercado norteamericano con cero arancel. Se podrían incrementar las exportaciones a este mercado si se avanza en la declaratoria de zonas libres de plaga a las áreas productoras del país (Agudelo, 2013). En el campo de la agroindustria, los productos derivados del aguacate son biopesticida, colorantes naturales (taninos), aceite, aguacate en polvo, guacamole bajo en grasa y suero antiofídico, entre otros. Dados los potenciales de demanda tanto interna como externa de aguacate, los productores de la subregión mm deberían renovar los árboles, introducir variedades de mayor demanda y hacer alianzas con los empresarios industriales para la provisión de equipos y servicios que tecnifiquen los cultivos y procesos de cosechas y poscosechas con el objeto de incrementar la producción y mejorar la calidad. e. Palma de aceite La palma de aceite es un cultivo permanente de tardío y largo rendimiento. Cuando se cultiva comercialmente su vida útil es de 25 años, aunque puede tener una vida útil de 50 años. Desarrollar el cultivo de palma de aceite requiere de un 119

122 MARÍA AGUILERA DÍAZ clima cálido de temperaturas entre 22 C y 33 C, precipitaciones de mm o más distribuidas a lo largo del año. La recolección es el factor económico y cualitativo más importante en la obtención de los racimos, los cuales deben ser cosechados tan pronto se maduren y llevados a la planta de beneficio, preferiblemente el mismo día de corte, ya que ello influye en la calidad del aceite. Esto exige que las fábricas extractoras de aceite estén cerca de las plantaciones. La palma de aceite se comenzó a desarrollar en María La Baja en 1998, cuando los agricultores del distrito de riego entraron en crisis y abandonaron, arrendaron o subutilizaron sus tierras con el consecuente deterioro de la infraestructura de riego. Entonces, decidieron integrar su economía campesina con una empresa agroindustrial. Para esto, los agricultores crearon la Asociación de Palmicultores del Distrito de Riego de María La Baja, Asopalma, con un esquema de alianza estratégica productiva y se integraron con la Promotora Hacienda Las Flores s.a., grupo empresarial que les aportó su experiencia en la agroindustria de la palma de aceite, tecnología y asistencia técnica en la producción, plantas de viveros y garantía en la compra del fruto. El costo del proyecto fue de $ millones, de los cuales $700 millones fueron recursos no reembolsables del Fondo de Desarrollo Rural (dri), el 40% del costo de la obras por Incentivo de Capitalización Rural (icr) y el resto financiación del Fondo de Financiamiento Agropecuario (Finagro), a través de la Corporación financiera Cofinorte (Aguilera, 2002). El proceso agroindustrial de la planta extractora de aceite de palma en el municipio de María La Baja, inició operaciones en 2006 y tiene una capacidad de procesar 30 toneladas de frutos de aceite de palma por hora y están en el proceso para ini ciar un plan de expansión para duplicar la actual capacidad de producción (Figueroa, 2013). Los tres productos comerciales que se extraen de la palma oleaginosa son el aceite de palma (que se obtiene de la parte carnosa), el aceite de palmiste (de la almendra), y la torta de palmiste. Estos productos tienen diferentes usos como in gredientes de la industria alimenticia, la industria química, la cosmética, la alimentación animal y biocombustibles. Entre 2001 y 2012, el área sembrada en palma de aceite en la subregión mm creció en 21,6% promedio anual, pasando de 900 a hectáreas. Estos cultivos se iniciaron en María La Baja, Bolívar, municipio que se ha mantenido con la mayor área sembrada, con el 85,7% del cultivo de la subregión. Sin embargo, vale la pena destacar que en los dos últimos años se iniciaron siembras en San Onofre y Toluviejo, Sucre, y en Zambrano, Bolívar. 120

123 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA La producción de aceite de palma en la subregión creció en 32,5% promedio anual entre 2001 y 2012; el rendimiento en 2012 fue de 4,1 toneladas de aceite extraído por hectárea, según cifras de las sadrbs. Este rendimiento es superior al total del país, que fue de 3,2 tons/ha, según el Sistema de Información Estadística del Sector Palmero. Colombia es el primer productor de aceite de palma en América Latina y el cuarto en el mundo, aunque con solo el 2% de la producción mundial. En 2012, el país produjo 973,8 toneladas de aceite de palma crudo e importó 125,4 toneladas, de las cuales 40% fueron de aceite de palma bruto y 60% en los demás aceites de palma y sus fracciones, incluso refinados pero sin modificar químicamente. Las exportaciones ascendieron a 221,1 toneladas, de la cuales el 82% fue en aceite de palma y sus fracciones en bruto. Lo anterior indica que el país tuvo un consumo aparente de aceite de palma en bruto de 842,3 toneladas e importó 74,4 toneladas en los demás aceites de palma y sus fracciones, incluso refinados sin modificar. Desde 1994, el sector palmero cuenta con una parafiscalidad que provee recursos para el Fondo de Fomento Palmero y Fondo de Estabilización de Precios para el Palmiste, el Aceite de Palma y sus Fracciones, los cuales son administrados por la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma).7 El propósito de estos fondos es promover el desarrollo económico y social en las zonas de influencia, y que los agricultores puedan cubrir sus costos y ser competitivos aún durante épocas de precios bajos. Con la búsqueda de sustitutos del petróleo surge el biocombustible, una alternativa que ha impactado el mercado de las grasas y aceites, puesto que cerca del 20% de la producción mundial de aceites vegetales se dedica a la producción de biodiesel (Fedepalma, 2013). Según cifras de la fao, las importaciones mundiales de aceite bruto entre crecieron en 8,1% promedio anual, incremento relacionado con su uso como biocombustible. Los mayores importadores de aceite de palma en 2011 fueron India, China, Europa y Estados Unidos. Con los tratados de libre comercio de Colombia con Estados Unidos y Europa, la totalidad de los productos del sector ingresan a esos mercados libres de arancel. 7 La cuota de fomento palmero equivale al 1,5% del precio de cada kilogramo de palmiste y aceite crudo de palma extraídos. El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural fija para cada semestre el precio de referencia de liquidación de la cuota. 121

124 MARÍA AGUILERA DÍAZ f. Cacao El cacao es un árbol perenne cuyo ciclo de duración es de casi 30 años. Las condiciones óptimas para el cultivo son suelos con profundidad mayor de 1,5 metros. Se desarrolla mejor en terrenos con pendientes, aunque también se puede cultivar en suelos planos. Desde el punto de vista climático, tolera temperaturas medias-altas entre los 20º y 32ºC, altitud hasta de 600 msnm y una precipitación anual de a mm. La luminosidad requerida debe ser baja (como máximo el 30%) cuando se encuentra en formación. Una vez la plantación es adulta debe tener una luminosidad alta (75%), puesto que al ser grandes tienen autosombrío (madr, 2005). La subregión mm no tiene tradición cacaotera, a pesar de poseer algunas pequeñas áreas con cacao nativo. El mejoramiento relativo de la seguridad en la zona rural y urbana, ha llevado al retorno de algunos desplazados y a la implantación de proyectos amigables con el medio ambiente. Con el apoyo de alianzas productivas promovidas por el gobierno nacional, se iniciaron nuevos proyectos para siembra de cacao en la zona. Como parte de estas alianzas, en 2006 se creó la Asociación de Productores de Cacao de los Montes de María, Asprocamm, con un proyecto de alianzas productivas del Ministerio de Agricultura y Desarro llo Rural (madr) para 120 asociados (60 de El Carmen de Bolívar y 60 de San Ja cinto). La meta del proyecto eran 200 has. y se lograron establecer 218 has. Posteriormente, se adicionaron 124 has. que beneficiaron 62 asociados en San Juan Nepomuceno, San Jacinto y El Carmen de Bolívar. Actualmente, Asprocamm tiene 182 beneficiarios, de los cuales 154 son activos. El madr y la Nacional de Chocolates dieron su apoyo al diseño de los cultivos, viveros para materiales genéticos, preparación de suelos, abonos orgánicos y capacitación en los procesos de beneficio del cacao. Los pequeños productores participantes en estas alianzas cuentan con 1 o 2 hectáreas establecidas. Las densidades de siembra están alrededor de las plantas/ha. El cacao en El Carmen de Bolívar está asociado principalmente con el aguacate como sombrío permanente, mientras que en San Jacinto con el plátano, el aguacate y árboles frutales como la guayaba y el mango y con algunos maderables como el mataratón y el bara de humo (Vásquez, 2013). En 2012, el área cultivada de cacao en la subregión mm ascendió a hectáreas, que produjo 483 toneladas para un rendimiento de 0,4 ton/ha, inferior al promedio nacional (0,6 ton/ha), según datos de la sadbs. Los municipios de la subregión con áreas sembradas son El Carmen de Bolívar (con más de la mitad 122

125 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA de los cultivos), María La Baja, San Jacinto, San Juan Nepomuceno, Colosó, Chalán y Morroa. En estos tres últimos el área sembrada es baja y representa el 12,9% del total del cultivo. Este sembradío cuenta con unos recursos parafiscales provenientes de la Cuota de Fomento Cacaotero, que ingresa a una cuenta especial creada por ley llamada Fondo Nacional del Cacao, que es administrada por la Federación Nacional de Cacaoteros y cuyo propósito es la financiación de programas y proyectos de beneficio para la actividad cacaocultora nacional.8 Por medio del Fondo se han desarrollado diferentes proyectos que benefician a los productores nacionales en las tres áreas principales contempladas en la ley: la investigación, la transferencia de tecnología y la comercialización. Según la fao, la producción mundial de cacao fue de 4,6 millones de toneladas en 2011, destacándose los países africanos como los mayores productores, en tre ellos Costa de Marfil (33,8%), Indonesia (15,5%), Ghana (15,2%), Nigeria (8,8%) y Camerún (5,9%) con el 79,1% del total mundial. Colombia ocupa el puesto once en el mundo y el cuarto en Suramérica. Entre 2001 y 2011, la producción mundial creció en 3,6% promedio anual y la de Colombia en 2,0%. En el período , las exportaciones mundiales de cacao en grano crecieron a una tasa promedio anual de 2,9%, llegando en 2011 a 3,2 millones de toneladas. Colombia participa en una mínima parte de este comercio. En 2011, el país exportó 2,300 toneladas de cacao en grano e importó 8,700 toneladas. Además, importó 7,400 toneladas de cacao en polvo y torta de cacao y 204 toneladas de cacao en pasta. El cacao es un alimento de gran valor nutritivo, pues contiene un alto porcentaje de carbohidratos, grasas, proteínas y minerales. Tiene usos alimenticios como los chocolates y dulces, la harina molida, las bebidas y la fabricación de postres. Además, la manteca de cacao tiene usos farmacéuticos, por ejemplo, en la fabricación de supositorios. Como la subregión mm cuenta con suelos aptos para el cultivo de cacao y Colombia importa cacao en grano, en pasta, en polvo y en torta para su demanda interna, se esperaría que se siga incrementando el área sembrada y la producción de este cultivo. En particular, debido a la integración entre los agricultores asociados, las empresas industriales y el Instituto Colombiano Agropecuario (ica), que está apoyando el Plan Nacional de Renovación de Cacao. 8 Según la Ley 67 de 1983, la Cuota de Fomento Cacaotero es del tres por ciento (3%) sobre el precio de venta de cada kilogramo de cacao de producción nacional. 123

126 MARÍA AGUILERA DÍAZ 2. Ganadería bovina La ganadería bovina es una de las actividades más importantes de la subregión mm. Según el igac, la zona cuenta con 172 mil hectáreas con vocación agropastoril. No obstante, existe una sobreutilización del suelo, ya que había 340 mil hectáreas dedicadas a pastos en 2012, según la información de las sadrbs. En el mismo año, el número de granjas productoras totalizaron 6.387, equivalentes a la quinta parte de las existentes en Bolívar y Sucre. Con cabezas (66,1% hembras y 33,9% machos) estos departamentos tenían el 29,4% del inventario nacional de ganado bovino. Entre 2001 y 2012, el hato ganadero nacional creció en 3,3% promedio anual, una tasa inferior al total departamental de 7,6%. La capacidad de carga era de una cabeza por hectárea, lo cual indica que el sistema es de producción extensiva, donde se utiliza mano de obra familiar y muy pocos insumos. Según el Plan de Desarrollo de la Alcaldía de Córdoba, Bolívar, , los ganaderos en su mayoría no llevan registros, no fertilizan los potreros, no realizan control de malezas, ni tienen plan de desparasitación. La ganadería de esta zona se caracteriza por tener el 77,6% del total de inventario ganadero bovino para doble propósito (carne y leche), cuyas razas mayoritarias son cebú y la cruzada de cebú-simental. Le sigue en importancia la ganadería de ceba (carne), con el 15,0%, donde también predomina la raza cebú y la cruzada de cebú-holstein. 9 El 7,4% restante es lechero de las razas pardo suizo, holstein y cebú. Las reses traídas por los españoles en la época de la colonia evolucionaron con un proceso natural hacia raza criolla, conocida como costeños con cuernos. Posteriormente, a finales del siglo xix, se popularizó el romo-sinuano, cruce de las razas importadas aberdeen angus y red polled (Posada, 1998). Las razas criollas y el romo-sinuano han venido desapareciendo en la región Caribe. En 1914, se inició el cruce de toros cebú en Zambrano (Bolívar), con vacas criollas en la Hacienda Jesús del Rio, de propiedad de Adolfo Held, dando buenos resultados (Viloria, 2001). En cuanto el tipo de pasto, el 78,9% son praderas tradicionales, en su mayoría ubicadas en el departamento de Sucre, especialmente en San Onofre, que tiene cerca de la mitad del total del área sembrada con estos pastos. La variedad de pasto 9 Actualmente el 90% de la producción mundial de carne proviene de la raza brangus, que es un cruce de cebú puro (brahmán) con angus puro, que produce una carne de calidad. Esta especie requiere climas por encima de los msnm (Arteaga, 2013). 124

127 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA predominante es la colosuana. La segunda variedad en importancia es la pradera mejorada (18,4%), con brachiaria y angleton. El resto corresponde a pasto de corte, como la caña forrajera, kingrass, marafalfa, y a sistemas silvopastoril con roble, teca y campano, entre otros, según datos de las Secretarías de Agricultura de Bolívar y Sucre (Departamento de Bolívar, 2013; Departamento de Sucre, 2013). En 2012, los cinco municipios con mayor número de cabezas de ganado bovino fueron San Onofre, Toluviejo, San Juan Nepomuceno, Palmitos y Los Palmitos, que en conjunto tienen el 59,3% del hato ganadero. Estos municipios fueron de los más golpeados en la subregión por la violencia, lo cual redujo su inventario. La excepción fue San Juan Nepomuceno, que lo incrementó (Anexo E). Zambrano, San Jacinto, Córdoba, El Carmen de Bolívar y El Guamo registraron el mayor crecimiento (Gráfico 5). GRÁFICO 5 Distribución del hato de ganado bovino en la subregión Montes de María, San Onofre Toluviejo San Juan Nepomuceno Palmito Los Palmitos María La Baja Córdoba El Carmen de Bolívar Porcentaje Ovejas El Guamo San Jacinto Morroa Zambrano Colosó Chalán Fuente: Cálculos de la autora con datos de las Secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural Departamental de Bolívar y Sucre. 125

128 MARÍA AGUILERA DÍAZ En 2011, la producción mundial de carne de ganado vacuno totalizó 62,8 millones de toneladas. Estados Unidos, Brasil, China, Argentina y Australia fueron los países de mayor producción, aportando en conjunto el 31,4% del total. Colombia ocupó el puesto quince a nivel mundial con un aporte de 1,3% y el cuarto en Suramérica, con el 6,0%. Entre 2001 y 2011, la producción mundial creció en 1,3% promedio anual y en Colombia en 1,6%. Las exportaciones de carne bovina en el mundo han venido en aumento. En efecto, entre 2001 y 2011 se incrementaron en 4,5% promedio anual. Los cinco países con mayor volumen exportado en 2011 fueron Alemania, Francia, Polonia, Países Bajos y Estados Unidos, que en conjunto aportaron 52,3% del total mundial. Por su parte, los mayores importadores en 2011 fueron Italia, Países Bajos, Rusia, Alemania y Corea del Sur, que colectivamente exportaron el 55,6% del total. Colombia se ubicó en el puesto 70 entre 164 países exportadores y el 175 entre 201 países importadores de carne bovina. La producción de leche de la subregión mm ascendió a 243,4 mil litros de leche diaria en 2012, con una producción de 3,6 litros por vaca diarios (lvd). Entre 2001 y 2012, la producción creció en 0,7% promedio anual y el número de vacas de ordeño descendió 0,2%, contrarrestado con el leve aumento de 30 puntos básicos en la producción diaria por vaca. El mayor rendimiento en la producción de leche se dio en el municipio de Córdoba, Bolívar, con 5,3 lvd y el menor en Chalán y en Ovejas, Sucre, cada uno con 2,0 lvd. La industria láctea de la zona consiste de la producción de queso y suero, que tienen como mercados a Barranquilla y Cartagena. A nivel mundial la producción de leche entera y fresca de vaca ascendió a 614,7 millones de toneladas en 2011, con un crecimiento promedio anual de 2,1%, entre 2001 y Por el contrario, en Colombia la producción láctea decreció 0,03%, según datos de la fao. Los cinco principales productores fueron Estados Unidos, India, China, Brasil y Rusia, que representaron el 40,1% de la producción total mundial. Colombia se ubicó en el puesto 26 entre 202 países productores. Por su parte, en 2011 las exportaciones de leche entera fresca totalizaron 8,8 millones de toneladas con crecimiento de 6,8% promedio anual en la última década, destacándose Alemania, Francia, Bélgica, Austria y República Checa, como los países con mayor volumen exportado, con 53,3% del total mundial. Además, las exportaciones de leche en polvo sumaron 2.2 millones, con un incremento promedio anual de 2,0%, siendo los mayores exportadores Nueva Zelandia, Argenti- 126

129 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA na, Países Bajos, Australia y Dinamarca, que en conjunto representaron el 61,1% del total mundial. Tanto en leche entera fresca como en polvo, Colombia ha venido descendiendo en 15,4% y 42,1% promedio anual, respectivamente. Las importaciones de leche entera fresca de vaca en el mundo llegaron a 2,3 millones de toneladas y se incrementaron en 4,3% promedio anual, entre 2001 y 2011, siendo los cinco primeros países con mayor volumen importados China, Argelia, Venezuela, Arabia Saudita y Singapur. Asimismo, las importaciones de leche entera en polvo ascendieron a 2,3 millones de toneladas y crecieron en 4,3% promedio anual, destacándose China con un aumento de 20,6% promedio anual y el de mayor volumen importado (14,0% del total), seguido por Argelia, Venezuela, Arabia Saudita y Singapur, entre otros. De esta sección se puede concluir que la ganadería bovina de la subregión mm sigue siendo una actividad importante, pues se desarrolla en más de la mitad de su área rural; la subregión tiene casi una tercera parte del inventario ganadero de los departamentos de Bolívar y Sucre. En la década bajo estudio, el sector ganadero perdió participación dentro del total departamental debido a los problemas de violencia de muchos de los municipios de la zona. A pesar de que en la subregión se dieron mejoras en la producción de carne y leche, aún se debe mejorar el sistema productivo, pasando de un sistema extensivo a uno semi-intensivo, utilizar sistemas amigables con el medio ambiente, como el silvo-pastoril, y hacer mejoras genéticas, con el cruces de razas de mejor calidad de la carne, que reduzcan el periodo para ir al sacrificio y comiencen su periodo de gestación de manera temprana Apicultura La apicultura es una actividad transversal con la agricultura pues aprovecha la floración de los cultivos como alimentos para las abejas melíferas (Apis mellifera). Es de gran valor ecológico y económico, pues son polinizadoras entomófilas, controlan indirectamente las plagas y muchas plantas incrementan los frutos y semillas cuando están cerca de un apiario. De la actividad apícola se obtienen productos como la miel, el polen, el propoleo, la cera, la jalea real y la apitoxina, un veneno 10 El cruce Angus-Brangus es una raza en que el macho puede sacrificarse a los 24 meses, si cuenta con 450 kilos mínimo, y la hembra puede entrar en período de gestación a partir de los 15 meses (Arteaga, 2013). 127

130 MARÍA AGUILERA DÍAZ que producen las abejas. 11 La miel es el producto más comercializado y su calidad depende del néctar de las flores que las abejas recojan. Su demanda proviene sobretodo de la industria alimenticia (que la usa como ingrediente de postres, panes y cereales, entre otros), de la cosmética (como materia prima en la elaboración de cremas, bases, tónicos y otros productos de tocador, por ser rica en vitaminas, antioxidantes y como astringente), y en medicina naturista y bioenergética (donde uno de los usos es la apiterapia, que utiliza la apitoxina como tratamiento de enfermedades reumáticas y osteoarticulares) (Corporación, pba, 2009). En 1993, se creó en el departamento de Sucre la empresa Abejas y Miel Ltda., que tomó a su cargo todo el proceso, desde la instalación de las colmenas hasta la comercialización. Luego, en 2004, los apicultores de la región fundaron la Asociación Rural de Productores Apícolas (arpa), que asoció a 137 apicultores de los departamentos de Sucre, Bolívar y Córdoba. Con el apoyo del programa Desarrollo y Paz de los Montes de María, arpa creó la Red de Apicultores Coagromiel, que reúne varias organizaciones de apicultores de la región. Según encuestas realizadas por la Corporación pba (2009), el 90% de la producción de miel de abejas de la subregión mm la comercializa la empresa agroindustrial Abejas y Miel Ltda. y el 10% se distribuye en tiendas, almacenes naturistas y en carreteras de Bolívar y Sucre. El hecho de que solo haya un comercializador mayorista y de que exista poca integración de la asociación con la red de productores para comercializar la miel de abeja y sus subproductos le resta competencia y competitividad a la apicultura de la subregión mm. La información sobre el número de productores y el volumen de producción es deficiente. Por lo tanto, se caracterizará la actividad con base en una visita de campo que hizo la autora a la Asociación de Apicultores de Colosó (Asoapicol), en la vereda El Paraíso, Colosó, Sucre. Esta agremiación está conformada por 28 afiliados que se dedican a trabajar dos días para la asociación en los nueve apiarios en donde tienen 300 colmenas que producen seis toneladas de miel en un año apícola (diciembre y marzo), con un rendimiento de 50 kilos/año (Men- 11 Con el polen que obtienen de las flores las abejas forman pequeñas bolas que almacenan en sus panales. Además del néctar, este polen está fortificado con la miel, lo que aumenta sus propiedades nutritivas y los beneficios para la salud. El propoleo es una resina natural de las abejas que obtienen de las yemas de los árboles y que luego procesan en la colmena. Con el propoleo se cubren las paredes de la colmena para combatir bacterias, virus y hongos que puedan afectarla. Sirve como antibiótico y antiséptico natural que además favorece la capacidad de defensa del organismo humano. 128

131 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA divil, 2013). Los apicultores de esta zona trabajan con la especie africanizada apis mellífera, de manera que deben laborar con todo el cuerpo protegido para evitar picaduras. Los sitios ideales para las colmenas son aquellos cercanos a agua limpia, que las abejas beben mucho en días soleados. Estas deben estar entre 400 y 500 metros lejos de las viviendas y cercadas para que no entren los animales, sobre todo los equinos. La flora más abundante en la zona alta para la alimentación de las abejas son campanillo, mataratón, cítricos, palo de agua y caracolí. Por su parte, en la zona media se encuentran grano de oro, malvas, campanillo, guayacán, cítricos, frutales (como la guayaba), y cultivos de maíz y yuca de la variedad venezolana. La producción se almacena por un máximo de 15 o 20 días y se vende a comercializadores de Bogotá o de Sincelejo cuando la producción es poca. El precio de la miel en julio de 2013 se cotizaba a $6.000 por kilo y la cera, a $ en la finca. La producción mundial de miel natural de abejas ascendió a toneladas en 2011, con una tasa de crecimiento de 2,5% promedio anual entre 2001 y 2011, según estadísticas de la fao. Los cinco mayores productores de miel de abejas fueron China, Turquía, Ucrania, Estados Unidos y Rusia que, en conjunto, concentran el 44,3% del total mundial. La participación de Colombia es mínima, 0,1% del total mundial. En 2011, las importaciones colombianas de miel natural fueron de toneladas que incrementaron en 3,1% promedio anual entre 2001 y Los países con mayor consumo de miel fueron Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido y Francia, que demandaron el 62,6% del total mundial. Por otra parte, Colombia exportó toneladas, con un aumento promedio anual de 3,1%. Los principales exportadores fueron China, Argentina, India, Vietnam y México, que aportaron el 52,0% del total mundial, según estadísticas de la fao. La apicultura tiene poco peso económico en la subregión mm. Los agricultores no la tienen como actividad principal y la manejan con técnicas tradicionales. Teniendo en cuenta el crecimiento de las importaciones mundiales y las diversas industrias que demandan sus productos, es necesario que los actuales productores de miel de la subregión mm le den mayor importancia a la apicultura y modernicen sus sistemas productivos. Además, las asociaciones existentes deben integrarse y comercializar un producto con marca propia y diferenciada con valor agregado, que les permita mejores precios y por ende mayores ingresos. 129

132 MARÍA AGUILERA DÍAZ B. Turismo La subregión mm cuenta con los activos naturales para desarrollar el agroturismo y el ecoturismo, por su vocación agropecuaria y su biodiversidad de fauna y flora. La subregión posee zonas de reservas naturales, como los bosques de la Reserva Los Colorados, la Reserva El Chorchal «El Mono Hernández» y la Reserva Forestal Protectora Serranía de Coraza y Montes de María, que posee una amplia variedad de especies típicas de bosque seco tropical y que son ecosistemas idóneos para apreciar y estudiar los atractivos naturales. Entre los sitios para el ecoturismo se encuentran las cavernas prehistóricas de San José, San Antonio, Las Mercedes y Cueva Clara, en la Serranía de San Jerónimo, en la zona de Toluviejo, cuyos interiores están revestidos por estalactitas y estalagmitas; los siete saltos de aguas y tres represas ubicadas en El Carmen de Bolívar, para diversas actividades de recreación; y los petroglifos que se encuentran en cercanías del municipio de San Jacinto. En lo cultural, San Jacinto tiene un museo etnoarquelógico, con instalaciones adecuadas para preservar las obras y herramientas que caracterizaron a los antiguos pobladores. También tiene una rica música tradicional, como la de los auténticos Gaiteros de San Jacinto, quienes han recibido como reconocimiento internacional un Premio Grammy Latino. Finalmente, San Jacinto tiene una pujante industria artesanal derivada de su legado indígena, como las hamacas, la cestería en palma de iraca y los productos elaborados con totumos y artículos en madera, entre otros. El turismo rural es una actividad que viene en crecimiento en el mundo y puede ayudar a compensar la estacionalidad de la producción agrícola. No obstante, en la subregión mm no se han ejecutado proyectos enfocados a esta actividad. Ade más, se tiene potencial en turismo cultural por los activos inmateriales de las diversas culturas ancestrales indígenas, manifestadas en los festivales folclóricos donde se intercambian saberes y se degusta la gastronomía. La deficiencia en las vías intermunicipales y de los servicios públicos domiciliarios, y la falta de confianza en la seguridad en la zona, son factores limitantes para ofrecer una oferta adecuada de estos productos turísticos. Para convertir el turismo en una actividad rentable, se requiere de infraestructura, equipamiento y ofertas de alojamiento en las zonas protegidas y en los lugares con valor histórico y cultural. Entre las alternativas de alojamiento se podrían establecer tipologías de arquitecturas tradicionales, como las posadas nativas o los 130

133 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA bohíos de las comunidades negras. Dados los limitados recursos de las administraciones locales y de la Unidad de Parques Naturales, se podría incentivar la participación de la empresa privada siguiendo un modelo de concesión para la operación ecoturística de parques nacionales, en el que las comunidades locales estén vinculadas directamente, los cuales podrían aprovechar las exenciones tributarias existentes para los servicios ecoturísticos y las líneas de crédito de Findeter (Ley 812 de 2003) para la financiación de estas actividades. V. Conclusiones y recomendaciones La subregión Montes de María ha sido un territorio de contrastes. Durante el periodo colonial fue refugio de esclavos fugados que encontraron en esta zona su libertad. En el siglo xix atrajo a empresarios nacionales y extranjeros quienes hicieron negocios agrícolas y ganaderos. A principios del siglo xx esta subregión fue escenario de reformas agrarias y luego, en las últimas décadas del mismo siglo, fue afectada por conflictos socioeconómicos ligados al uso y tenencia de la tierra. En lo agrícola la subregión mm tiene tradición en el cultivo de yuca, ñame, aguacate, cacao, frutales y árboles maderables, entre otros. Sin embargo, la productividad no es la óptima debido a los sistemas tradicionales utilizados. Para aumentar la producción los pequeños productores deben aplicar nuevas tecnologías e introducir nuevas variedades. Estas variedades deben tener mayor rendimiento y ser apetecibles en los mercados nacionales e internacionales, aprovechando el apoyo de instituciones de investigación como el ciat, Corpoica y las universidades. A su vez, las asociaciones, los gremios o el Gobierno deben contratar técnicos para que introduzcan nuevas tecnologías para el campo, las difundan entre los pequeños agricultores y les presten asesoría para su adopción. Es importante que se continúe promoviendo la integración entre la pequeña, la mediana y la gran empresa, con encadenamientos productivos que permitan el trabajo conjunto y una mayor productividad, estableciendo alianzas comerciales directas con las empresas industriales, aprovechando las asociaciones de productores de la zona y reduciendo los intermediarios de las cadenas productivas. Además, se debe dar mayor valor agregado a las materias primas, transformándolas en productos terminados para el consumo o como materias primas procesadas para las industrias de alimentos, farmacéuticas, cosmética u otras. Para el mayor desarrollo de las actividades agropecuarias se necesita que el Es tado haga inversiones de bienes públicos, tales como vías, sistemas de riego, in- 131

134 MARÍA AGUILERA DÍAZ ves tigación agrícola, capacitación para el trabajo incrementando la educación técnica y tecnológica para la formación agroindustrial, acorde con la dinámica productiva de la zona. Asimismo, es necesario continuar con los programas de formalización de la propiedad y restitución de tierras, y mejorar la cobertura de la seguridad social. La subregión mm tiene atractivos naturales y culturales para desarrollar actividades turísticas, pero falta la infraestructura de vías y de hospedajes para promoverlo y convertirlo en alternativa para que la población se beneficie con la generación de nuevas fuentes de trabajo e ingresos. REFERENCIAS Entrevistas Mendivil, Ubaldo (2013), socio de Asoapicol, vereda El Paraíso, Colosó, Sucre, el 11 de julio de Vásquez, Pedro (2013), presidente de Asprocamm, San Jacinto, Bolívar, el 17 de julio de Material publicado Agudelo, Cristhian (2013), «Productores antioqueños le apuestan a exportaciones de aguacate has», Agronegocios, segunda quincena de julio. Aguilera, María (2012), «La yuca en el Caribe colombiano: De cultivo ancestral a agroindustrial», Revista del Banco de la República, vol. lxxxv, enero. Aguilera, María (2002), «Palma africana en la Costa Caribe: Un semillero de empresas solidarias», en Adolfo Meisel Roca (editor), Experiencias exportadoras del Caribe colombiano, Colección de Economía Regional, Cartagena: Banco de la República. Alcaldía de Córdoba (2008), Plan de Desarrollo Municipal, , Lo social dura siempre, Montería. Arteaga, Natalia (2013), «Angus-Brangus, una raza de alta productividad», Agronegocios, No. 89, segunda quincena de septiembre. Banco Mundial (2000), Informe sobre el desarrollo mundial, 2000/2001. Panorama general Lucha contra la pobreza: Oportunidad, potenciamiento y seguridad, Mundi- Prensa Libros, s.a, Primera edición, Washington, d.c. 132

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139 ANEXO A Índice de Pobreza Multidimensional (ipmh), de los municipios de la subregión Montes de María, y por zonas y condiciones de deficiencia, 2005 IPM Condiciones educativas Condiciones de la niñez y la juventud Trabajo Salud Acceso a servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda Municipios Total Urbano Rural Logro educativo Analfabetismo Asistencia escolar Rezago escolar Acceso a servicios para la primera infancia Trabajo infantil Tasa de dependencia económica Tasa de empleo formal Aseguramiento en salud Acceso a servicio de salud dada necesidad Acceso a fuente de agua mejorada Eliminación de excretas Pisos Material paredes exteriores Hacinamiento Carmen de Bolívar 0,87 0,83 0,97 0,84 0,53 0,14 0,41 0,20 0,04 0,61 0,98 0,31 0,06 0,99 0,94 0,42 0,07 0,42 San Juan Nepomuceno 0,83 0,80 0,91 0,79 0,47 0,11 0,32 0,16 0,04 0,58 0,99 0,45 0,06 0,70 0,83 0,26 0,04 0,31 San Jacinto 0,82 0,81 0,94 0,83 0,46 0,07 0,35 0,13 0,03 0,52 0,99 0,28 0,06 0,98 0,98 0,32 0,03 0,40 María la Baja 0,87 0,77 0,93 0,89 0,48 0,14 0,49 0,27 0,04 0,60 1,00 0,29 0,09 0,85 0,78 0,40 0,15 0,31 Córdoba 0,86 0,85 0,87 0,90 0,59 0,16 0,40 0,22 0,03 0,64 0,99 0,23 0,09 0,26 0,55 0,55 0,16 0,33 El Guamo 0,85 0,87 0,82 0,92 0,56 0,14 0,35 0,13 0,02 0,60 1,00 0,11 0,03 0,14 0,66 0,36 0,02 0,37 Zambrano 0,85 0,84 0,96 0,85 0,44 0,12 0,39 0,22 0,03 0,60 0,95 0,52 0,08 0,11 0,98 0,27 0,12 0,47 Subregión Bolívar 0,85 0,82 0,93 0,85 0,50 0,13 0,40 0,20 0,04 0,59 0,99 0,32 0,07 0,78 0,85 0,38 0,09 0,37 Dpto Bolivar 0,63 0,55 0,90 0,67 0,30 0,10 0,33 0,19 0,03 0,57 0,95 0,37 0,05 0,30 0,47 0,25 0,11 0,32 Ovejas 0,81 0,74 0,91 0,84 0,49 0,10 0,38 0,24 0,02 0,64 0,98 0,54 0,08 0,21 0,34 0,38 0,07 0,37 Chalán 0,90 0,88 0,95 0,90 0,58 0,09 0,39 0,24 0,06 0,56 1,00 0,37 0,14 0,29 0,40 0,59 0,19 0,43 Colosó 0,85 0,78 0,91 0,85 0,46 0,11 0,41 0,23 0,03 0,61 0,99 0,24 0,06 0,24 0,40 0,81 0,48 0,34 Morroa 0,77 0,68 0,84 0,74 0,42 0,06 0,33 0,21 0,02 0,75 0,98 0,49 0,06 0,22 0,30 0,40 0,13 0,42 Toluviejo 0,80 0,64 0,87 0,85 0,41 0,06 0,34 0,29 0,02 0,65 0,98 0,48 0,03 0,29 0,32 0,39 0,23 0,30 Los Palmitos 0,79 0,63 0,94 0,80 0,45 0,06 0,33 0,20 0,04 0,68 0,98 0,41 0,09 0,26 0,51 0,40 0,15 0,42 San Onofre 0,87 0,78 0,92 0,88 0,50 0,12 0,45 0,30 0,04 0,67 0,99 0,41 0,04 0,41 0,67 0,41 0,20 0,31 San Antonio de Palmito 0,89 0,76 0,97 0,87 0,57 0,16 0,47 0,39 0,03 0,79 1,00 0,57 0,15 0,61 0,44 0,52 0,24 0,47 Subregión Sucre 0,83 0,73 0,91 0,84 0,48 0,10 0,40 0,27 0,03 0,68 0,99 0,45 0,07 0,33 0,48 0,43 0,19 0,36 Dpto Sucre 0,73 0,63 0,92 0,75 0,39 0,09 0,35 0,23 0,03 0,62 0,97 0,41 0,06 0,27 0,40 0,37 0,17 0,35 Total Subregión mm 0,85 0,79 0,92 0,85 0,49 0,11 0,40 0,23 0,03 0,63 0,99 0,38 0,07 0,59 0,70 0,40 0,13 0,37 Total nacional 0,50 0,39 0,81 0,60 0,19 0,09 0,27 0,16 0,04 0,42 0,80 0,29 0,06 0,20 0,20 0,11 0,05 0,19 Fuente: Cálculo dnp - spscv con datos del Censo 2005.

140 ANEXO B Área sembrada de la subregión Montes de María, 2001 y Hectáreas Montes de María-Sucre Crecimiento promedio Part. % 2012 Hectáreas Part. % anual (%) 2001 Hectáreas Montes de María-Bolívar Crecimiento promedio anual (%) Total Subregión mm Crecimiento promedio Agricultura , ,5 1, , ,3 3, , ,6 2,9 Cultivos anuales , ,0 1, , ,9 0, , ,1 1,0 Yuca , ,7 1, , ,4 1, , ,6 1,3 Ñame , ,8 6, , ,0 0, , ,0 1,6 Tabaco , ,4-9, , ,5 3, , ,5-3,8 Cultivos permanentes , ,4 8, , ,2 6, , ,0 6,4 Aguacate 259 0, ,3 8, , ,4-0, , ,9 0,1 Cacao 0 0, ,1 0 0, ,4 0 0, ,2 Caña panelera 9 0,0 1 0,0-20,0 0,0 0 0,0 9 0,0 1 0,0-20,0 Citricos 0, ,3 0 0, ,2 0 0,0 - Coco 298 0, ,2 1,1 10 0,0 0 0, , ,1 0,8 Guayaba 0 0,0 25 0,0 0 0, ,0 0 0, ,0 Limón 0 0,0 5 0,0 0,0 0,0 0 0,0 5 0,0 Mango 0 0,0 78 0, ,3 8 3,6-38, ,1 86 0,0-17,1 Maracuyá 0 0,0 40 0,0 0,0 0,8 0 0,0 40 0,0 Naranja 78 0,0 55 0,0-3,2 0 0,0 25 0,0 78 0,0 80 0,0 0,2 Palma de aceite 0 0, , , ,1 20, , ,2 21,6 Platano 537 0, ,4 2, , ,0-0, , ,6 0,4 Cultivos transitorios , ,1 1, , ,1 4, , ,4 3,3 Ahuyama 0 0,0 41 0,0 15 0, ,1 25,0 15 0, ,1 26,4 Ají dulce 0, ,2 0, ,1 0 0,0 - Ají picante 15 0,0 74 0,0 14, ,2 80 0,0-13, , ,0-7,8 Ajonjolí 306 0,2 84 0,0-11, , ,2-11, , ,1-11,4 Algodón 125 0, ,5 19, , ,2 2, , ,4 9,1 Arroz 427 0, ,2-2, , ,5-0, , ,9-0,5 Frijol 97 0, ,1 6, , ,3 10, , ,2 9,3 Maíz , ,1 1, , ,7 5, , ,7 4,0 Melón 0 0,0 9 0,0 0,0 0 0,0 9 0,0 Patilla 272 0, ,1-0,7 0, , ,1-0,7 Pastos , ,5 0, , ,7 1, , ,4 1,1 Pasto de Corte 486 0, ,9 12, , ,0-2, , ,9 1,3 Pradera tradicional , ,5-0, , ,0 1, , ,5 0,3 Pradera mejorada , ,6 19, , ,7 2, , ,6 4,5 Cultivo forrajero nd 295 0,1 nd 20 0,0 nd 315 0,1 Sistema silvopastoril nd ,4 nd ,1 nd ,2 Part. % 2012 Hectáreas Part. % 2001 Hectáreas Part. % 2012 Hectáreas Part. % anual (%) Total , ,0 0, , ,0 2, , ,0 1,5 Notas: (nd)= no disponible; ( ) no es posible hacer cálculos. Fuente: Cálculos de la autora con datos de las Secretarias de Agricultura y Desarrollo de Bolívar y Sucre.

141 ANEXO C Producción de los principales cultivos agrícolas de la subregión Montes de María, 2001 y Toneladas Montes de María-Sucre Crecimiento promedio Part. % 2012 Toneladas Part. % anual (%) 2001 Toneladas Montes de María-Bolívar Crecimiento promedio anual (%) Total Subregión mm Crecimiento promedio Agricultura , ,0 4, , ,0 0, , ,0 1,2 Cultivos anuales , ,0 3, , ,0-0, , ,1 0,8 Yuca , ,1 3, , ,1-1, , ,0 0,2 Ñame , ,3 7, , ,3 0, , ,5 1,6 Tabaco , ,6-13, , ,6 3, , ,6-5,9 Part. % 2012 Toneladas Part. % 2001 Toneladas Part. % 2012 Toneladas Part. % anual (%) Cultivos permanentes , ,3 8, , ,1-0, , ,6 0,0 Aguacate 956 1, ,1 14, , ,6-4, , ,9-3,3 Cacao 0 0,0 45 0,0 0 0, ,1 0 0, ,1 Caña panelera 18 0,0 4 0,0-13,7 0 0,0 0 0,0 18 0,0 4 0,0-13,7 Citricos 0 0,0 0 0, ,3 0 0, ,9 0 0,0 - Coco 922 0, ,8 2,9 50 0,0 0 0, , ,2 2,4 Guayaba 0 0,0 97 0,1 0 0, ,0 0 0, ,2 Limón 0 0,0 97 0,1 0 0, ,0 0 0, ,2 Mango 0 0,0 9 0, ,7 71 5,8-32, ,6 80 0,0-31,9 Maracuyá 0 0, ,1 0 0,0 0 4,3 0 0, ,0 Naranja 300 0, ,1-6,8 0 0, , , ,1 0,4 Palma de aceite 0 0, , , ,9 32, , ,2 32,5 Platano , ,5 4, , ,0 1, , ,8 1,9 Cultivos transitorios , ,7 5, , ,9 2, , ,3 3,5 Ahuyama 0 0,0 0 0, ,0 0 0, ,0 0 0,0 Ají dulce 0 0, , , , ,4 Ají picante 240 0, ,3 4, , ,1-11, , ,2-7,1 Ajonjolí 162 0,2 52 0,0-10, , ,1-9, , ,1-9,5 Algodón 212 0, ,0 18, , ,2 2, , ,5 9,0 Arroz 503 0, ,2-3, , ,8-0, , ,2-0,2 Frijol 75 0,1 96 0,1 2, , ,2 8, , ,2 7,8 Maíz , ,7 5, , ,0 4, , ,9 5,0 Melón n.d 45 0,0 0, ,0 Patilla 388 0, ,1-5,8 0, , ,0-5,8 Notas: (nd)= no disponible; ( ) no es posible hacer cálculos. Fuente: Cálculos de la autora con datos de las Secretarias de Agricultura y Desarrollo de Bolívar y Sucre.

142 ANEXO D Rendimiento de los principales cultivos agrícolas de la subregión Montes de María, 2001 y 2012 Montes de María-Sucre 2001 Toneladas 2012 Toneladas Diferencia Montes de María- Bolívar 2001 Toneladas 2012 Toneladas Diferencia Total Subregión MM 2001 Toneladas 2012 Toneladas Diferencia Total cultivos 2,8 5,0 2,2 6,8 4,8-2,0 5,9 4,9-1,0 Cultivos anuales 7,0 8,7 1,7 10,8 9,4-1,4 9,4 9,2-0,2 Yuca 8,4 9,9 1,5 10,6 7,9-2,7 9,7 8,6-1,0 Ñame 9,1 8,2-0,9 11,9 12,5 0,5 11,2 11,3 0,1 Tabaco 2,0 1,1-0,9 1,6 1,7 0,0 1,8 1,4-0,4 Cultivos permanentes 2,3 4,0 1,7 10,1 4,8-5,4 9,3 4,6-4,7 Aguacate 2,0 7,8 5,8 13,9 9,4-4,5 13,3 9,2-4,1 Cacao 0,3 0,5 0,4 Caña panelera 1,5 4,0 2,5 2,0 4,0 2,0 Citricos 15,1 15,1 - Coco 1,9 3,8 1,9 5,0 3,2 3,8 0,6 Guayaba 3,9 10,1 9,0 Limón 1,4 1,4 Mango 0,1 4,7 8,8 4,1 4,7 0,9-3,7 Maracuyá 3,0 3,0 Naranja 2,2 2,6 0,3 6,8 3,8 3,9 0,1 Palma de aceite* 1,1 2,5 4,1 Platano 2,7 5,6 3,0 7,1 8,7 1,6 6,6 7,8 1,2 Cultivos transitorios 1,0 2,5 1,5 2,4 2,0-0,3 2,1 2,2 0,1 Ahuyama 0,0 8,7 0,0 8,7 0,0 Ají dulce 4,3 4,3 Ají picante 8,0 5,5-2,5 5,0 6,3 1,3 5,5 5,9 0,4 Ajonjolí 0,3 0,6 0,4 0,6 0,8 0,1 0,6 0,8 0,1 Algodón 0,8 1,5 0,7 1,5 1,5 0,0 1,5 1,5 0,0 Arroz 0,7 1,1 0,4 5,9 6,0 0,1 5,4 5,6 0,2 Frijol 0,4 0,5 0,1 1,1 1,0-0,2 1,0 0,9-0,2 Maíz 1,0 2,6 1,6 1,7 1,6-0,1 1,7 1,9 0,2 Melón 5,0 5,0 Patilla 3,3 0,8-2,5 1,4 0,8-0,6 Notas: (-) No es posible hacer cálculos; (*) calculado como aceite de palma extraído/ sobre área en producción. Fuente: Cálculos de la autora con datos de las Secretarías de Agricultura y Desarrollo de Bolívar y Sucre.

143 LA ECONOMÍA DE LOS MONTES DE MARÍA ANEXO E Número de cabezas de ganado vacuno y hectáreas en pastos en la subregión Montes de María, Municipios Número de cabezas Hectáreas en pastos Cabezas por hectáreas San Onofre ,1 1,1 Toluviejo ,4 1,4 San Juan Nepomuceno ,8 0,8 Palmito ,0 1,7 Los palmitos ,6 1,8 María La Baja ,4 0,5 Córdoba ,2 0,6 El Carmen de Bolívar ,3 0,7 Ovejas ,5 1,6 El Guamo ,3 3,5 San Jacinto ,1 1,8 Morroa ,8 0,6 Zambrano ,0 1,1 Colosó ,1 0,6 Chalán ,5 1,2 Total Subregión mm ,8 1,0 Notas: (-) No es posible hacer cálculos; (*) calculado como aceite de palma extraído/ sobre área en producción. Fuente: Cálculos de la autora con datos de las Secretarías de Agricultura y Desarrollo de Bolívar y Sucre. 141

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145 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, SALUMA CASTILLO GUERRA OMAR CASTILLO NUÑEZ * RESUMEN Este trabajo examina, empleando la metodología shift share modificado, los determinantes de la producción de los principales cultivos del departamento de Córdoba en el período Las fuentes de variación consideradas fueron el área, el rendimiento, el precio y la localización. Los resultados muestran que el valor de la producción total aumentó durante el período bajo estudio. El efecto localización explica la mayor parte de las variaciones del valor, indicativo de un proceso de reasignación de área desde los cultivos transitorios a los anuales y permanentes. El efecto precio también contribuyó positivamente, evidencia de que los agricultores responden a los incentivos del mercado. La contribución del efecto rendimiento fue casi despreciable y la del efecto área, nula. Palabras clave: Costa Caribe colombiana, economía regional, shift-share, producción agrícola. Clasificaciones jel: R11, Q10 * Los autores son, respectivamente, economista, egresada de la Universidad del Norte, Barranquilla, y Profesor Titular de Economía de la Universidad de Córdoba, Montería. Correos electrónicos: saluksti@gmail.com y casnuom@gmail.com. Este trabajo es una versión revisada de «Factores asociados al comportamiento del valor de la producción agrícola en el departamento de Córdoba, », presentado por Saluma Castillo al Departamento de Economía de la Universidad del Norte como requisito de grado en diciembre de Fecha de recepción: marzo 31 de 2014; fecha de aceptación: mayo 5 de Economía & Región, Vol. 8, No. 1, (Cartagena, junio 2014), pp

146 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ ABSTRACT Agricultural Production in the Department of Córdoba, Colombia, Using a modified shift-share approach, this paper examines the determinants of the value of output for the main crops in the department of Córdoba, on the Colombian Caribbean, for the period The sources of variation considered were area, yield, price and location. We find that the value of agricultural output increased during the period under study. The location effect explains most changes in the value of crops, due to a relocation process, from temporary crops to permanent crops. The price effect contributed positively, which indicates that farmers respond to market incentives. The yield effect and the area effect were insignificant and nil, respectively. Key words: Colombian Caribbean, regional economics, shift share, agricultural production. jel Classifications: R11, Q10 I. INTRODUCCIÓN El departamento de Córdoba, situado al noroeste de la República de Colombia, limita al norte con el Mar Caribe, por el este y sur con el departamento de Antioquia, y al oeste con los departamentos de Bolívar y Sucre. Se caracteriza porque una de sus principales actividades económicas es la agricultura, estructura económica marcada por su topografía, compuesta por ríos, caños, quebradas, arroyos y ciénagas. Su suelo fértil posee la cantidad suficiente de minerales para el crecimiento de las plantas y la cría de animales. La presencia fuerte del recurso hídrico marca dos épocas: seca y húmeda. Ambas determinan la estacionalidad de los cultivos y de la producción de ganados. Los cultivos de maíz y arroz se siembran, principalmente, en abril y se cosechan en agosto. El año agrícola para el cultivo de algodón empieza en septiembre y termina en febrero. Por el contrario, cultivos como yuca y ñame tienen un ciclo productivo de duración anual, y el del plátano, permanente. 144

147 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, Entre los productos que son sembrados a gran escala, y sobre los cuales se poseen estadísticas más ciertas y continuas, se cuentan el algodón, el maíz, el arroz, el ñame, la yuca, y el plátano. Según el Ministerio de Agricultura, para la cosecha de 2011 el primer cultivo representó el 40% de la producción física en toneladas del algodón cultivado en el país; el maíz, aportó 31%; el arroz secano manual, 23,3%, destacándose como el primer productor de los mismos. El ñame, la yuca y el plátano participan con el 30,7%, 14,1% y el 5,0%, respectivamente (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, 2012). A pesar de la destacada posición de Córdoba en la agricultura nacional y en la economía local, son pocos los estudios sobre el desempeño de estas actividades en lo que va corrido del presente siglo. En la última década del siglo xx tuvo lugar una incipiente recomposición de la estructura del valor de la producción agrícola (Castillo, 2000). Mientras que a principios de los años noventa los cultivos de ciclo largo generaban el 19% del valor de la producción, hacia finales aportaban el 32%. A esto contribuyó el auge de las siembras de plátano. Por su parte, los cultivos de ciclo corto, especialmente algodón, arroz y maíz que, en 1990 aportaban el 68% del valor de la producción, redujeron ligeramente su participación, a 67%, al final de la década. Esto se explica básicamente por la desaparición de las siembras de sorgo. Este trabajo tiene por objeto estudiar la evolución del valor de la producción agrícola cordobesa entre 2001 y A este efecto, se examinará el comportamiento de los principales cultivos (algodón, arroz, maíz, ñame, yuca y plátano) y se identificarán los factores determinantes de las variaciones de la producción agrícola empleando la técnica metodológica del shift-share. El documento se compone de seis secciones. En la segunda examinan las variables que pueden causar cambios en el valor de la producción agrícola. En la tercera se revisa la literatura sobre el shift-share, al igual que su aplicabilidad en la economía regional y agrícola. En la cuarta sección se describe la metodología y luego, en la quinta, se presentan los resultados obtenidos. El trabajo termina con unas conclusiones. II. MODELOS DE DESARROLLO AGRÍCOLA El papel de la agricultura en el desarrollo económico se ha transformado con el tiempo. La teoría y la política de desarrollo se han concentrado en establecer las 145

148 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ condiciones bajo las cuales puede sostenerse un excedente agrícola. Desde que Malthus planteó que la población mundial tendía a crecer más que la producción de alimentos, la oferta agropecuaria ha aumentado más que la demanda, creando excedentes de oferta constantes que, acompañados de avances tecnológicos, han disminuido los precios reales (Mundlak, 2000, p.3; Chavas, 2008, p. 357). Respecto a los determinantes del crecimiento de la producción, existen en la literatura diversos modelos que se refieren al proceso de desarrollo agrícola. El modelo de la conservación, de la Escuela Clásica, se basa en el concepto de rendimientos decrecientes del capital y la mano de obra aplicados a la producción agrícola. Parte de dos supuestos: que la tierra para la producción agrícola es escasa y esta escasez aumenta con el crecimiento económico, y que el agotamiento del suelo es posible y las acciones para prevenir la caída de los rendimientos o aumentar la productividad de la tierra afectan los niveles de vida y el crecimiento económico (Hayami y Ruttan, 1985). Esta es la famosa ley de los rendimientos marginales decrecientes. Cuando la escasez de tierra es alta, las tierras más pobres son usadas; como consecuencia, la productividad de la tierra y del trabajo caen. Este decrecimiento, sin embargo, puede compensarse con inversiones en tecnologías biológicas, químicas y mecánicas para aumentar la fertilidad, y en el desarrollo y formación del factor trabajo, lo cual evitará que disminuya la productividad. La adopción de nuevas tecnologías permite producir más cantidad de producto con igual cantidad de insumos o igual cantidad de producto con menos cantidad de insumos. No obstante, al internalizar las nuevas tecnologías, si la producción crece por encima de la demanda, los precios disminuyen. Los aumentos en la productividad superiores a la disminución en los precios elevan la eficiencia de los productores, garantizando su permanencia en el mercado. Hayami y Ruttan (1985 p ) proponen un modelo de desarrollo de «innovación inducida», que «considera al cambio técnico como una respuesta dinámica a los cambios ocurridos en las dotaciones de recursos y al crecimiento de la demanda». Definen el cambio técnico como «cualquier cambio en los coeficientes de la producción que provenga de aprovechar recursos dirigidos al desarrollo de nuevos conocimientos incorporados». En este sentido, los aumentos en la producción dependen del desarrollo de una tecnología agrícola apropiada. En la agricultura, dentro de las clases de tecnologías existentes, se destacan la tecnología mecánica, que potencia la productividad del trabajo, pero reducen el empleo, y la biológica y la química, que aumentan la productividad de la tierra, pero 146

149 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, que pueden generar externalidades ambientales negativas. 1 Los precios relativos incitan a los agricultores a buscar insumos técnicos para sustituir los factores productivos escasos por los más abundantes, optimizando la reducción de los costos unitarios. En otras palabras, el modelo de innovación inducida indica que los agricultores aumentarán sus inversiones si uno o más de los siguientes cambios ocurren: de una parte, aumentan los rendimientos de una cantidad dada de recursos, lo cual se traduce en mejoramientos de la productividad y, por ende, de la producción, o, de otra, disminuyen los costos de los recursos en relación con el precio del producto o, viceversa, aumenta el precio del producto en relación con el costo de los insumos. Resumiendo, las variaciones del producto agrícola están asociadas a variaciones en la cantidad de tierra usada, variaciones en la productividad de factores y variaciones en el precio del producto. En forma de una ecuación (Jaramillo, 1994): VP = Q P Q = X PFT VP =X PFT P Donde: VP = Valor de la producción agrícola Q = Producción X = Cantidad de insumos utilizados PFT = Productividad de los insumos utilizados en el proceso productivo P = Precios del producto El valor de la producción depende de las variables anteriores. De estas, el precio (P) no está determinado por el agricultor y el aumento en la cantidad de los insumos (X) tiene restricciones por el impacto que genera en los costos de producción. Así, los incrementos en la productividad factorial son un determinante. 1 Hayami y Ruttan (1985 p. 107) definen la tecnología mecánica como «ahorradora de mano de obra». Esta facilita la sustitución de mano de obra por energía y maquinaria, logrando así una mayor productividad por tra bajador, incrementando el área de trabajo del mismo. La tecnología biológica y química, es considerada «ahorradora de tierra» y facilita la sustitución de la tierra por la mano de obra e insumos industriales; busca in crementar la producción por unidad de área, o mejorar el rendimiento de los productos. 147

150 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ En el presente trabajo se emplean estas variables para explicar los cambios en el valor de la producción agrícola en el departamento de Córdoba a partir de modificaciones en la cantidad de tierra sembrada, variaciones en la productividad física de la misma como una expresión cercana a la incorporación de cambio técnico, y a cambios en los precios como una expresión de la racionalidad económica de los agricultores. III. REVISIÓN DE LA LITERATURA La técnica de shift-share se emplea para determinar los componentes del crecimiento económico regional. Ella permite establecer las diferencias en las estructuras del crecimiento regional y nacional. Algunos ejemplos son Dunn (1960), Marquillas (1972) y Artige y Neuss (2012). El shift-share puede también ser usado, con otros análisis, para determinar el crecimiento potencial de un sector clave en una región, a través de tres efectos: impulso nacional, efecto regional y efecto sectorial (Mur y Angulo, 2007). Se distinguen dos modalidades para predecir los cambios en la participación: shift share modificado y shift share dinámico. El primero «compara el valor de una medida económica en un periodo inicial y final sin estudiar la evolución de la variable» produciendo subestimaciones o sobreestimaciones de los resultados obtenidos. El segundo «se basa en la posibilidad de dividir el periodo de estudio en dos o más sub-periodos, lo que permite incorporar cambios en la estructura sectorial» proporcionando el estudio del comportamiento de la variable (Mayor, López y Pérez, 2005, p. 873) El shift share proporciona un análisis alrededor de tres dimensiones: la geografía, un sector de actividad económica, y un periodo temporal. En palabras de Artige y Neuss (2012, p. 1), éste consiste en «descomponer la diferencia entre el crecimiento regional observado durante un tiempo específico de un sector, con el crecimiento hipotético que la región haya experimentado en ese sector. A partir de esto, señala dos componentes: un efecto sectorial y un efecto de impulso na cional. Para su cálculo, utiliza la estructura económica regional y las tasas de crecimiento nacional, respectivamente». Artige y Neuss (2012) han diseñado la versión más reciente de esta medida, separando los efectos hallados por Dunn (1960), y calculan un sólo valor para am- 148

151 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, bos efectos. Al hacerlo para el caso de Bélgica y la región de Bruselas, usando como datos el empleo en el sector manufacturero entre 1995 y 2007, encuentran ambigüedades para las medidas de impulso nacional y el efecto sectorial. Su conclusión es que las técnicas tradicionales no están bien definidas, pues no descomponen el crecimiento de un sector. Aplicado al crecimiento regional, como lo señala Cepeda (2010, p. 28), permite analizar la influencia de un efecto sobre el cambio que experimenta la economía de la región, pues se descompone el crecimiento de una medida económica en varios efectos que, a su vez, muestran el impacto que tiene un sector sobre la economía local. En cuanto a las limitaciones del método, Mayor et.al (2005, p. 866) citando a Richardson (1978), concluyen que «el análisis shift-share no dice nada sobre la capacidad de una región para retener a los sectores pujantes, o cómo atraerlos». Otros, como Bartels, Nicol y Van Duijn (1982) consideran que el shiftshare es «medición sin explicación». En efecto, el shift-share es una técnica analítica simple; no explica las causas de cada componente. Tal como lo indica su nombre, el método examina cambios, y estos son sensibles al periodo de estudio, pues la técnica arroja una muestra instantánea de las variaciones en la participación de la variable en consideración. En este sentido, ShiChun-Yun y Yang Yang (2008), tomando como referencia a Yasin, Alavi, Sobral y Lisboa (2004), sostienen que las principales limitaciones de este método son el periodo de tiempo, el contenido teórico y la capacidad de predicción. Dadas éstas, no se puede responder de forma compleja a los cambios significativos que se dan, ni hacer ajustes a los cambios económicos que se puedan dar entre el intervalo de años, fuera del año inicial y el final. En Colombia, la técnica del shift-share ha sido utilizada para evaluar el crecimiento regional. Bonet (1999) analiza si la especialización productiva regional ha sido la causa del progreso o retroceso en el contexto nacional, tomando el valor agregado de las cuentas regionales del dane por departamentos y sectores económicos para 25 entidades territoriales y seis regiones entre 1980 y Determina dos etapas, shift-share modificado y shift-share dinámico modificado; para este último examina tres sub-periodos: , , y En términos generales, Bonet encuentra que los departamentos con crecimientos superiores a la media nacional incrementan la participación del sector minero en su producción total. Por el contrario, los departamentos con crecimientos inferiores a la media nacional y pocas proyecciones en el mediano plazo registran una participación alta en el sector agrícola e industrial (Bonet, 1999, p.38) 149

152 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ Siguiendo la metodología anterior, pero para el periodo , Garza (2007), toma el valor agregado de 25 departamentos del Sistema Simplificado de Cuentas Económicas Departamentales. Con el fin de poder aplicar el shift share dinámico modificado, utiliza dos sub-periodos: , y Los resultados indican que los sectores agropecuario y manufacturero crecen menos que el promedio durante los dos periodos. El sector minero muestra mejor desempeño para el periodo ; para el periodo el sector gobierno registra el mayor crecimiento. Otros ejercicios parecidos son los trabajos de Galvis (1999), Cepeda (2010) y Muñoz (2012). El primero analiza el empleo industrial en las principales ciudades colombianas entre 1974 y El segundo evalúa el desempeño de los distintos sectores económicos de la economía santandereana, descomponiendo el pib para el periodo del El tercero estudia el comportamiento de los productos exportados por el Valle del Cauca entre 1991 y 2010 a los países con los cuales Colombia había constituido o estaba negociando tratados de libre comercio. Para la agricultura, el método ha sido empleado por Nguyen y Martínez (1979), quienes estudiaron las fuentes de cambios en la producción agrícola mexicana en los estados federales cercanos a los centros de mercado y de población entre 1960 y Concluyen que los estados del centro tenían tasas de crecimiento más altas que otros lugares porque estaban mejor posicionados para adaptar los cultivos a los movimientos de la demanda. Por otro lado, en la mayoría de los es tados donde los cultivos especializados habían tenido un crecimiento medio encontraron una estructura productiva de cultivos diversificados. Silva y Santos (2001) utilizaron el shift-share modificado para estudiar los principales cultivos de la agricultura en Sao Paulo, Brasil entre 1985 y Su propósito era probar la hipótesis de que la agricultura brasileña mantiene una trayectoria racional en la producción, aun cuando los principales instrumentos para promover el sector se habían debilitado. Hallaron que, a pesar de la disminución de los precios internos y externos, el rendimiento y la estructura del cultivo se desempeñaron positivamente para los años analizados. El shift share como técnica metodológica no se ha empleado para evaluar el desempeño del sector agrario en Colombia. Este trabajo pretende llenar, parcialmente, el vacío, aplicando el método para el caso del departamento de Córdoba en el período

153 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, IV. METODOLOGÍA Con base en las consideraciones anteriores, puede afirmarse que la técnica del shift share modificado es apropiada para responder al objetivo de esta investigación, pues permite descomponer las variaciones de la producción en efectos de área, rendimiento, precio, y localización como factores asociados a estos cambios. A pesar de las críticas que se le han hecho al método, la aplicación del shift-share es válida por las siguientes razones: i) es una primera aproximación al análisis de un subsector para el cual, a nivel regional, no ha sido aplicada esta técnica metodológica y cuya evolución económica no ha sido evaluada en lo que va corrido del presente siglo, y ii) el análisis puede ser complementado con otras técnicas estadísticas y econométricas que podrían tener mayor poder explicativo. Sin embargo, esto último queda fuera del ámbito de la presente investigación, dado que se carece de bases de datos más extensas de las variables en estudio. Los efectos a considerar son: El efecto área: Refleja las variaciones derivadas del cambio en el valor de la producción por la variación del área cultivada, suponiendo que los demás efectos se mantienen constantes. El efecto rendimiento: Muestra la alteración en el valor de la producción ocasionada por modificaciones en la productividad de los factores, independiente de cambios en el área, en la localización geográfica y en la composición del producto. En el largo plazo, este efecto puede ser indicativo de cambios tecnológicos que elevan la productividad del factor tierra. Pero el abandono de áreas menos productivas, con la consecuente reducción de área total, también puede influenciar el nivel de productividad. De esta forma, sería correcto decir que tal efecto puede reflejar, parcialmente, cambios tecnológicos. El efecto precio: El impacto de variaciones en los precios sobre el valor de la producción, cuando los demás efectos permanecen constantes. Variaciones positivas de este efecto son expresión de la sensibilidad de los agricultores a los estímulos de mercado. El efecto localización geográfica: Los cambios en la ubicación espacial del valor de la producción individual por cultivos derivados de la variación en el área cultivada en el departamento, suponiendo que los demás efectos per manecen constantes. Este efecto también indica ventajas de ubicación 151

154 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ comparativas en el largo plazo, puesto que los cambios pueden ocasionar una reasignación de factores productivos entre cultivos. Los cultivos considerados son: algodón, arroz, maíz, ñame, yuca y plátano, que representan el 99% del valor de la producción de trece cultivos (ajonjolí, ñame, yuca, plátano, arroz, maíz, algodón, palma de aceite, cacao, sorgo, frijol, caña panelera, y cocotero). Se excluyen frutales y hortalizas, pues de estos se tiene información muy dispersa e incierta. La información sobre hectáreas cultivadas y rendimiento en toneladas por hectárea fue tomada del Anuario estadístico del sector agropecuario y pesquero del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (2012). Los precios del algodón se estimaron a partir del cociente entre el costo de producción de la fibra en Córdoba y el Caribe Colombiano entre , con información tomada de conalgodón (2013). Se supuso que el margen es constante y se añadió al precio mínimo de garantía fijado por el Gobierno. De esta manera se calculó el precio de la fibra de algodón en Córdoba. Los precios del arroz se calcularon mediante un procedimiento similar. En este caso, se promedió la información mensual de precios mayoristas del arroz blanco en Montería obtenida del Sistema de Estadísticas Agropecuarias- sea (2011) y la serie histórica de estadística de precios del arroz paddy en la Costa Caribe, tomado de la Federación Nacional de Arroceros (2011). El costo del trillado se estimó como la diferencia entre los dos precios. Esta diferencia se descontó del precio del arroz blanco para obtener el precio del arroz paddy. Para el maíz, la yuca, el ñame y el plátano se tomaron los precios mayoristas reportados por el Sistema de Estadísticas Agropecuarias- sea (2011). Para determinar las causas la variación del valor de la producción de estos cultivos en Córdoba, se estimó el valor de la producción individual con la siguiente ecuación: 152 VP jt = (A jt R jt P jt ) (1) Donde: VP jt = el valor de la producción total del cultivo j en un año t cualquiera. A jt = el área total sembrada del cultivo j en un año t cualquiera. R jt = el rendimiento del cultivo j en el año t. P jt = es el precio del cultivo j en el periodo de tiempo t.

155 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, Por ende, el valor de la producción de un cultivo es el producto del área sembrada, los rendimientos y el precio del producto en el mercado. Para el periodo base, el valor de la producción individual para cada cultivo se calculó mediante la expresión: VP j0 = A j0 R j0 P j0 (2) Donde: VP j0 = el valor de la producción total del cultivo j en el periodo base. A j0 = el área total sembrada del cultivo j en el periodo base R j0 = el rendimiento del cultivo j en el periodo base P j0 = es el precio del cultivo j en el periodo base La variación del valor de la producción para el cultivo j respecto al año base viene dada por la expresión: VP jt VP j0 = (A jt R jt P jt ) (A j0 R j0 P j0 ) (3) En A j0 = j0 A 0, el primer término ( j0 ) es la participación relativa del área sembrada de un cultivo j en el área total de los cultivos considerados en el departamento en el año base. El término A 0 es el área sembrada del cultivo j en el año base. La ecuación (3) puede también expresarse como: VP jt VP j0 = (VP jt A VP j0 ) + (VP jt R VP jta ) + (VP jt P VP jtr ) + (VP jt VP jtp ) (4) Dónde: A VP jt = j0 A jt R j0 P j0 R VP jt = j0 A jt R jt P j0 P VP jt = j0 A jt R jt P jt Por lo tanto, la variación del valor de la producción para un producto j es la sumatoria de los efectos área, rendimiento, precio y localización, medidos así: 153

156 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ A Efecto área = (VP jt VP j0 ) R Efecto rendimiento = (VP jt VP jta ) P Efecto precio = (VP jt VP jtr ) Efecto localización = (VP jt VP jtp ) (4a) (4b) (4c) (4d) Los efectos se presentan en forma de tasas promedio anuales de crecimiento calculadas como la tasa anual media de crecimiento del valor de la producción (r) ponderada por la variación de cada uno de los efectos. Para ello, se multiplica y divide la expresión (4) por: 1 / (VP jt VP j0 Por lo tanto, r = t (VP jt / VP j0) Entonces, rp = (VP A VP jt j0 ) r + VP jt VP j0 (VP R VP A jt jt ) r + VP jt VP j0 (VP P VP R jt jt ) r + (VP VP P ) jt jt r (5) VP jt VP j0 VP jt VP j0 Donde rp representa la tasa de crecimiento del valor de la producción del cultivo-j ponderada por la variación de cada uno de los efectos. Cabe resaltar que el valor de la producción total agrícola departamental es la sumatoria del valor de la producción de todos los cultivos estudiados. Dada la presencia de diferentes técnicas de producción en maíz (maíz tradicional, maíz tecnificado), y en arroz (arroz riego, arroz secano manual y arroz secano mecanizado), el área total sembrada en estos cultivos se estimó sumando el área de cada sistema y el rendimiento como la media ponderada por el área. En términos matemáticos: n A jt = A jt j = 1 n s = 1 R jt = (A sjt * R sjt ) n A sj = 1 sjt 154

157 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, Donde: A jt = área total del cultivo, maíz o arroz A sjt = área de la técnica de producción del cultivo, según el caso R jt = rendimiento total del cultivo en estudio R sjt = rendimiento del sistema de cultivo. V. RESULTADOS A. Evolución y estructura de la producción agrícola en el departamento de Córdoba En el Gráfico 1 se muestra la evolución del valor de la producción agrícola de Córdoba, en miles de millones de pesos corrientes, durante el periodo El producto agrícola departamental creció de $554 mil millones en 2001, a $740 mil millones en Sin embargo, son observables dos ciclos en su comportamiento: el primero, entre los años , caracterizado por una fase de disminución hasta 2002; luego, a partir de este año, se observa un crecimiento hasta Gráfico 1 Evolución de la producción agrícola en el departamento de Córdoba Miles de millones de pesos Años Fuente: Cálculo de los autores con base en la metodología propuesta. 155

158 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ El segundo ciclo abarca el período Este comienza con una caída del valor de la producción, seguida de una etapa de recuperación que crece continuamente hasta 2009, cuando el valor de la producción departamental alcanza su punto máximo. Durante los dos últimos años del tiempo de estudio se observa una ligera desaceleración pues el valor de la producción cae pero no por debajo del año 2005 El Cuadro 1 muestra el valor de la producción calculada y la participación porcentual de los cultivos en 2001 y En 2001, el valor total de la producción agrícola en Córdoba fue de $ millones. De estos, $ millones (68%) son cultivos de ciclo corto o transitorios (algodón, arroz y maíz); los $ millones restantes (32%), corresponden al valor de los cultivos anuales (yuca y ñame) y permanentes (plátano). Para 2011 esta distribución se modifica: los cultivos anuales y permanentes ganan siete puntos porcentuales, pues aumentan a 39% del valor de la producción, resultado de una continuidad del proceso de recomposición del valor agrícola departamental. 156 CUADRO 1 Valor de la producción y participación de los principales cultivos en el departamento de Córdoba, 2001 y 2011 Cultivos Valor de la producción departamental Participación (%) (millones de pesos corrientes) Algodón ,9 29,2 Arroz ,2 7,3 Maíz ,3 24,3 Ñame ,5 11,7 Yuca ,2 13,7 Plátano ,0 13,8 total Fuente: Cálculos de los autores

159 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, Estos resultados difieren de la composición del valor agrícola en Colombia como un todo, donde los cultivos permanentes y, en particular, el café representan el doble del valor de la producción de los cultivos transitorios. Sin embargo, como ya se señaló, en Córdoba se observa una tendencia de los cultivos anuales y permanentes a aumentar su participación en la producción departamental desde la década del noventa. B. Análisis individual de cultivos Con base en la tendencia que aparece en el Gráfico 1, se ha dividido la muestra del valor de la producción individual de los cultivos en dos sub- periodos: y para analizar los componentes de la variación de cada uno. Para su cálculo, se tomó el valor promedio de la producción y, como base, el primer periodo. El Cuadro 2 presenta el resultado de la aplicación del método, que descompone la tasa de crecimiento del valor de la producción en los efectos área, rendimiento, precio y localización de los cultivos de ciclo corto. CUADRO 2 Componentes de la variación ponderada del valor de la producción de cultivos de ciclo corto en el departamento de Córdoba, a Efectos (%) Cultivos Área Rendimiento Precio Localización Total Algodón -0,02 0, ,05 1,81 1,84 Arroz -0,01 0,01 0,10 3,18 3,28 Maíz -0,07 0,02 0,07 0,54 0,56 Fuente: Cálculos de los autores. Como puede observarse, la producción de arroz presentó el mayor dinamismo, con una contribución de 3,28% al crecimiento de los cultivos de ciclo corto a partir del periodo base, Es de notar que, en el caso del arroz, el 157

160 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ efecto área y el efecto rendimiento se anulan, de manera que el crecimiento es explicado por el efecto precio, (0,10%) y por el efecto localización (3,18%), reflejo de una sustitución de otros cultivos por este en el departamento. El valor de la producción de algodón creció a una tasa ponderada de 1,84%. El efecto rendimiento no tiene un papel sobresaliente en la explicación de este crecimiento. El efecto área influyó negativamente en un 0,02%. En últimas, el comportamiento positivo se explica por los efectos localización y precios, que contribuyeron al crecimiento positivamente en 1,81% y 0,05%, respectivamente. El bajo efecto rendimiento en el arroz y en el algodón está asociado a una falta de mejoras tecnológicas, aunque también a la presencia de plagas y enfermedades. En particular, en el caso del arroz, se detectó la presencia de la enfermedad del vaneamiento de la espiga y, en el caso del algodón, los problemas de adaptabilidad de semillas transgénicas, deficiencias en el manejo agronómico y pudrición de la mota, que hizo presencia temporalmente. 2 La influencia del factor climático no es despreciable, aunque hay evidencia empírica (Palencia, Mercado y Combatt, 2006) de que la presencia del fenómeno del pacifico en el Departamento de Córdoba durante gran parte de este período tuvo impactos diferenciados. Las medias anuales de las precipitaciones pluviales y de las temperaturas no tuvieron diferencias significativas en el valle medio del rio Sinú, donde se concentra una gran parte de los cultivos transitorios, pero sí tuvo impactos en el valle bajo y alto del rio. A diferencia del comportamiento del algodón y del arroz, en el caso del maíz el resultado es influenciado positivamente por el efecto rendimiento, que varió en 0,02%, y en gran parte por la influencia directa del efecto localización, 0,54%. El aumento de 0,07% en el efecto precio es compensado por la caída del efecto área en igual proporción. El Cuadro 3 muestra los resultados para el grupo de cultivos de ciclo anual y largo. En este caso la yuca figura como el cultivo con mayor aumento del valor de la producción, estimado en 6,56%. Al igual que en los cultivos de algodón y arroz, en la yuca predominan los efectos localización (6,25%) y precios (0,23%). Pero, contrario a lo sucedido en aquellos, en el caso de la yuca el efecto rendimiento contribuyó positivamente (0,06%) a la variación del valor de la producción. 2 Entrevistas con José Barrera, ingeniero agrónomo y profesor titular de la Universidad de Córdoba, y Juan Pineda, ingeniero agrónomo y asistente técnico particular,

161 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, CUADRO 3 Componentes de la variación ponderada del valor de la producción de cultivos de ciclo largo en el departamento de Córdoba, a Cultivos Efectos (%) Área Rendimiento Precio Localización Total Ñame 0,01 0,002 0,13 6,34 6,48 Yuca -0,02 0,06 0,23 6,25 6,56 Plátano -0,02-0,01 0,04 0,68 0,69 Fuente: Cálculos de los autores. No ocurre lo mismo en los casos del plátano y el ñame. En ambos casos, las contribuciones de los efectos rendimiento y área son mínimas. Estos bajos resultados se explican por la presencia de enfermedades como la antracnosis en el ñame y la sigatoka negra en el plátano, además de la poca renovación de las plantaciones. Los efectos precio y localización explican la casi totalidad de la variación. El valor de la producción de cada uno de los cultivos creció en el periodo es tudiado. En general, la causa principal es la variación positiva del efecto localización, que gana mayor importancia si se tiene en cuenta la nulidad de la contribución del efecto área, pues indicaría que, de haber reducción de área en un cultivo determinado, tal reducción no está siendo inmersa en el mismo cultivo, sino que está siendo compensada con el aumento en otros. En atención a que ese efecto es más prominente en la variación del valor de la producción de los cultivos anuales y permanentes, esto ayuda a explicar el proceso de ganancia de tales cultivos en la generación del valor de la producción agrícola departamental. Resultados similares se hallaron al analizar la variación del valor de la producción año a año en valores absolutos de cada uno de los cultivos (Castillo, 2013). C. Comportamiento del valor de la producción agrícola en Córdoba En el Cuadro 4 se muestra la variación del valor de la producción para el conjunto de todos los cultivos. La tasa media ponderada anual de crecimiento con res pecto al periodo base fue 1,82%. Al descomponerla se observa que el efecto 159

162 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ CUADRO 4 Componentes de la variación ponderada del valor de la producción agrícola total en el departamento de Córdoba, y Contribución relativa (%) Efectos (%) Área Rendimiento Precio Localización Total -0,03 0,004 0,07 1,77 1,82-1,76 0,23 4,03 97, Fuente: Cálculos de los autores con base en la metodología propuesta. loca lización y el efecto precio son los de mayor incidencia, 97,50% y 4,03%, respectivamente. El efecto área es negativo y la contribución del efecto rendimiento es inferior a 1%. Cabe resaltar que los dos picos máximos en el valor de la producción no parecen ser consecuencia de efectos inflacionarios. En particular, el ipp anual del sector agrícola en Colombia mostró un incremento de 9,67% entre 2007 y La prin cipal causa fue el aumento del precio internacional del petróleo, que tuvo como consecuencia incrementos en el precio de la urea, principal fertilizante de los cultivos agrícolas (cepal, fao/iica, 2012). Entre 2008 y 2009 la variación fue negativa, 0,82%. Si se analiza el cociente entre el precio de la urea en Colombia y el precio de los cultivos en el departamento de Córdoba, como se hace en el Cuadro 5, se encuen tra que esta relación disminuyó en arroz, maíz, yuca, ñame y plátano entre 2007 y Esto es, el precio relativo de la urea bajó. Por el contrario, entre 2008 y 2009, excepto en el caso del algodón, el precio de la urea se encareció con respecto al precio de los productos. En un mercado competitivo, como lo es la agricultura en su eslabón primario, esto último implicaría que disminuye la demanda de urea y, probablemente, caen tanto los rendimientos físicos de los cultivos como las ganancias de los agricultores. Pero el valor de la producción alcanzó un valor máximo en 2009 (no en 2008), lo que implicaría que el crecimiento no es consecuencia de aumentos de precios sino que también contribuyó el incremento de las áreas sembradas, moti- 160

163 LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA EN EL DEPARTAMENTO DE CÓRDOBA, CUADRO 5 Relación precio urea/precio producto en el departamento de Córdoba, Cultivos Algodón Arroz Maíz Yuca Ñame Plátano ,14 0,93 1,04 0,68 1,00 0, ,18 0,87 0,84 0,43 0,62 0, ,10 1,41 1,28 1,01 1,66 1,13 Fuente: Cálculos de los autores con base en información estadística de IndexMundi y precios locales. vadas por las expectativas de los agricultores ante el crecimiento de los precios en el año Por tal razón, no se puede afirmar con absoluta certeza que los aumentos de precios son la causa de los resultados que se muestran en este trabajo. VI. CONCLUSIONES En este trabajo se analizó el desempeño de la actividad agrícola en el departamento de Córdoba, para los seis cultivos principales, algodón, arroz, maíz, ñame, yuca y plátano, en el periodo usando la técnica del shift share modificado. Los resultados muestran que el valor de la producción para cada uno de los cultivos estudiados creció y sugieren que el aumento del valor de la producción está influenciado principalmente por las variaciones en el efecto localización y por las variaciones en el efecto precio. Los resultados demuestran que tuvo lugar una reestructuración del valor de la producción agrícola que, aunque lento, tiende a darle mayor participación en la generación del valor a los cultivos de tipo anual y permanente. El fuerte peso que tiene el efecto localización en los cultivos de este tipo es una expresión de reasignación de área, de cultivos transitorios, donde la variación del efecto área fue negativo, hacia los anuales y permanentes. La contribución del efecto precio fue positiva, lo que refleja una respuesta de los agricultores a los incentivos de mercado. La coincidencia de la contribución po- 161

164 SALUMA CASTILLO GUERRA Y OMAR CASTILLO NUÑEZ sitiva del efecto localización y el efecto precio en ambos grupos de cultivos indicaría que la evolución de los precios relativos entre ambos grupos de cultivos tiende a favorecer a los cultivos permanentes, y ello es causa del efecto reasignación. Las variaciones negativas en el efecto rendimiento, excepto en yuca, implican que no hubo un esfuerzo sostenido de incorporación de cambio técnico durante el periodo. Ahora bien, la agricultura es una actividad sometida a múltiples riesgos, manifestados en la amplia variabilidad de los rendimientos como consecuencia de excesos climáticos y del ataque de plagas y enfermedades. La información estadística de la pluviosidad en el departamento de Córdoba indica que, cuando se comparan los periodos normales con los periodos en que se presentan sequías (el llamado fenómeno de «El niño») o exceso de lluvias («La niña»), los impactos no son hom*ogéneos en todo el departamento. En particular, no existen diferencias significativas en las medias de tal variable en el valle medio del rio Sinú, pero sí en los valles bajo y alto. Lo anterior implica que estos fenó menos climáticos, aunque no son despreciables, no tuvieron una presencia permanente en toda la zona para explicar el comportamiento del efecto rendimiento. Las limitaciones parecen provenir de la presencia de enfermedades y plagas que atacan a los cultivos. El cultivo del arroz ha sido afectado por la enfermedad del vaneamieto de la espiga. En el caso del algodón, se han presentado problemas de pudrición de la mota, adaptabilidad de variedades transgénicas y manejo agronómico de las mismas. En ñame, la enfermedad de la antracnosis. Y en plátano, la sigatoka negra y el envejecimiento de las plantaciones. La presencia de tales restricciones, entre otras, es un elemento que ayuda a entender el estancamiento tecnológico. REFERENCIAS Artige, Lionel, and Van Lieff Neuss (2012), «A New Shift Share Method», en Centre de Recherche en Economie Publique et de la Population, Working Paper Series, Liege, Belgium, August, www2.ulg.ac.be/crepp/, [consultado el 25 de marzo de 2013]. Bonet Morón, Jaime (1999), «El crecimiento regional en Colombia, : Una aproximación con el método shift share», Centro de Estudios Económicos Regionales, Banco de la República, Documentos de Trabajo sobre Economía Regional, No. 10, junio, [consultado el 23 de marzo de 2013]. 162

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167 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO ENRIQUE JAVIER BURBANO * RESUMEN El objetivo de esta investigación es analizar el estado reciente del desarrollo económico de la región colombiana del Bajo Putumayo frente al departamento y al país, a fin de obtener criterios técnicos para formular políticas para su mejoría. Para esto se propuso un estudio multidimensional del desarrollo por lo que la metodología, tras recolectar información de diferentes variables socio-económicas en distintas escalas territoriales (para el periodo ) consistió en el uso de los instrumentos de estadística descriptiva y geografía económica, además del cálculo de indicadores e índices. Los resultados muestran cuantitativamente el sub desarrollo económico de la región en sintonía con problemas institucionales, persistencia de cultivos ilícitos, conflicto armado y desplazamiento involuntario de personas. Igualmente, muestran la concentración de la economía en el * Profesor del Programa de Economía de la Universidad de San Buenaventura, Cali. Correo electrónico: ejburbano@usbcali.edu.co. Este artículo fue escrito como parte del proyecto de investigación «Identificación de oportunidades de negocios y generación de empleo distintas a la industria petrolera para la región del Bajo Putumayo» del Grupo de investigación en economía, gestión, te rritorio y desarrollo sostenible (geos). El autor agradece a los evaluadores y al Comité Editorial de Economía & Región por sus enriquecedores comentarios y correcciones. Fecha de recepción: noviembre 30 de 2013; fecha de aceptación: abril 29 de Economía & Región, Vol. 8, No. 1, (Cartagena, juio 2014), pp

168 ENRIQUE JAVIER BURBANO sector de hidrocarburos y un retroceso del sector agrícola, reforzando el patrón tradicional de dependencia económica de los recursos naturales. Palabras Clave: Desarrollo económico, geografía económica, indicadores socioeconómicos. Clasificaciones jel: R11, R12, I31, O11. ABSTRACT Economic Geography of the Bajo Putumayo Region, Colombia We assessed the economic development of the Bajo Putumayo region, comparing it with that of the Department of Putumayo and Colombia as a whole. The aim was to construct a baseline of indicators as support for policymaking. The approach is multidimensional. We use descriptive statistics and economic geography indicators for different territorial levels from 2000 to We find that the level of development in the region is related to institutional problems, the persistence of illicit crops and the consequences of guerrilla activity, such as the involuntary displacement of the population. We also find that the economic base is oil extraction, while the agricultural sector lacks dynamism. This reinforces the traditional dependence on natural resources. Key words: Economic development, economic geography, socio-economic indicators. jel Classifications: R11, R12, I31, O11. I. INTRODUCCIÓN Acemoglu, Johnson y Robinson (2001, pp ) identificaron dos tipos de colonizaciones en la América del siglo xvii y xviii, a una de ellas la llamaron «estado extractivo», es decir, colonias transitorias con instituciones que poco asegu raban los derechos de propiedad privada y una efectiva transferencia de los recursos de 166

169 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO la colonia al colonizador, con un ambiente no favorable para el asentamiento y su jetas a una mayor tasa de mortalidad por factores ambientales. 1 Sokoloff y Engerman (2000, p. 222) suman al argumento anterior que las colonias dotadas de abundantes recursos naturales, tierra y capital humano, fueron objetivo de empresas temporales que convirtieron a estas regiones en proveedoras de commodities, dejando a su paso desigualdad extrema en la distribución de la riqueza especialmente de la tierra y del poder político. Murshed (2004, p. 1), indica que este tipo de patrones, en los que el sector productivo líder tiene su base en recursos naturales como el petróleo y la minería, generan unos flujos de ingreso que no se difunden en la economía y tienden a concentrarse, a diferencia del caso en que el sector líder es el agrícola. 2 La región colombiana del Bajo Putumayo y el departamento del Putumayo parecen haber correspondido a ese tipo de situacion y comparten desde hace siglos el patrón de actividad económica previamente descrito. Según Zafra y Ríos (2013, p. 7), los puntos críticos para la economía de Putumayo fueron la bonanza de la quina ( ), seguida por la del caucho ( ), la de la madera ( ), la de la coca (a partir de 1977) y más recientemente la del petróleo (desde 1963). 3 Este último auge es notable actualmente en el Bajo Putumayo donde, según los datos del Ministerio de Minas y Energía (MinMinas), se ha venido concentrando cada vez más la explotación de hidrocarburos, al punto que entre 2009 y media dos de 2012 esta región agrupó en promedio el 43,7% de la extracción y producción departamental de petróleo y el 78% de la de gas. 4 Sin embargo, pese a la longevidad y actualidad del problema de la dependencia de recursos naturales y a sus implicaciones en términos de desarrollo económico para el Bajo Putumayo y exceptuando los estudios de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía) hasta ahora no 1 El otro tipo de colonización (e.g. Norteamérica) se denomina «Nuevas Europas»: Colonias en las que se intentaba replicar las instituciones de la «patria original», con un énfasis en la protección de la propiedad privada y el control del gobierno, con una menor tasa de mortalidad asociada al clima y con condiciones favorables para el asentamiento. 2 Para una mayor profundización en el estudio de este tipo de hipótesis correspondientes a la llamada «maldición de los recursos» se pueden consultar los trabajos de Sachs y Warner (1995, 1999, 2001), y de Bond y Malik (2008). 3 Con el inicio de actividades por parte de la Texas Petroleum Company (texaco). 4 En el petróleo se mide como barriles por día calendario y en el gas como millones de metros cú bicos en la misma unidad de tiempo. 167

170 ENRIQUE JAVIER BURBANO existen esfuerzos de investigación económica que examinen y pongan en términos cuantificables la información sobre los problemas reseñados y que muestren otros fenómenos que incluyan, por supuesto, la cardinal incidencia del afianzamien to del sector de hidrocarburos en la estructura económica de esa región. Dado este vacío en la literatura, y con miras a obtener herramientas útiles para la formulación de políticas económicas que contrarresten los problemas del Bajo Putumayo, resulta conveniente examinar el estado reciente del desarrollo económico de esta región colombiana en relación con el departamento y el país por medio de un estudio multidimensional. Este es el objetivo general de esta investigación y para cumplirlo, dada la disponibilidad de información, se emplearon datos del periodo II. METODOLOGÍA Un examen multidimensional del desarrollo económico debe incluir, en principio, tres visiones fundamentales: la estructura tradicional del desarrollo, la visión de no convergencia y la profundización microeconómica. La primera, también llamada visión de convergencia, es definida por la economía del crecimiento y su hipótesis es que dados ciertos parámetros por ejemplo, las tasas de ahorro o de fertilidad las economías tienden hacia algún estado estacionario. Si esos paráme tros son los mismos en cada una de las economías, entonces convergerán en el lar go plazo. La siguiente visión indica que dos sociedades con los mismos fundamen tales (parámetros) pueden evolucionar a lo largo de líneas muy diferentes, en el futuro, dependiendo de las expectativas pasadas, las aspiraciones, el legado histórico y las instituciones. Finalmente la microeconomía del desarrollo permite profundizar en las estructuras macroeconómicas con mayor confianza, en este sentido se tienen en cuenta aspectos como los mercados de crédito, la acción colectiva y los bienes públicos, el conflicto, o los asuntos legales (Ray, 2007, pp. 1-22). Evidenciar la situación de desarrollo económico relativo del Bajo Putumayo requirió el levantamiento de información de variables que van desde lo social (demo grafía, pobreza y calidad de vida, educación, y protección social) hasta lo institucional y de conflicto (las visiones de no convergencia y microeconómica), pero también de la estructura económica y su evolución (la visión de convergencia). Esto implicó que los resultados se dividieran en dos grupos: diagnóstico socioeconómico y geografía económica. 168

171 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO En el caso del Bajo Putumayo, esta labor de diagnóstico de desarrollo planteó dificultades tales como la inexistencia de información sobre algunas variables, o la desactualización de muchas, pero fue posible realizar un útil levantamiento de datos. El siguiente paso del trabajo fue usar los instrumentos de estadística descriptiva, el cálculo de indicadores e índices, y la aplicación de algunos conceptos de la geografía económica para poder analizar la situación de la región (Anexo). III. CONTEXTO La región del Bajo Putumayo está compuesta por los municipios de Orito, Puerto Asís, Puerto Caicedo, San Miguel y Valle del Guamuez, pertenecientes a la zona sur del departamento colombiano que lleva el mismo nombre. Limita al sur este con el municipio de Puerto Leguízamo, al norte con los municipios de Villagarzón, Mocoa (capital del departamento) y Puerto Guzmán, al occidente con el departamento de Nariño y al sur con la república del Ecuador (Mapa 1). La superficie de la región es el 27% de la departamental, lo que duplica la superficie del departamento de Atlántico. Las temperaturas, debido a la baja altitud, oscilan entre los 24 y 38 grados centígrados, y por su localización en el extremo sur del país, su distancia media terrestre frente a la capital del departamento es 108 kms., y frente a Buenaventura (Valle) el puerto marítimo cercano más importante es de 740 kms., es decir, unas 18 horas promedio de ruta estimadas (Cuadro 1). La región es irrigada principalmente por el río Putumayo, y por los ríos San Miguel, Orito y Guamuez, aunados a muchos otros ríos menores y fuentes hídricas. La mayor parte de la extensión del Bajo Putumayo corresponde a llanura amazónica, en la que predominan las altas temperaturas, con una precipitación media anual de milímetros, y una humedad relativa del aire superior al 80%, en pisos térmicos que fluctúan entre el cálido y el templado. Por otro lado, Puerto Asís fue fundado hace más de 100 años por misioneros capuchinos, debiendo su nombre al santo de Asís (Italia); este poblado fue considerado originalmente un enclave estratégico en los límites con Perú. Puerto Asís logró la categoría de municipio en 1967, 14 años después de tener su primer acceso por carretera, lo que le permitió desarrollar su vocación comercial. 169

172 MAPA 1 Región del Bajo Putumayo Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi (igac). Aspecto Municipio CUADRO 1 Región del Bajo Putumayo: Algunas características geográficas Distancia en ruta B/ventura (kms.) Mocoa (kms.) Tiempo estimado en ruta B/ventura (horas) Mocoa (horas) Altitud (msnm)* Aspectos físicos Superficie (kms 2 ) Temperatura Media ( o C) Orito Pto. Asís Pto. Caicedo , San Miguel , V. del Guamuez Promedio Total Nota: * msnm: Metros sobre el nivel del mar. Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi (igac). 170

173 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO Orito fue fundado en Inicialmente fue una inspección de policía de Puerto Asís y se convirtió en municipio en 1978 gracias a su cercanía a los campos petroleros de la Texaco que hicieron atractiva la localidad para los migrantes, lo que con el tiempo hizo crecer su población. De la misma forma, San Miguel fue una reconocida inspección de policía de Puerto Asís desde 1978 y que con su fundación oficial en 1994, alcanzó la categoría de municipio. Otra localidad ligada a Puerto Asís fue Valle del Guamuez, que se desligó de este municipio adminis trativa y políticamente solo hasta 1985, adoptando la categoría de municipio, a pesar de que desde inicios del siglo xx era una colonia para la explotación de caucho y maderas, actividad que se vigorizó en los años cincuenta con la construcción de asentamientos a la orilla del río La Hormiga. Finalmente, Puerto Caicedo fue fundado en 1921 en donde antes se ubicaba un asentamiento de colonos llamado el Achiote, al cual confluyó en los años de 1950s una carretera cuya construcción fue dirigida por el ingeniero Juan María Cai cedo. En la misma época adoptó el nombre de Puerto Caicedo como reconocimiento a la labor de este profesional, pero solo consiguió su categoría de municipio en IV. DIAGNÓSTICO SOCIOECONÓMICO A. Demografía La población del Bajo Putumayo fue, según el Censo de 2005, el 58,2% de la población departamental, y concentrándose en Puerto Asís. La tendencia poblacional proyectada de la región es creciente, pese a la reducción en las tasas de fecundidad y mortalidad entre 2000 y En su composición etaria se proyecta que para 2020 tenga más peso la población entre 15 y 29 años, es decir, el grueso de la población en edad de trabajar que se consideraría «joven». Tanto la tendencia como la proyección podrían estar relacionadas con la reducción sistemática en la tasa de mortalidad infantil para menores de un año cuyo promedio regional pasó de 40,8 defunciones por cada nacidos vivos en 2005 a 33,5 en 2009 (Cuadro 2 y Gráfico 1). De otra parte, para 2005 la relación de dependencia en todos los municipios de la región fue superior a la nacional, lo que muestra una alta presión de la pobla - ción improductiva sobre la productiva, y esto, como se indicó previamente, podría 171

174 ENRIQUE JAVIER BURBANO Región Orito CUADRO 2 Región del Bajo Putumayo: Dinámica poblacional Pto. Asís Población (miles de personas) Pto. Caicedo San Miguel V. del Guamuez B. Putumayo Putumayo Nacional ,7 55,8 14,2 21,8 45,0 180,4 310, ,6 2012Pr 49,4 58,4 14,4 25,0 49,9 197,2 333, ,8 2020Pr 59,3 64,0 14,8 29,7 54,8 222,6 369, ,7 Densidad poblacional (personas por km 2 ) Pr Pr Tasa bruta de fecundidad ,0 17,5 8,6 5,4 15,8 14,4 14,7 18, ,9 26,4 9,4 2,3 20,7 16,0 16,3 16, ,6 22,6 2,8 1,8 5,5 10,2 11,8 13,8 Tasa bruta de mortalidad ,1 4,8 0,6 3,9 4,2 3,6 3,2 4, ,9 4,0 1,2 2,0 2,5 2,7 2,6 4, ,6 3,1 1,7 0,8 1,2 1,6 1,6 3,7 Nota: Pr: Proyectado Fuentes: Cálculos del autor con base en datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (dane) y el Ministerio de Protección Social. cambiar siguiendo las proyecciones de población de 2020 dependiendo de si la población «joven» tiene una mayor participación en la población económicamente activa (Gráfico 1). Valle del Guamuez y San Miguel son los únicos municipios que, por su reducida extensión, poseen una densidad poblacional mayor que la nacional, mientras que la región y el departamento presentan un bajo grado de urbanización en relación con el país, en especial en San Miguel y Puerto Caicedo, y en menor medida en Puerto Asís y Orito, los municipios más grandes y poblados. La región 172

175 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO GRÁFICO 1 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores demográficos Pirámide poblacional 2005 (censal - miles) 80 Y MÁS Hombre Mujer 15,0 10,0 5,0 0,0 5,0 10,0 15,0 Pirámide poblacional 2020Pr (miles) 80 Y MÁS Hombre Mujer 15,0 10,0 5,0 0,0 5,0 10,0 15,0 Tasa de mortalidad infantil menores de 1 año Población por área Nacional Putumayo B. Putumayo* Orito Puerto Asís Pto Caicedo San Miguel Nacional Putumayo B. Putumayo V. del San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Orito Cabecera 74% 44% 39% 39% 22% 29% 50% 39% Resto 26% 56% 61% 61% 78% 71% 50% 61% 0% 20% 40% 60% 80% 100% Pertenencia étnica 2005 Relación de dependencia 2005 Indígena Rom Raizal Negro Ninguno Nacional Putumayo B. Putumayo V. del Guamez San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Orito 3% 19% 17% 8% 9% 19% 12% 31% Nacional Putumayo B. Putumayo V. del Guamuez San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Orito 59,4% 72,0% 78,3% 69,0% 72,0% 69,0% 70,0% 81,0% 0% 25% 50% 75% 100% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi (igac). 173

176 ENRIQUE JAVIER BURBANO CUADRO 3 Región del Bajo Putumayo: Clasificación de municipios con respecto a Colombia, variables demográficas (último año disponible) Variable Municipio / región Población por área cabecera Relación de dependencia Densidad poblacional Tasa bruta de fecundidad Tasa bruta de mortalidad Tasa de mortalidad infantil (menores 1 año) % de variables en peores condiciones que la nacional Orito 50,0% Pto. Asís 66,7% Pto. Caicedo 50,0% San Miguel 66,7% V. del Guamuez 66,7% B. Putumayo 50,0% Putumayo 50,0% Peores condiciones que la nacional (promedio, nivel o estándar) En condiciones iguales o mejores que la nacional (promedio, nivel o estándar) Fuente: Cálculos del autor. presenta una proporción de población indígena superior a la nacional: se estima que, en 2012, los indígenas ubicados en 26 resguardos fueron B. Pobreza y calidad de vida El Índice de Condiciones de Vida calculado por el dnp disminuyó entre 1993 y 2005, lo que revela un deterioro en el bienestar de los habitantes de la región, e inclusive del departamento y, además de esto, su valor está por debajo de los 67 puntos (el mínimo normativo) y del promedio nacional, lo que es señal del atraso que se presenta en la zona del Bajo Putumayo (Gráfico 2). 5 Los pueblos indígenas que habitan el territorio del Bajo Putumayo son los Awa Kuaiker, Kofan, Pasto, Embera Chamí, Embera, Embera Katio, Nasa, Siona e Inga, 174

177 CUADRO 4 Región del Bajo Putumayo: Necesidades básicas insatisfechas (nbi), 2011 Municipio Personas en nbi (pobres) Personas en miseria Vivienda Servicios Hacinamiento Inasistencia Dependencia económica Orito 51,11 13,86 2,67 30,09 14,89 5,55 14,77 Pto. Asís 30,70 6,66 3,16 12,04 9,08 3,40 11,35 Pto. Caicedo 41,38 9,38 2,52 24,76 12,01 3,70 9,18 San Miguel 40,62 9,17 2,93 23,23 8,39 3,48 13,22 V. del Guamuez 39,16 8,55 2,59 17,71 18,00 2,86 8,10 B. Putumayo* 40,60 9,52 2,77 21,57 12,47 3,80 11,32 Putumayo 36,01 8,79 3,97 16,18 12,92 3,27 10,30 Nacional 27,78 10,64 10,41 7,36 11,11 3,56 11,33 Nota: * Promedio municipal Fuente: dane GRÁFICO 2 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores de calidad de vida Nacional Putumayo* B. Putumayo* V. del Guamuez San Miguel Pto. Caicedo Pto. Asís Orito Índice de condiciones de vida Familias en nivel 1 de SISBEN con menores de 18 años por cada 1000 habitantes Orito Pto Asís Pto Caicedo San Miguel V. del Guamuez B. Putumayo Putumayo Nacional Nota: * Promedio de municipios Fuentes: Departamento Nacional de Planeación (dnp) y Ministerio de Protección Social.

178 ENRIQUE JAVIER BURBANO Este resultado negativo de la calidad de vida en la región es reiterado por las dimen siones del índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (nbi), según el cual en 2011, en promedio, más del 40% de la población del Bajo Putumayo era pobre, casi 13 puntos porcentuales por encima del porcentaje nacional. Esto no sucede con la miseria cuyos valores, salvo Orito, fueron mejores que los del país (Cuadro 4). Por otro lado, el atraso en el proceso de urbanización podría explicar el eviden te rezago con respecto al resto del país en la dimensión de servicios, porque en sus etapas tempranas la urbanización puede aun carecer de economías de escala en ampliación de la cobertura. Esto contrasta con la dimensión de vivienda inadecuada, que estuvo por debajo del promedio nacional. Aunque positivo, las buenas calificaciones en calidad de la vivienda pueden estar explicadas porque el indicador de vivienda inadecuada solo tiene en cuenta las carencias de agua y alcantarillado y no las de energía y gas (Cuadro 4). En la región del Bajo Putumayo los promedios de inasistencia escolar de la población infantil y de la dependencia económica mostraron valores cercanos a los CUADRO 5 Región del Bajo Putumayo: Clasificación de municipios y región con respecto a la nación, variables de calidad de vida (último año disponible) Variable Municipio / región Índice de condiciones de vida Personas en nbi (pobres) nbi personas en miseria nbi vivienda nbi servicios nbi hacinamiento nbi inasistencia nbi dependencia económica Familias en sisben % de Variables en peores condiciones que la nacional Orito 66,7% Pto. Asís 33,3% Pto. Caicedo 66,7% San Miguel 33,3% V. del Guamuez 55,6% B. Putumayo 55,6% Putumayo 66,7% Fuente: Cálculos del autor. Peores condiciones que la nacional (promedio, nivel o estándar) En condiciones iguales o mejores que la nacional (promedio, nivel o estándar) 176

179 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO nacionales, siendo Orito la localidad que en ambos casos está en una peor situación. Esto es consistente con la mayor cobertura en el Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales (sisben) nivel 1 para familias con menores de edad, que es el sistema público creado para identificar beneficiarios para mitigar este tipo de carencias. C. Educación Aunque en 2005 la tasa de analfabetismo para mayores de 14 años en la región y el departamento, no fue, en general, muy distante del promedio nacional, sucede lo contrario con la media de años de estudio, lo que indica un rezago en la acumulación de capital humano. Esta situación se agudiza más si se observa que desde 2005 hasta 2010 la cobertura en educación básica y media ha caído de forma lenta pero sostenida (Gráfico 3). Este rezago puede tener dos causas: por un lado, la reducción en la oferta de ser vicios educativos o sus respectivos cupos y, por el otro lado, la disminución del número de estudiantes matriculados. En el caso del Bajo Putumayo, teniendo en cuenta que la infraestructura educativa es más o menos constante en el corto pla zo, el rezago educativo está explicado por una mezcla de ambas razones, pues la caída en la tasa de crecimiento de las matriculas en educación básica y media que además es inferior a la nacional luego de 2009 coincide con los años de contracción en las coberturas (Cuadro 6). Asimismo, el número de personas por establecimiento educativo de básica y media ha crecido desde 2003 generalmente por debajo del valor nacional, lo que podría ser evidencia de que la demanda ha crecido más rápido que el stock de instalaciones o de un mayor uso de la capacidad instalada (Gráfico 3). El rezago también es patente en la calidad de la educación: aunque mejoró el resultado promedio en las pruebas del icfes (grado 11) entre 2002 y 2010, siempre estuvo por debajo del promedio nacional y, además, decayó en los últimos dos años del periodo. Los resultados relativamente malos en pruebas estandarizadas, en conjunto con la falta de establecimientos, contribuyen a que el rezago de la región en educación superior haya sido aún más crítico dado que el cociente entre egresados y población fue muy inferior al nacional. Este rezago también puede estar explicado por un problema de incentivos. Los datos del Ministerio de Educación indican que tanto en la región del Bajo Putumayo como en el departamento el ingreso promedio de los profesionales de pre y posgrado fue inferior al del país, 177

180 CUADRO 6 Región del Bajo Putumayo: Tasas de cobertura en educación básica y media Año Municipio Bruta Neta Bruta Neta Bruta Neta Bruta Neta Bruta Neta Bruta Neta Orito 88,9% 70,9% 94,3% 70,3% 92,3% 66,9% 102,4% 72,1% 81,4% 65,0% 80,8% 67,5% Pto. Asís 95,9% 85,7% 124,3% 103,2% 114,6% 86,9% 132,7% 96,1% 110,3% 84,3% 100,5% 85,2% Pto. Caicedo 74,3% 65,4% 75,3% 65,2% 91,6% 69,3% 94,2% 71,5% 80,7% 64,8% 75,3% 64,6% San Miguel 60,5% 51,2% 71,3% 58,6% 76,1% 57,0% 94,0% 58,0% 86,3% 55,6% 65,3% 48,5% V. del Guamuez 75,0% 64,6% 80,2% 68,1% 76,0% 63,6% 91,3% 66,3% 72,0% 56,4% 63,0% 55,2% B. Putumayo* 78,9% 67,5% 89,1% 73,1% 90,1% 68,7% 102,9% 72,8% 86,1% 65,2% 77,0% 64,2% Putumayo 91,2% 79,0% 101,3% 85,1% 100,7% 80,0% 113,8% 84,5% 99,1% 78,4% 92,9% 79,3% Nacional 97,9% 88,1% 100,5% 89,4% 100,9% 89,4% 102,4% 89,2% 104,7% 90,0% 104,0% 89,7% Fuente: Ministerio de Educación. 178

181 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO GRÁFICO 3 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores de educación Tasa de analfabetismo en mayores de 14 años (2005) Promedio años de estudio (2005) 14% 12% 10% 8% 6% 4% 2% 0% 10,6% Orito 10,6% Pto Asís 13,6% Pto Caicedo 10,9% San Miguel 12,2% V. del Guamuez 11,1% B. Putumayo* 10,9% Putumayo* 10,9% Nacional* 6,0 5,5 5,0 4,5 4,0 3,5 3,0 2,5 2,0 1,5 1,0 0,5 0,0 3,8 Orito 4,4 Pto Asís 2,9 Pto Caicedo 3,1 San Miguel 2,4 V. del Guamuez 3,3 B. Putumayo* 3,8 Putumayo 5,9 Nacional Tasa de analfabetismo en mayores de 14 años (2005) Promedio años de estudio (2005) Orito Pto Asís Pto Caicedo San Miguel V. del Guamuez B. Putumayo 35% 30% 25% 20% 15% 10% 5% 0% -5% -10% -15% -20% -25% -30% Orito Pto Asís Pto Caicedo San Miguel V. del Guamuez B. Putumayo Ingreso promedio egresados educación superior 2010 (millones de pesos) Tasa de cotizantes (empleo formal) egresados educación superior ,5 3,0 2,5 2,0 1,5 1,0 0,5 0,0 Posgrado Pregrado Nacional Putumayo B. Putumayo* Pto Asís V. del Guamuez 100% 80% 60% 40% 20% 0% Posgrado Pregrado Nacional Putumayo B. Putumayo* Pto Asís V. del Guamuez Resultados pruebas ICFES (gr 11) según promedio total Graduados educación superior por cada personas Orito 250 Pto Asís 200 Pto Caicedo 150 San Miguel 100 V. del Guamuez 50 B. Putumayo 0 Pto Asís V. del Guamuez B. Putumayo Putumayo Nacional Nota: * Promedio municipal. Fuentes: Cálculos propios con datos del dane, Ministerio de Educación y el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (icfes). 179

182 ENRIQUE JAVIER BURBANO lo que se reflejó en la menor cotización al régimen contributivo de los profesionales de pregrado, aun cuando no se pueda decir lo mismo de los egresados de posgrado (Cuadro 7). CUADRO 7 Región del Bajo Putumayo: Clasificación de municipios y región con respecto a la nación, variables de educación (último año disponible) Municipio / región Variable (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) % de variables en peores condiciones que la nacional Orito 57,1% Pto. Asís 91,7% Pto. Caicedo 85,7% San Miguel 71,4% V. del Guamuez 81,8% B. Putumayo 83,3% Putumayo 75,0% Peores condiciones que la nacional (promedio, nivel o estándar) En condiciones iguales o mejores que la nacional (promedio, nivel o estándar) (1) Tasa de analfabetismo (mayores de 14) (2) Tasa de cobertura bruta, E. básica y media (ebm) (3) Tasa de cobertura neta, ebm (4) Personas por establecimiento educativo, ebm (5) Tasa de crecimiento matrícula, ebm (6) Resultados icfes (Gr 11), promedio total (7) Graduados educación superior por cada personas Fuente: Cálculos del autor. (8) Ingreso promedio egresados educación superior pregrado (9) Ingreso promedio egresados educación superior posgrado (10) % de cotizantes (proxy empleo) egresados educación superior (pregrado) (11) % de cotizantes (proxy empleo) egresados educación superior (posgrado) (12) Promedio años de estudio 180

183 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO D. Protección Social Según el Ministerio de Protección Social, Putumayo presentó una baja proporción de la población afiliada al régimen contributivo, una mayor cobertura en el sisben y una baja participación en el mercado de trabajo formal. 6 Así, la mayor parte de cobertura de salud recae sobre el Estado, que posee una infraestructura propia suficientemente aceptable para la prestación de servicios de salud, como se puede observar tanto por el número de personas por entidad estatal de salud como por la oferta de camas aunque este indicador tuvo valores menores a los nacionales entre 2002 y Similarmente la cobertura de vacunación ha tenido un comportamiento similar al nacional (creciente hasta 2005 y luego decreciente), pero sin una brecha tan considerable como la del indicador de personas por entidad de salud (Gráfico 4). En 2005 los indicadores de oferta de trabajo medidos por la tasa global de participación fueron similares a los del país. La tendencia por género de este indicador también se asemeja a la nacional, siendo los hombres los mayores oferentes: este «patriarcado» laboral puede estar acentuado por el modelo de división del trabajo por sexo, en el que las mujeres siguen realizando actividades domésticas no remuneradas y, por ende, tienen una menor inserción en las actividades productivas. Con relación al empleo formal bruto, la situación es negativa porque entre 2011 y 2012 su valor no llegó ni siquiera al 11%, en ninguno de los municipios estudiados (ni en el departamento) (Cuadro 8). La división por género repite un patrón «patriarcal» del mercado laboral. Estos indicadores señalan que las oportunidades laborales formales son limitadas, lo que podría estar relacionado con la estructura económica de la región del Bajo Putumayo. Resumiendo, se ha mostrado que existe un atraso relativo en las condiciones de protección social del Bajo Putumayo, pese a que posee un stock significativo de instalaciones públicas de salud. Por otro lado, el crecimiento de la población y la baja afiliación al régimen contributivo (por la poca formalización del trabajo, sobre todo en las mujeres que no participan del mercado laboral) ejercen presión significativa sobre la atención en salud. 6 Véase la forma de cálculo en el Cuadro

184 GRÁFICO 4 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores de protección social Porcentaje afiliación en salud por régimen abril 2012 Cobertura promedio de vacunación Nacional Putumayo B. Putumayo V. del Guamuez San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Orito Contributivo 46,6% 13,6% 13,6% 5,9% 1,9% 2,2% 20,5% 18,0% 0% 10% 20% 30% 40% Subsidiado 50% 60% 70% 80% 90% 100% 180% 160% 140% 120% 100% 80% 60% 40% 20% Nacional Putumayo B. Putumayo Orito Pto Asis Personas por cama en entidad de salud del Estado Personas por entidad de salud del Estado Nacional B. Putumayo Putumayo Orito Pto Asís Nacional B. Putumayo Putumayo Orito Pto Asís Pto Caicedo San Miguel V. del Guamuez Tasa global de participación por género (PEA/PET 10 años), 2005 PEA / PET 10 años por género 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% -10% Orito Pto Asís Pto Caicedo Hombres San Miguel V. del Guamez Mujeres B. Putumayo Putumayo Nacional 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% -10% Orito Hombres Pto Asís Mujeres Pto Caicedo San Miguel V. del Guamez B. Putumayo Putumayo Nacional PEI / PET 10 años, 2005 Empleo formal bruto por género cotizantes régimen contributivo / población) Nacional Putumayo B. Putumayo V. del Guamez San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Orito 54,5% 59,0% 54,9% 58,7% 62,6% 64,0% 50,6% 53,4% V. del Guamuez San Miguel Pto Caicedo Puerto Asís Orito B. Putumayo Putumayo Nacional 2011 Mujeres 2011 Hombres 40% 45% 50% 55% 60% 65% 0,0% 2,5% 5,0% 7,5% 10,0% 12,5% 15,0% 17,5% 20,0% 22,5% Empleo formal bruto por género Empleo formal bruto total (cotizantes régimen contributivo / población) V. del Guamuez San Miguel Pto Caicedo Puerto Asís Orito B. Putumayo Putumayo Nacional ago-12 Mujeres ago-12 Hombres V. del Guamuez San Miguel Pto Caicedo Puerto Asís Orito B. Putumayo Putumayo Nacional Total ago-12 Total ,0% 2,5% 5,0% 7,5% 10,0% 12,5% 15,0% 17,5% 20,0% 22,5% 0,0% 2,5% 5,0% 7,5% 10,0% 12,5% 15,0% 17,5% 20,0% 22,5% Fuentes: Cálculo del autor con base en datos del dane y del Ministerio de Protección Social.

185 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO Municipio CUADRO 8 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores del mercado laboral Tasa global de participación (Población en edad de trabajar 10 años - pet), 2005 Población económicamente inactiva / pet, 2005 Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total Orito 60,7% 31,4% 46,6% 39,3% 68,6% 53,4% Pto Asís 67,8% 23,2% 49,4% 32,2% 76,8% 50,6% Pto Caicedo 69,1% 29,6% 36,0% 30,9% 70,4% 64,0% San Miguel 56,3% 20,4% 37,4% 43,7% 79,6% 62,6% V. del Guamuez 60,6% 15,2% 41,3% 39,4% 84,8% 58,7% B. Putumayo 64,6% 18,0% 45,1% 35,4% 82,0% 54,9% Putumayo 66,3% 23,6% 41,0% 33,7% 76,4% 59,0% Nacional 60,1% 23,3% 45,5% 39,9% 76,7% 54,5% Municipio Empleo formal (cotizantes activos régimen contributivo / población) Total ago-12 ago-12 Total Hombres Mujeres 2011 Hombres Mujeres ago-12 Orito 13,92% 5,82% 10,02% 12,15% 5,37% 8,88% Pto. Asís 10,82% 8,73% 9,79% 11,61% 8,48% 10,07% Pto. Caicedo 2,06% 1,65% 1,85% 2,31% 1,53% 1,92% San Miguel 1,15% 1,27% 1,20% 0,82% 1,22% 1,01% V. del Guamuez 3,03% 2,13% 2,60% 2,58% 1,91% 2,25% B. Putumayo 7,77% 4,88% 6,36% 7,41% 4,62% 6,05% Putumayo 8,88% 6,26% 7,59% 8,64% 6,11% 7,39% Nacional 19,58% 23,19% 21,41% 19,63% 23,20% 21,44% Fuentes: Cálculos propios con datos del dane y del Ministerio de Protección Social. 183

186 ENRIQUE JAVIER BURBANO Municipio / región CUADRO 9 Región del Bajo Putumayo: Clasificación de municipios y región con respecto a la nación, variables de protección social (último año disponible) Variable (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) % de variables en peores condiciones que la nacional Orito 53,8% Pto. Asís 46,2% Pto. Caicedo 46,2% San Miguel 92,3% V. del Guamuez 84,6% B. Putumayo 76,9% Putumayo 53,8% Peores condiciones que la nacional (promedio, nivel o estándar) En condiciones iguales o mejores que la nacional (promedio, nivel o estándar) (1) Porcentaje afiliación al régimen contributivo (2) Cobertura promedio de vacunación (3) Personas por cama en entidad de salud del estado (4) Personas por entidad de salud del estado (5) Empleo formal bruto total (6) Empleo formal bruto hombres (7) Empleo formal bruto mujeres (8) Tasa global de participación laboral (9) Tasa global de participación hombres (10) Tasa global de participación mujeres (11) % de población económicamente inactiva (12) % de población económicamente inactiva hombres (13) % de población económicamente inactiva mujeres Fuente: Cálculos del autor. 184

187 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO E. Instituciones y orden público Según la Registraduría Nacional del Estado Civil en 2010 el abstencionismo en las elecciones presidenciales de la región del Bajo Putumayo superó al nacional en más de 10 puntos porcentuales, y por tanto la población tiene bajos incentivos para la participación democrática, toda vez que ha persistido secularmente un estado de atraso socioeconómico. Esta situación de desconfianza y abstencionismo en votaciones se intensifica cuando la administración fiscal territorial no cumple con sus objetivos, lo cual es evidente al observar los promedios regionales y departamentales de los indicadores de gestión pública de Planeación Nacional. Por ejemplo, entre 2005 y 2008 el índice de eficiencia en la gestión municipal mantuvo valores menores a los promedios nacionales, indicando deficiencias en la oferta pública de bienes y servicios preferentes (Gráfico 5). El índice de desempeño fiscal, el de capacidad administrativa, y la posición municipal aunque no muy alejados del promedio nacional, y con cierta mejoría, presentan una gran disparidad intermunicipal, lo que muestra los efectos de discontinuidad en los alcaldes y fenómenos no cuantificados directamente como la corrupción pública y las presiones de los grupos armados ilegales (Cuadro 10). La implicación de esta deficiente gestión pública es que el patrón de atraso es persistente, lo cual puede constituir un círculo vicioso para la capacidad del sector público de promover el desarrollo económico. Sin embargo el diagnóstico de la gestión pública en 2012 no es tan desalentador, pues al calcular las regalías en términos per cápita y compararla con el resto de municipios del Bajo Putumayo, se puede observar que sin contar a Valle del Guamuez los recursos superan a los nacionales, lo que con un mejor desempeño fiscal (un fuerte supuesto) beneficiaría a la región. Una de las consecuencias de la ineficiencia de los entes públicos, aparte de alimentar el atraso socioeconómico regional, es propiciar el desorden público, in cluida la continuidad de los cultivos ilegales. Ambos fenómenos están relacionados tanto, que han coincidido en su tendencia decreciente, reduciendo la presión sobre las fuerzas militares, cuyas acciones armadas se desarrollaron en su mayoría en zonas departamentales diferentes al Bajo Putumayo. Por otro lado, aunque los homicidios también han descendido, desafortunadamente en casi todo el periodo la tasa nacional fue inferior a la de cada localidad, la región y el departamento lo que, teniendo en cuenta la reducción de la incidencia de la guerrilla, sugiere que hubo entrada de más actores delincuenciales al territorio. 185

188 ENRIQUE JAVIER BURBANO GRÁFICO 5 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores de instituciones y orden público Porcentaje de abstencionismo elecciones presidenciales 2010 Distribución Sistema General Regalías municipales per cápita, 2012 (agosto) V. del Guamuez San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Orito B. Putumayo Putumayo 61,2% 63,5% 60,6% 60,0% 56,9% 60,0% 58,7% Nacional B. Putumayo V. del Guamuez San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Orito Nacional 50,7% 40% 45% 50% 55% 60% 65% $ 0 $ $ $ $ $ $ $ $ Atención estatal a familias víctimas de la violencia por cada 100 mil personas Inversión per cápita estatal a familias víctimas de la violencia Orito Putumayo B. Putumayo Orito Putumayo B. Putumayo Pto Caicedo Pto Asís Nacional V. del Guamuez San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Nacional V. del Guamuez San Miguel Porcentaje de área cultivada de coca sobre el total nacional Tasa de variación área cultivada de coca 35% 30% 25% B. Putumayo Putumayo 100% 50% 0% % 15% 10% 5% 0% 25,4% 32,5% 8,8% 15,1% 9,6% 15,5% % -100% Orito Pto Asís Pto Caicedo San Miguel V. del Guamuez B. Putumayo Putumayo Nacional Fuentes: Cálculos del autor con base en datos de United Nations Office On Drugs and Crime (unodc) Colombia, Registraduría Nacional del Estado Civil, Sistema General de Regalías, y Oficina de Acción Social. 186

189 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO Municipio CUADRO 10 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores de gestión pública Índice de eficiencia de la gestión municipal Índice de capacidad administrativa Orito 39,63 30,50 40,10 31,52 45,45 11,9 31,26 28,14 Pto. Asís 29,71 37,60 37,01 53,84 19,57 39,9 30,23 11,38 Pto. Caicedo 29,89 48,00 39,91 39,85 30,77 49,6 48,42 13,08 San Miguel 19,56 23,50 35,93 22,57 41,92 19,1 51,27 62,56 V. del Guamuez 18,21 32,40 28,21 35,76 33,41 38,8 57,56 66,32 B. Putumayo* 27,40 34,40 36,23 36,71 34,22 31,86 43,75 36,30 Putumayo* 31,88 36,88 41,19 39,88 34,99 31,32 38,26 41,46 Nacional* 36,77 47,05 43,13 47,83 46,63 38,71 40,05 63,29 Municipio Índice de desempeño fiscal Posición municipal a nivel nacional Orito 52,71 59,99 69,47 71, Pto. Asís 51,82 62,51 66,27 50, Pto. Caicedo 55,11 56,16 66,37 69, San Miguel 61,47 64,65 44,25 62, V. del Guamuez 54,63 44,27 62,83 73, B. Putumayo* 55,1 57,5 61,8 65, Putumayo* 51,3 55,6 55,7 64, Nacional* 53,7 56,3 61,7 66, Nota: * Promedio. Fuente: dnp. Como resultado de la intervención estatal ha habido una importante disminución de los cultivos ilícitos (particularmente coca), con ritmos de erradicación que, entre 2001 y 2006, fueron superiores a los nacionales y que se desaceleraron en el período , con casos como los de Puerto Asís y Puerto Caicedo en los cuales los cultivos de coca volvieron a extenderse (Cuadro 11). 187

190 CUADRO 11 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores de conflicto Acciones armadas y tasa de homicidio (por cada personas) Municipio FARC FFMM FARC FFMM Tasa homicidios FARC FFMM Tasa homicidios FARC FFMM Tasa homicidios FARC FFMM Orito Pto. Asís Pto. Caicedo San Miguel V. del Guamuez B. Putumayo Putumayo Nacional Municipio Desplazamiento forzado por cada personas R E R E R E R E R E R E R E Orito Pto. Asís Pto. Caicedo San Miguel V. del Guamuez B. Putumayo Putumayo Nacional Tasa homicidios Notas: farc: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia; R: recibidos, E: expulsados Fuentes: Vicepresidencia de la República y Oficina de Acción Social.

191 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO Otro fenómeno muy asociado con el conflicto es el desplazamiento forzado de civiles. Durante la década anterior la ocurrencia proporcional de desplazamien tos en Colombia fue muy inferior a la registrada en el departamento y en las poblaciones del Bajo Putumayo, siendo notablemente crítica la situación en 2001 (en expulsión) como consecuencia, entre otros factores, del «paro armado» impuesto por la guerrilla de las farc en el 2000; y en 2007 (en recepción), lo que muestra que, pese a todo, las localidades de la región también son receptoras de migraciones involuntarias intra-municipales con origen en la zonas rurales (Cuadro 12). 7 En el panorama del conflicto también ha emergido la intervención estatal como herramienta para contrarrestar los problemas, muestra de esto es que han subido los recursos para políticas asistencialistas gubernamentales, al igual que los asignados mediante el sisben, tanto en la atención, como en la inversión media po blacional frente al número de familias afectadas por la violencia. No obstante, mitigar la histórica ausencia estatal en la región mediante el asistencialismo es insuficiente cuando se requieren intervenciones más estructurales para mejorar la situación de la zona y propiciar su desarrollo. V. GEOGRAFÍA ECONÓMICA A. Estructura productiva La producción de Putumayo tiende a concentrarse en el sector de explotación de petróleo y gas, dejando de lado la potencial importancia del sector primario dadas las ventajas comparativas existentes. Igualmente es trascendente que el espacio en la oferta obtenido por el nuevo sector principal haya sido logrado a costa de la contracción en el sector de servicios privados. Se deduce de esta concentración productiva que el pib real de Putumayo esté en alta medida indexado en sus fluctuaciones desde 2001 a 2010 a la tasa de crecimiento del valor agregado de las actividades de explotación de hidrocarburos (cuya media anual fue de 17,6%), y, en consecuencia, se refuerce el patrón de colonia extractiva descrito por Sokoloff y Engerman (2000) y Acemoglu, Johnson y Robinson (2001). 7 Esta alteración al orden público fue una reacción de este grupo subversivo a la aplicación del Plan Colombia que bloqueó la economía de Putumayo. 189

192 ENRIQUE JAVIER BURBANO Municipio / región CUADRO 12 Región del Bajo Putumayo: Clasificación de municipios y región con respecto a la nación, variables institucionales y de orden público (último año disponible) Variable (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14) % de variables en peores condiciones que la nacional Orito 64,3% Pto. Asís 78,6% Pto. Caicedo 85,7% San Miguel 71,4% V. del Guamuez 64,3% B. Putumayo 85,7% Putumayo 92,9% Peores condiciones que la nacional (promedio, nivel o estándar) En condiciones iguales o mejores que la nacional (promedio, nivel o estándar) (1) Abstencionismo elecciones presidenciales 2010 (2) Índice de eficiencia de la gestión municipal (3) Índice desempeño fiscal (4) Índice capacidad administrativa (5) Posición municipal a nivel nacional (6) Regalías municipales per cápita (7) Acciones armadas farc (8) Acciones armadas ffmm (9) Tasa de homicidios (10) Desplazamiento forzado personas expulsadas (11) Desplazamiento forzado personas recibidas (12) Atención estatal a familias víctimas de la violencia (13) Inversión per cápita estatal en familias víctimas de la violencia (14) Tasa de variación área cultivada coca Fuente: Cálculos del autor. La explotación de petróleo y gas ha crecido notablemente desde 2005, haciendo progresar el producto departamental, al tiempo que se ha reducido el desorden público y reactivado las inversiones en exploración cada vez más exitosas gene- 190

193 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO radas por el mejor entorno normativo para el negocio (estabilidad en los contratos de concesión). No obstante, conviene recordar que la conducta del negocio de los hidrocarburos está sujeta también a shocks exógenos de oferta (descubrimientos y agotamiento de pozos y reservas) y de precios internacionales, lo que ha marcado un crecimiento del pib variable, aunque sostenido, desde En todo caso, en 2010 el pib de Putumayo estaba compuesto casi en un 50% por hidrocarburos, una alta dependencia mono-sectorial y, a la vez, una baja diversificación de la organización productiva. En lo que concierne al Bajo Putumayo la consolidación del sector líder inició en 2009 y se prolongó hasta mediados de 2012 (aunque en menor medida que la dinámica nacional). La producción de barriles de petróleo y de pies cúbicos de gas se sostuvo con un rendimiento constante, salvo por la localidad de Puerto Caicedo (Cuadro 13). Municipio CUADRO 13 Región del Bajo Putumayo: Extracción de petróleo y gas (producción por día calendario) Petróleo (barriles de petróleo) Gas (millones de pies cúbicos) jun jun Orito ,9 7,0 8,8 8,4 Pto. Asís ,5 1,3 1,3 1,2 Pto. Caicedo ,0 0,0 0,1 0,1 B. Putumayo ,4 8,2 10,3 9,6 Putumayo ,4 10,5 12,7 12,7 Nacional , , , ,5 Fuente: Cálculos del autor con base en datos del Ministerio de Minas y Energía (MinMinas). La economía del Bajo Putumayo presentó una reestructuración sectorial en dos áreas: en primer lugar, se redujo la diversificación sectorial pues el Número de Sectores Equivalentes (sobre ocho) pasó de 3,6 a 2,5 en la década anterior; y en segundo lugar, en la tendencia creciente de la concentración económica, medida por el Índice de Herfindahl-Hirschman (ihh) (Gráfico 6). Al ser desagregado por sectores, el ihh evidencia que las demás actividades económicas exceptuando 191

194 ENRIQUE JAVIER BURBANO GRÁFICO 6 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores de estructura económica Tasa de crecimiento del PIB de Putumayo (precios constantes de 2005 Participación porcentual del valor agregado para grandes sectores económicos en Putumayo 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% -10% -20% -30% 2001 Valor Agregado Petróleo y Gas Valor Agregado sin Petróleo y Gas PIB Putumayo PIB Nacional % 80% 60% 40% 20% 0% 77,6% 22,4% 2000 Valor Agregado sin Extracción de Petróleo y Gas 80,4% 75,0% 76,1% 70,6% 73,4% 71,1% 72,1% 64,9% 56,6% 50,1% 19,6% 25,0% 23,9% 29,4% 26,6% 28,9% 27,9% 35,1% 43,4% 49,9% Índice de Herfindahl-Hirschman del PIB de Putumayo (precios constantes de 2005) Índice de Herfindahl-Hirschman del PIB de Colombia (precios constantes de 2005) Extracción de Petróleo y Gas Servicios Construcción Industrias Manufactureras Minería Comercio Sevicios Públicos Agropecuaria y Pesca Extracción de Petróleo y Gas Minería Servicios Comercio Cociente de localización regional del PIB de Putumayo respecto al de Colombia (precios constantes de 2005) Número de sectores equivalentes (sobre ocho) del Putumayo con base en el PIB (precios constantes de 2005) 10 Agropecuaria y Pesca Industrias Manufactureras Servicios Públicos Construcción 4,0 3,5 3, ,5 2,0 1,5 1,0 3,6 3,2 2,9 2,8 2,6 2,6 2,7 2,7 2,7 2,6 2, ,5 0, Fuente: Cálculos del autor con base en datos del dane. los servicios privados tienen cada vez menos peso en generación de producto, con una casi total desaparición del sector agropecuario y de pesca. Este resultado es totalmente divergente con el nacional, en el que, aparte de la gran estabilidad, se distingue un alto aporte del sector de servicios privados. 192

195 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO En esta misma línea, el cociente de Localización Regional también sigue la tendencia comentada: nótese que luego de 2008 el único sector de Putumayo que tiene una mayor localización relativa en comparación con el país es el de extracción de petróleo y gas, mientras que los sectores de servicios, agropecuario y pesca apenas se sostienen en torno a la unidad. Un caso adicionalmente negativo es el del sector comercial que, a partir de 2002, cayó a escalas menores que la unidad, lo que indica una importante depresión de esta actividad. La confluencia entre este tipo de patrones productivos, en los que sector líder tiene su base en recursos naturales como el petróleo y la minería, y los pobres resultados del mercado laboral reseñados anteriormente, serían consistentes con las derivaciones de Murshed (2004), a lo que habría que adicionar que el sector petrolero es menos intensivo en mano de obra. B. Sectores económicos 1. Sector primario En el corto plazo el sector primario es el que tiene mayores potencialidades de producción en el Putumayo y en el Bajo Putumayo debido a que estas regiones cuentan con una inconmensurable dotación de recursos naturales. A escala departamental, entre y este sector presentó una dinámica creciente en la producción pero con un comportamiento inestable, lo que también ocurrió en el Bajo Putumayo, pues entre 2008 y 2010 la extensión y las toneladas producidas de los cultivos más importantes (arroz manual, caña para panela, piña, yuca, maíz tradicional, plátano y chontaduro) han venido descendiendo de forma considerable. 8 Los municipios del Bajo Putumayo con mayor volumen de producción y extensión cultivada fueron Puerto Asís y Orito, pero también fueron los que más han decrecido a lo largo del periodo referenciado, posiblemente porque son los municipios que en los últimos años han concentrado la producción petrolera, desplazando a la agrícola. De igual modo, los cultivos más extensos de la región fueron los de plátano, maíz tradicional y yuca, con lo que se suprimió casi por completo la tradicional producción de caucho, que desde finales del siglo xix venía siendo preponderante en la economía del departamento (Gráfico 7). 8 En algunos textos el sector primario también incluye la extracción de hidrocarburos, aunque en este trabajo, dada la relevancia de esta actividad, se trató por separado al inicio de la sección. 193

196 ENRIQUE JAVIER BURBANO GRÁFICO 7 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores del sector primario Hectáreas cultivadas por principales productos Bajo Putumayo Platano Maíz Trad. Yuca Caña Panela Arroz Manual Chontaduro Piña Cacao Café P. Aromáticas Caucho Producción principales productos por municipio (toneladas) Orito Pto Asís V. del Guamuez Pto Caicedo San Miguel Hectáreas cultivadas de los principales productos por municipio Cabezas bovinas por Km 2, Porcentaje de área en bosques, 2006 Orito Pto Asís Pto Caicedo San Miguel V. del Guamuez Nacional Putumayo B. Putumayo V. del Guamez San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Orito Nacional Putumayo B. Putumayo V. del Guamez San Miguel Pto Caicedo Pto Asís Orito -10% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% Fuente: Cálculos del autor con base en datos del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (Minagricultura) e igac. No obstante, los datos la revisión muestra que entre la agricultura con cierta variabilidad estaba consolidada como actividad productiva alternativa, situación que se frenó para el periodo , este empuje y consecuente capacidad de jalonamiento del sector se diluyó ampliamente en paralelo con afianzamiento de la explotación de hidrocarburos. Aunque no es malo que un 194

197 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO sector prevalezca, sí lo es el hecho de que se genere un posible trade-off (en inversión, por ejemplo) frente a otros sectores, y que estos sufran una destorcida tan significativa como sucedió con la agricultura. Esta disyuntiva sectorial, similar a la ocurrida en países como Venezuela, posiblemente se origina en las diferencias características en el proceso productivo de cada sector. Mientras la producción agrícola tiene épocas específicas de recolección y requiere un mayor grado de esfuerzo productivo para ser eficiente, la explotación pe trolera es más intensiva en uso de bienes de capital fijo, es más o menos constante todo el año y, una vez iniciada, posee formas de transporte más eficientes. Adicionalmente, el sector de hidrocarburos no tiene las restricciones de financiación o liquidez que sí puede tener la actividad agrícola. Los hidrocarburos tienen un menor grado de incertidumbre en su transporte (salvo shocks exógenos que interrumpan el suministro en oleoductos o gasoductos) y en su productividad, y son menos vulnerables a shocks exógenos naturales como los climáticos. Otra diferencia importante en la preferencia de la actividad extractiva sobre la agrícola está en la demanda de mercado, pues en el primer caso la demanda es más inelástica a los precios y el mercado objetivo es mayor. La destrucción de empleo es la consecuencia más desafortunada del liderazgo de la actividad extractiva (sin contar la elevada concentración de la economía en menos actividades). El empleo se perjudica porque las actividades agrícolas son más intensivas en el uso de mano de obra menos calificada y, por ende, están en mayor desventaja para reengancharse en el mercado de trabajo en momentos de paro. Para finalizar, se estudian dos subsectores primarios en Para empezar, el sector ganadero que presentó una densidad en cabezas bovinas muy baja con respecto al indicador nacional, lo que se podría explicar por dos razones: en primer lugar, la topografía de la región, que no es apta para ese tipo de empresa y, segundo, porque la vocación de la actividad ganadera solo ha tenido el objetivo de cubrir la demanda doméstica. En contraste, las condiciones geográficas y demográficas de la zona hacen que, en todos sus municipios, el porcentaje de áreas de bosques claramente selváticos sea superior al promedio nacional. Este diferencial en dotación de recursos naturales es importante desde la óptica de la producción si se le da un aprovechamiento sostenible y se establecen normativas claras para los nuevos negocios que se pueden derivar del medio ambiente, como los llamados bonos de carbono, en conjunción con la política de restitución de tierras impulsada por el Gobierno. 195

198 ENRIQUE JAVIER BURBANO 2. Sector secundario Como se ha expuesto, el tamaño del sector secundario del Putumayo sin tener en cuenta los hidrocarburos ha venido reduciéndose en el último decenio. Una de las razones de esta reducción es la inestabilidad en la producción y los cortos ciclos de auge y recesión de sectores secundarios (construcción y demás industrias manufactureras). La variación de los usuarios industriales de energía eléctrica ha tenido una alta volatilidad, sobretodo entre (con expansiones entre los 20 y más de 50 puntos porcentuales), y también se desaceleró entre 2009 y 2012 (Gráfico 8). Otra alternativa de explicación, tomando como referencia el Bajo Putumayo, es el bajo número de unidades productivas contabilizadas en el Censo de 2005: tan solo 180 establecimientos en dos municipios de la región (Cuadro 14). Excluyendo el sector de la construcción, el 92,4% de esas empresas son de tamaño pequeño o microempresas. Hay que añadir que, en su mayoría, las actividades secundarias principales se relacionaron con alimentos y bebidas, confecciones, transformación de madera, y construcción. Todas estas actividades en niveles muy incipientes de producción. Un corolario fundamental de este diagnóstico del sector secundario del Bajo Putumayo, es que cuando el sector industrial es muy pequeño y, en consecuen- GRÁFICO 8 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores del sector secundario Tasa de crecimiento del PIB del sector secundario de Putumayo (precios constantes de 2005) Tasa de crecimientos de usuarios industriales de energía eléctrica 50% 30% 10% -10% -30% -50% -70% Servicios Comercio Servicios Públicos Total Terciario % 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% -10% Orito Pto Asís Pto Caicedo San Miguel V. del Guamuez B. Putumayo Fuentes: Cálculos del autor con base en datos del dane y de la Superintendencia de Servicios Públicos (Superservicios). 196

199 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO CUADRO 14 Región del Bajo Putumayo: Unidades productivas del Sector Industrial, 2005 Categorías Orito Pto. Asís Total 15-Elaboración de productos alimenticios y bebidas Fabricación de prendas de vestir, adobo y teñido de pieles Producción de madera y fabricación de productos de madera y corcho Fabricación de muebles; industrias manufactureras n.c.p Actividades de edición e impresión y de reproducción de grabaciones Fabricación de productos textiles Fabricación de productos elaborados de metal, excepto maquinaria y eq Fabricación de metales comunes Fabricación de papel y de productos de papel Fabricación de sustancias y productos químicos Fabricación de otros productos minerales no metálicos Fabricación de equipo y aparatos de radio, televisión y comunicaciones Fabricación de productos de caucho y plástico Fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo Construcción Total Fuente: dane. cia, su capacidad de absorción de mano de obra es muy reducida, deja de ser una alternativa creíble para los trabajadores. Esta pérdida de credibilidad es negativa si se tiene en cuenta que el sector secundario es un demandante tanto de trabajo calificado como no calificado, y que debería poseer significativos eslabonamientos anteriores y posteriores (sobretodo en el caso de la construcción) pero que en el caso del Putumayo y Bajo Putumayo esos eslabonamientos son débiles. 3. Sector terciario En la década del nuevo milenio el ihh para los sectores que componen el pib de Putumayo mostró que el sector de comercio y servicios redujo su aporte al producto, con una persistente pérdida de participación luego de 2005, que fue cedida 197

200 ENRIQUE JAVIER BURBANO GRÁFICO 9 Región del Bajo Putumayo: Algunos indicadores del sector terciario Tasa de crecimiento del PIB del sector secundario de Putumayo (precios constantes de 2005) Tasa de crecimientos de usuarios industriales de energía eléctrica 50% 30% 10% -10% -30% -50% -70% Servicios Comercio Servicios Públicos Total Terciario % 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% -10% Orito Pto Asís Pto Caicedo San Miguel V. del Guamuez B. Putumayo Fuente: Cálculos del autor con base en datos del dane y de la Superservicios. al sector petrolero. A pesar de esta tendencia el pib sectorial en el departamento solo se redujo luego de 2009, lo que quiere decir que la caída en ese periodo de cuatro años no se dio en producto sino en participación (esto es congruente con la expansión del valor agregado del sector de hidrocarburos). Lo anterior significa que el crecimiento del sector terciario a partir de 2005, y hasta 2009, fue inferior al del sector de extracción de hidrocarburos. A la par, a este suceso económico se suma el de la demanda de energía eléctrica para usos comerciales, cuyo comportamiento ha sido muy inestable desde 2003, con una notable declinación entre 2009 y 2012, muy parecida a la nacional (Gráfico 9). En lo que atañe a la unidades productivas censadas en 2005 en los dos principales municipios del Bajo Putumayo, se nota que más del 60% de las mismas estaban dedicadas al sector comercial, sobretodo al comercio minorista (Cuadro 15). En cuanto a los servicios, se concentran mayoritariamente en servicios de hotelería y alimentación. Estas actividades son intensivas en empleo de capital humano, por lo que su tendencia a disminuir puede ser muy explicativa de la caída en el número de empleos de la zona. 198

201 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO CUADRO 15 Región del Bajo Putumayo: Unidades productivas del sector terciario, 2005 Sector Categorías Orito Pto Asís Total general Comercio 52-Comercio al por menor, excepto el comercio de vehículos automotores Venta, mantenimiento y reparación de vehículos, automóviles y motos Comercio al por mayor y en comisión, excepto el comercio de vehículos Total comercio Servicios 55-Hoteles y restaurantes Servicios sociales y de salud Correo y telecomunicaciones Otras actividades de servicios Actividades de esparcimiento y actividades culturales y deportivas Enseñanza Transporte por vía terrestre; transporte por tuberías Actividades de asociaciones n.c.p Otras actividades empresariales Informática y actividades conexas Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afil Alquiler de maquinaria y equipo sin operarios y de efectos personales Transporte por vía aérea Actividades inmobiliarias Transporte por vía acuática Actividades de transporte complementarias y auxiliares; etc Financiación de planes de seguros y de pensiones Eliminación de desperdicios y aguas residuales, saneamiento Actividades auxiliares de la intermediación financiera Investigación y desarrollo Intermediación financiera, excepto la financiación de planes de seguro 1 1 Total servicios Total general Fuente: dane. 199

202 ENRIQUE JAVIER BURBANO VI. COMENTARIOS FINALES Los resultados de diagnóstico socioeconómico desde el 2000 indican un atraso secular del Bajo Putumayo, respecto al contexto nacional, en dimensiones propias de las visiones micro y de no convergencia del desarrollo, como la calidad de vida, la educación, las condiciones laborales, la salud, la prestación de servicios públicos, y la eficiencia de las instituciones estatales (sin dejar de lado, los cultivos ilícitos y todos los problemas de conflicto armado que se derivan de ellos, algunos tan desastrozos como el desplazamiento involuntario de personas). Aun cuando el asistencialismo y la defensa por parte del gobierno han tratado de ser paleativos para mejorar este escenario, parecen no ser suficientes para tal objetivo. Paradójicamente, la zona cuenta con un stock inmenso de recursos naturales, que aprovechados de forma sostenible y en un contexto de orden público más estable, podrían generar en el corto y mediano plazo dinámicas prósperas y sostenibles en sectores como la agricultura, la silvicultura, la cría de animales, y el turismo. A ese considerable acervo de materias primas extraíbles se suman los hidrocarburos, que según el análisis de geografía económica, han tenido dos efectos sobre la estructura productiva de la región: en primer lugar, generar una enorme concentración y dependencia para el PIB regional y, en segundo lugar, desplazar actividades del sector primario no-minero-energético y del terciario, reduciendo así la diversificación sectorial del mercado interno. Esto no es del todo negativo si se piensa, por ejemplo, en las regalías y empleo que genera el sector extractivo para la zona, pero sí es negativo si se piensa en la destrucción de empleos en los «sectores desplazados», algunos de los cuales son mucho mas intensivos en el uso de mano de obra, especialmente no calificada. Otro de los problemas asociados a la alta dependencia económica del petróleo tiene su origen en la volatilidad de su precio en el mercado internacional, y el carácter limitado de las reservas del mismo, siempre sujetos a la aleatoriedad de los nuevos hallazgos o éxitos exploratorios, sn dejar de lado su dependencia de la regulación estatal del negocio. Esta volatilidad plantea un interrogante sencillo para el largo plazo, y es qué va a pasar con la economía de la región una vez las reservas de hidrocarburos se reduzcan o terminen?. Mención aparte tiene el caso del sector manufacturero, cuyo tamaño es notablemente reducido con respecto la estructura productiva regional y 200

203 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO por tanto no es idóneo para la generación de eslabonamientos anteriores y posteriores en la economía, condiciones necesarias para la creación de empleo (ejemplo de esto es el sector de la construcción). En términos generales, los resultados de la evaluación realizada muestran que el Bajo Putumayo requiere con el concurso de las instituciones públicas y privadas transformaciones estructurales en su economía que en el corto plazo aprovechen sus ventajas comparativas en recursos naturales, y en el mediano y largo plazo impulsen al sector secundario. Con esto se reducirá su dependencia del sector petrolero y se dará sistemática solución a algunos de sus problemas sociales endémicos más graves. En suma, la región podrá encaminarse fuera de su histórico patrón económico de colonia «extractiva». REFERENCIAS Acemoglu, Daron., Simon Johnson y James Robinson (2005) «The Colonial Origins of Comparative Development: An Empirical Investigation», American Economic Review, Vol. 91, No. 5. Bond, Stephen y Adeel Malik (2008) «Natural Resources, Export Structure and Investment», csae wps/ , University of Oxford, Department of Economics. Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía) (2012) «Departamento del Putumayo», Corpoamazonía, [cconsultado noviembre 20 de 2012]. Departamento Administrativo Nacional de Estadística (dane) (2009) «Metodología Encuesta Calidad de Vida», Colección Documentos Actualización 2009, No. 85. Departamento Administrativo Nacional de Estadística (dane) (2009) «Metodología Gran Encuesta Integrada de Hogares», dane, Colección Documentos Actualización 2009, No. 83, [consultado octubre 21 de 2012] Departamento Nacional de Planeación (dnp) (2005) «Medición y Análisis del Desempeño Integral de los Municipios», dnp, Dirección de Desarrollo Territorial Sostenible, [consultado agosto 23 de 2012]. Ministerio de Educación (2012) «Glosario», co/seguimiento [consultado agosto 23 de 2012]. 201

204 ENRIQUE JAVIER BURBANO Murshed, Mansoob (2004) «When Does Natural Resource Abundance Lead to a Resource Curse?», EEP Discussion Paper 04-01, International Institute for Environment and Development, London. Ray, Debraj (2007) «Development Economics» en Lawrence Blume y Stephen Durlauf, (eds.) New Palgrave Dictionary of Economics. Sachs, Jeffrey y Andrew Warner (1995) «Natural Resource Abundance and Economic Growth», nber Working Paper, No. 5398, Cambridge, Massachusetts. Sachs, Jeffrey y Andrew Warner (1999) «The Big Push, Natural Resource Booms and Growth», Journal of Development Economics, No. 59. Sachs, Jeffrey y Warner, Andrew (2001) «The Curse of Natural Resources», European Economic Review, No. 45. Sokoloff, Kenneth y Stanley Engerman (2000) «History Lessons: Institutions, Factor Endowments and Paths of Development in the New World», Journal of Economic Perspectives, Vol. 14, No. 3. Zafra, María y Carlos Ríos (2013) «Dinámica de la Estructura Económica Formal en el Putumayo ». Trabajo de grado, Economía, Universidad de San Buenaventura, Cali. 202

205 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO ANEXO ALGUNOS INDICADORES, ÍNDICES Y DEFINICIONES Indicadores demográficos Relación de dependencia: Número de personas menores de 15 y mayores de 64 años por cada habitantes con edades entre 15 a 64 años. Es decir, personas en edad de dependencia económica por cada mil en edades productivas. Calidad de vida Índice de condiciones de vida: Según el dnp, el icv mide la calidad de vida de los hogares, a partir de cuatro características: i) Educación del jefe del hogar; ii) Composición del hogar; iii) Conexión a servicios públicos y iv) Calidad de la vivienda. Su valor mínimo normativo es 67 puntos. Cobertura educativa Tasa de cobertura bruta: Según el Ministerio de Educación es la relación entre los alumnos matriculados en un nivel de enseñanza específico (independiente de la edad que tengan) y la población escolar que tiene la edad apropiada para cursar dicho nivel. Ejemplo: tcb media = (matriculados en educación media/ población entre 16 y 17 años) 100. En el cálculo de este indicador a veces hay resultados de cobertura mayores a 100% porque pueden haber matriculados alumnos en extraedad. Tasa de cobertura neta: Es la relación entre estudiantes matriculados en un nivel educativo que tienen la edad adecuada para cursarlo y el total de la población en el rango de edad apropiado para ese nivel. Ejemplo: tcn media = (matriculados en educación media entre 15 y 17 años / población entre 15 y 17 años) 100. Cobertura en salud Cobertura promedio de vacunación: Es un promedio entre los porcentajes de cobertura municipales de las siguientes vacunas: Polio, dpt, bcg, Hepatitis B, hib y tv. Administración territorial Posición municipal: es la posición asignada al municipio dentro de la nación por el dnp según los criterios de disponibilidad de recursos, manejo y sostenibilidad del gasto y manejo de la deuda. 203

206 ENRIQUE JAVIER BURBANO Índice de eficiencia de la gestión municipal: También es calculado por el dnp como los siguientes y mide la eficiencia en la gestión de los servicios de educación, salud y agua potable (como estimación insumo producto). Índice de desempeño fiscal: Resume en una sola medida, con escala de 0 a 100, los siguientes indicadores: i) Porcentaje de ingresos corrientes destinados a funcionamiento; ii) Magnitud de la deuda; iii) Porcentaje de ingresos que corresponden a transferencias; iv) Porcentaje de ingresos que corresponden a recursos propios; v) Porcentaje del gasto total destinado a inversión; y vi) Capacidad de ahorro. Índice de capacidad administrativa: Está compuesto por los indicadores: i) Estabilidad del personal directivo; ii) Profesionalización de la planta; iii) Disponibilidad de computadores; iv) Automatización de procesos; v) Contratos por licitación o convocatoria; vi) Capacidad de interventoría; y vii) Modelo estándar de con trol interno. Concentración y localización Índice de Herfindahl-Hirschman: Es la sumatoria de los cuadrados de las participaciones de cada empresa (sector) en el total del mercado (economía). Si el resultado es cercano a cero el mercado (economía) tenderá a ser más competitivo, pero si es cercano a será más monopólico (altamente concentrado). La fórmula es: 204 n 2 H = s (1) i=1 i Donde s i es la producción relativa de la i-ésima empresa (sector) y n el número total de empresas (sectores) del mercado (economía). Cociente de localización regional: Mide el peso relativo del i-ésimo sector en la región j. Representa el cociente de localización regional y es la proporción que la variable estudiada del i-ésimo sector representa en la región j, respecto al mismo porcentaje a nivel nacional: L ij = X ij / X j X i / X Cuando L ij > 1 supone una mayor localización de la actividad i en la región, si L ij < 1, la actividad i está menos asentada en la región, teniendo en cuenta la localización media a escala nacional. (2)

207 GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE LA REGIÓN DEL BAJO PUTUMAYO Número de sectores equivalentes: Mide el grado de diversificación de las actividades productivas de una región: NSE j = h i=1 1 Si el NSE j es igual a h (sectores) supone que la región j tiene un grado de diversificación máximo. Pero, si el número de sectores equivalentes es igual a 1 implica es que la región j tiene un patrón sectorial muy concentrado en un único sector. X ij X j 2 (3) 205

208

209 DOCUMENTO ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MUNICIPIO DE MARGARITA, BOLÍVAR NETTY CONSUELO HUERTAS CARDOZO FRANCISCO PANESSO CARRERA LUIS ENRIQUE GARCÉS PEDROZO * RESUMEN Aplicando metodologías de evaluación participativa con los habitantes de la cabecera municipal de Margarita, departamento de Bolívar, se logran identificar las distintas estrategias de adaptación para la preservación, protección y reconstrucción de activos frente a los efectos del cambio climático y el clima extremo. Este municipio ha sido uno de los más afectados por la ola invernal que entre 2010 y 2011 azotó buena parte del país. Para tal efecto se usó la metodología planteada por Moser y Stein (2010), cuyos resultados permiten construir espacios de reflexión y análisis entre la comunidad y las instituciones sobre los planes de desarrollo que requiere la comunidad para prevenir afectaciones y proteger o reconstruir sus activos. La principal conclusión es que se requiere un trabajo mancomunado (comunidad, entes gubernamentales y empresarios) para lograr disminuir la vulnerabilidad de los pobres, quienes por lo común son los principales afectados. * Netty Huertas es investigadora del Instituto de Estudios para el Desarrollo, Luis Garcés es coordinador del sistema de información y estadística, y Francisco Panesso es estudiante de segundo semestre de mba en la Facultad de Economía y Negocios, Universidad Tecnológica de Bolívar. Correos electrónicos: nhuertas@unitecnologica.edu.co, lugarces@unitecnologica.edu.co, franciscopanesso@hotmail.com. Este artículo se realizó gracias al financia miento de Colciencias dentro del Programa de Jóvenes Investigadores Economía & Región, Vol. 8, No. 1, (Cartagena, juio 2014), pp

210 NETTY HUERTAS CARDOZO, FRANCISCO PANESSO y LUIS ENRIQUE GARCÉS Palabras clave: Planificación de activos, cambio climático, instituciones. Clasificaciones jel: O2, Q2, Q5, Q58, R53. ABSTRACT Adaptation to climate change in Margarita, Department of Bolívar, Colombia Applying participatory assessment methodologies with the inhabitants of the township of Margarita, Bolívar, we were able to identify the different adaptation strategies for the preservation, protection and reconstruction of assets. This town was one of the most affected by the extreme rainy season that in ravaged much of the country. For this purpose, we used the methodology proposed by Moser and Stein (2010), whose results allow the construction of instances of reflection and analysis between the community and the institutions on the development plans that will allow the community to prevent future disruption and protect or rebuild their assets. The main conclusion is the need of working together (community, government agencies and employers) to decrease the vulnerability of the poor, who traditionally are the most affected. Key words: Asset-based policies, climate change, institutions. jel Classifications: O2, Q2, Q5, Q58, R53. I. INTRODUCCIÓN En su historia reciente Colombia ha estado afectada por las inclemencias del clima, pasando de períodos de sequías extremas, incendios forestales y escasez de agua, a ciclos lluviosos que causan graves inundaciones y derrumbes. No obstante, la denominada «Ola invernal », ocurrida entre abril de 2010 y junio de 2011, no tenía antecedentes históricos. Este evento trajo consigo una situación de calamidad pública para el país, sobre todo en las zonas cercanas a las principales cuencas hidrográficas. 208

211 ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MUNICIPIO DE MARGARITA, BOLÍVAR La Costa Caribe fue la zona más afectada del país; algunos de sus municipios permanecieron bajo el agua hasta 18 meses (Güiza, 2012). A causa de la tragedia, quienes vivían de la tierra y la ganadería extensiva se vieron obligados a buscar otros medios de subsistencia, como el transporte informal de pasajeros y la pesca artesanal, o a emigrar hacia el área urbana para buscar empleo. La programación escolar se canceló, la desnutrición aumentó por efectos de una dieta desbalanceada, familias enteras vivían en condiciones precarias en campamentos improvisados a orillas de la carretera, los niños empezaron a desarrollar enfermedades y ancianos que murieron durante la tragedia tuvieron que ser inhumados en medio del agua. En este documento se estudia el caso de Margarita, Bolívar, un municipio de habitantes, localizado en la parte central del departamento, en la llamada depresión momposina (Isla de Mompox), que fue severamente afectado por la ola invernal de A continuación se examinan las secuelas del cambio climático en Margarita y los mecanismos de adaptación usados por la comunidad. Para ello se usó la metodología de investigación propuesta por Moser y Stein (2010), que aplica herramientas participativas y permite conocer qué piensa la comunidad, qué hace, y cuáles son los mecanismos para solucionar, desde su punto de vista, los problemas relacionadas con el clima. La ventaja de esta metodología es que, además del análisis cualitativo, permite cuantificar los resultados y elaborar planes de acción de corto plazo para reducir los efectos perjudiciales de futuros even tos climáticos. El documento se inicia con una explicación del marco conceptual en donde se aclaran algunos términos que suelen usarse de manera un tanto imprecisa, tales como cambio climático, vulnerabilidad, mitigación y adaptación al cambio. En la tercera sección se sintetizan algunos antecedentes sobre los efectos de la ola invernal en Colombia y la Costa Caribe, para luego especificarlo en la depresión momposina. En la cuarta sección se explican las herramientas metodológicas usadas para examinar el caso bajo estudio. La quinta describe el contexto de Margarita y la sexta se dedica a revisar el marco institucional, es decir, el marco jurídico, las instituciones que apoyan al gobierno nacional a afrontar este problema y los proyectos que están siendo financiados en el municipio. En la séptima y última sección se examina el proceso de adaptación que enfrenta la comunidad de Margarita. Se espera con este trabajo, en primer lugar, rescatar un tema que debe preocupar a todos no solo académicos, sino a la comunidad en general sobre los efectos del cambio climático. Segundo, se espera mostrar evidencia de que la población 209

212 NETTY HUERTAS CARDOZO, FRANCISCO PANESSO y LUIS ENRIQUE GARCÉS más vulnerable ante el cambio climático es la más pobre; por esta razón, es un tema de primer orden para poder cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Finalmente, y no menos importante, se espera con este documento dar a conocer más a Margarita, y aunque tardará algunos años para que sus naranjos den fruto, para sus pobladores sigue siendo «La tierra de las naranjas y de las mujeres bonitas». II. MARCO CONCEPTUAL En 1988, la Organización Meteorológica Mundial (omm) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (pnuma) unieron esfuerzos para constituir el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (ipcc, por sus siglas en inglés), con el objetivo de examinar la información científica necesaria para abordar el problema del cambio climático, valorando sus consecuencias medioambientales y socioeconómicas y formulando estrategias. Desde entonces, las evaluaciones del ipcc han desempeñado un papel primordial de apoyo a los gobiernos en la adopción de políticas de respuesta al cambio climático y en el asesoramiento de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (cmcc), constituida en 1992, y de su Protocolo de Kyoto de En la amplia literatura producida por el ipcc se han definido algunos términos que a continuación se explican, dada su importancia para este documento. El cambio climático es la variación estadísticamente significativa, ya sea de las condiciones climáticas medias o de su variabilidad, que perdura por un período prolongado (decenios o más tiempo). El cambio climático puede deberse a proce sos 1 El Protocolo de Kyoto es un acuerdo internacional vinculado a la cmcc, que compromete a sus partes, estableciendo objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (gei), antropógenos (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluorocarbonos, perfluorocarbonos y hexafluoruro de azufre) en un 5% como mínimo por debajo de los niveles de 1990 durante el período de compromiso de 2008 a El acuerdo reconoce que los países desarrollados son los principales responsables de los altos niveles actuales de emisiones de gei en la atmósfera, como resultado de más de 150 años de actividad industrial. Las emisiones de Colombia no pasan del 0,35% del total mundial, mientras que países como los Estados Unidos emiten cerca del 30% del total mundial. América Latina y el Caribe, en conjunto, solo aportan el 5,6% del total, mientras los países de la ocde, que agrupa a los 30 estados más desarrollados del mundo, aportan el 51% (Wilches, 2008). 210

213 ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MUNICIPIO DE MARGARITA, BOLÍVAR naturales internos o a un forzamiento externo, o a cambios antropógenos (producidos por el hombre) duraderos en la composición de la atmósfera o en el uso de la tierra. La cmcc de las Naciones Unidas, en su Artículo 1, precisa el cambio climático como «cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables». En tal sentido, la cmcc distingue entre el cambio climático atribuible a las actividades humanas que alteran la composición atmosférica y la variabilidad climática atribuible a causas naturales. En otras palabras, el cambio climático se refiere al impacto de la actividad humana sobre la variabilidad climática (ipcc, 2007). La vulnerabilidad al cambio climático se define como el nivel en que un sistema es capaz de enfrentar los efectos negativos del cambio climático, incluso la variabilidad climática y los fenómenos extremos. La vulnerabilidad está en función del carácter, la magnitud y el índice de variación climática a que está expuesto un sistema, su sensibilidad y su capacidad de adaptación (ipcc, 2007). La mitigación es la intervención humana para realizar cambios y reemplazos tecnológicos que reduzcan los impactos de la sociedad sobre el clima mediante estrategias de reducción en el insumo de recursos y emisiones gei por unidad de producción. Aunque existen políticas sociales, económicas y tecnológicas que reducirían las emisiones, la mitigación, referida al cambio climático, es la aplicación de políticas destinadas a reducir las emisiones de gei y a potenciar los sumideros (conservación y restauración de bosques) (pnud, 2010). La adaptación al cambio climático consiste del conjunto de medidas encaminadas a reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos ante los efectos reales o esperados de un cambio climático que modera los daños o explota oportunidades beneficiosas. Existen diferentes tipos de adaptación, por ejemplo, la reactiva, es decir, posterior a la manifestación de impactos iniciales. La adaptación planificada puede ser reactiva o anticipatoria (emprendida antes de que los impactos sean aparentes). Además, la adaptación puede ser a corto o largo plazo, localizada o extendida, y puede tener varias funciones y tomar varias formas (ipcc, 2007). Finalmente, la gestión de riesgos climáticos (grc) consiste de la adaptación al cambio climático, la gestión de riesgos, y los sectores del desarrollo. Este enfoque de toma de decisiones considera aspectos sensibles al clima para promover un desarrollo sostenible, reduciendo la vulnerabilidad asociada al riesgo climático, e implica estrategias para maximizar los productos positivos y minimizar los produc- 211

214 NETTY HUERTAS CARDOZO, FRANCISCO PANESSO y LUIS ENRIQUE GARCÉS tos negativos del desarrollo en las comunidades y sociedades en áreas sensibles al cambio climático, tales como la agricultura, la seguridad alimentaria, los recursos hídricos, la salud y otros. III. ANTECEDENTES El problema del cambio climático ha sido estudiado profusamente en los últimos años, pues se han venido evidenciando cambios en la temperatura y en el patrón de inundaciones, y han cambiado las estaciones climáticas en diferentes países del mundo (Gutiérrez y Espinosa, 2010). A. Colombia La preocupación internacional por el cambio climático condujo a la suscripción de la cmcc, reconociendo primero que este es un problema común de toda la humanidad, no solo por sus aportes al efecto invernadero sino porque sus efectos no distinguen razas, ni naciones. Por lo tanto, se requieren acciones oportunas y decididas para contrarrestarlo. El gobierno de Colombia ha suscrito los compromisos de dicha convención. En 2001 Colombia presentó la Primera Comunicación Nacional (pcn) ante la cmcc, coordinada por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (ideam). Allí se estableció que la mayor vulnerabilidad del país al cambio climático está en las zonas marinas y costeras, los ecosistemas de alta montaña y en la salud humana. 2 Derivado de esta comunicación se generaron proyecciones hasta el año Los resultados mostraron que las emisiones nacionales de dióxido de carbono representaban aproximadamente el 0,2% de las globales; en otras palabras, el país contribuía con una mínima parte del cambio climático, aunque es vulnerable a los efectos de este fenómeno en las esferas social, económica y ambiental. 2 Las Comunicaciones Nacionales son informes periódicos que presentan los países ante el secre tariado de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Las Comunicaciones se realizan siguiendo las directrices del ipcc. 212

215 ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MUNICIPIO DE MARGARITA, BOLÍVAR Otras cifras de gran preocupación si se toma en cuenta que Colombia posee una extensa área de ecosistemas frágiles que albergan entre 10 y 15% de la biodiversidad mundial dejan en evidencia que cerca del 50% del territorio nacional tiene una alta vulnerabilidad a cambios en el régimen hídrico generados por el cambio climático, 8% del país sufriría procesos de desertificación, mientras que el 95% de los nevados y el 75% de los páramos desaparecerían (González, Peña y Sierra, 2009). 3 En Colombia 4,8 millones de hectáreas (4,1% del territorio nacional) están afectadas por procesos de desertificación. Ante un escenario de cambio climático, se sumarían otras 3,6 millones de hectáreas. En caso de duplicarse el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera, el área de 23 distritos de riego de gran irrigación sujeta a procesos de degradación por desertificación pasaría del 32,2% actual al 91,3% (ideam, 2001). Además, se considera que la incidencia del dengue y la malaria puede incrementarse con el cambio climático, pues estas enfermedades son transmitidas por mosquitos, que por condiciones climáticas como temperatura y precipitación elevarían su capacidad de propagación (ideam, 2001). Por otro lado, la fauna en general y la fauna de los suelos en particular dependen de la vegetación y suelos no afectados por densificación y contaminación. En tal sentido, muchas de las especies corren grave peligro de desaparecer por el efecto combinado del cambio global climático y antropógeno. Ya en la Segunda Comunicación Nacional (scn) de Colombia ante la cmcc (2010) se muestran las evidencias de los avances en términos de adaptación y mitigación en diferentes sectores (energético, transporte, industrial, agricultura y residuos). En 2009 Colombia se convirtió en el quinto país de América Latina y décimo segundo del mundo en poseer el mayor número de proyectos elegibles al Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto, luego de que el Relleno Sanitario Doña Juana de Bogotá y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Cañaveralejo de Cali, obtuvieran el respectivo registro de las Naciones Unidas, los cuales contribuyen con la reducción de más de toneladas anuales de co 2. Así, se completaron 20 proyectos registrados, superando a países como Israel, Sudáfrica, Argentina, Ecuador, Costa Rica y Panamá (ideam, 2010). Además esta scn enfatizó los componentes de educación, formación y sensibilización de públicos. 3 La desertificación es la degradación persistente de los ecosistemas de tierras secas a causa de las actividades humanas y de las variaciones climáticas. Debido a los daños que ocasiona al medio ambiente y al bienestar humano, la desertificación es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo relacionados con el desarrollo (fida, 2010). 213

216 NETTY HUERTAS CARDOZO, FRANCISCO PANESSO y LUIS ENRIQUE GARCÉS A pesar de los esfuerzos en términos de mitigación y adaptación, los registros de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (ungrd) muestran que «la Temporada de Lluvias dejó 469 muertos, 575 heridos, viviendas destruidas, viviendas averiadas y personas afectadas. El número de municipios afectados fue de en 29 departamentos, que constituyen 90% del territorio nacional. El 80% de los eventos causados en este periodo fueron inundaciones que aportaron el 96% de los damnificados en el país. De igual forma, las zonas inundadas en este periodo corresponden a más de un millón de hectáreas, principalmente de los departamentos de la región Caribe, Atlántico, Bolívar, Córdoba, Sucre, Magdalena y Cesar» (Güiza, 2012). Esto necesariamente afecta las finanzas públicas. Mientras que en el cuatrienio de el país gastó us$1.800 millones en prevención y atención de desastres (52% en reducción del riesgo y 45% en manejo de desastres), durante la temporada de lluvias de destinó más de us$2.033 millones a la atención de los daños y emergencias ocasionados por las intensas lluvias. Gran parte de estos recursos (us$1,774 millones) fueron ejecutados por Colombia Humanitaria y el Fondo Nacional de Calamidades; el resto (us$ ) se usó en la reconstrucción de vías (Güiza, 2012). Según la valoración de cepal, los daños se cuantificaron en $6.052 millones de dólares. «Los sectores con mayor participación en los daños son hábitat (44%) e infraestructura (38%); le siguen los de servicios sociales y administración pública (11%) y los sectores productivos (7%). En hábitat el sector más importante fue vivienda (38% de los daños totales), y dentro de este, las viviendas con pérdida total (24% de los daños totales). Este indicador refleja la tragedia social que produjo la ola invernal, debido a la cantidad de personas que quedaron sin techo.» (cepal, 2012). B. Costa Caribe La ola invernal de afectó principalmente a la Costa Caribe. En efecto, en el consolidado de personas y predios en la región, se evidencia que seis de los ocho departamentos del Caribe estuvieron afectados. Las zonas que más inundaciones sufrieron fueron el Canal del Dique, La Mojana y la depresión momposina, tanto en porcentaje de población afectada como en número de viviendas. 214

217 ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MUNICIPIO DE MARGARITA, BOLÍVAR Departamento/ Región CUADRO 1 Afectación de personas y viviendas en la Costa Caribe, Familias afectadas Familias en Red Unidos / familias afectadas Número de municipios afectados Personas afectadas Personas afectadas / Población municipios afectados (%) Muertos y desaparecidos Sucre ,6% ,4% 134 Bolívar ,3% ,3% 379 Cesar ,7% ,5% 86 Atlántico ,5% ,0% 188 Magdalena ,2% ,9% 383 La Guajira ,8% nd ,3% 172 Depresión Momposina ,0% ,8% 0 La Mojana ,0% ,1% 0 Canal del Dique ,0% ,8% 1 Costa Caribe y Zona Bananera Nota: nd = No disponible. Fuente: igac (2011) y cepal (2012) nd ,1% 13 Sobresale el elevado porcentaje de personas bajo condiciones de Necesidades Básicas Insatisfechas (nbi) en los municipios afectados. Mientras el promedio nacional es de 28% de la población con una necesidad básica no cubierta, y 11% con dos o más necesidades no cubiertas, en las regiones más impactadas los porcentajes son: depresión momposina, 66,1%, La Mojana, 68,7%, en la región del Canal del Dique, 56,1%, y en la Zona Bananera, 46,7%. En tal sentido, se destaca la importancia de una mayor atención en algunas regiones por sus condiciones de pobreza y afectación. La razón entre la cobertura de la Red Unidos y la proporción de familias afectadas por municipio da una idea de la capacidad de apoyo social y protección que el estado puede brindar en 215

218 NETTY HUERTAS CARDOZO, FRANCISCO PANESSO y LUIS ENRIQUE GARCÉS cada zona; las situaciones más críticas se presentan nuevamente en el Caribe, donde el potencial de cobertura es tan solo de la mitad (entre 40% y 60%) (cepal, 2012). A escala nacional la concentración de la destrucción tuvo distinta distribución sectorial por departamentos. Por ejemplo, en términos de hábitat, Atlántico, Bolívar, Cauca, Córdoba, La Guajira y Magdalena sumaron el 52% del total de daños en ese sector. En infraestructura, 55% de la afectación ocurrió en Antioquia, Atlántico, Bolívar, Magdalena y Sucre. Por último, en el sector productivo, 71% de la destrucción de acervo estuvo localizada en Bolívar, Córdoba, Magdalena, Santander y Sucre. A su vez, se evidencian perfiles distintos de la afectación por territorio departamental. Cesar y la Guajira fueron los menos afectados en infraestructura, pero, en términos generales, en la Costa Caribe el perfil de daños comprende zonas de producción agropecuaria con poca infraestructura básica y social. Por último, expresado como una proporción del pib anual departamental en 2010, la afectación mayor se presentó, en su orden, en Sucre, Magdalena, La Guajira y Bolívar. Hábitat CUADRO 2 Resumen de daños por departamento (millones de pesos) Departamento Infraestructura Servicios sociales y administración pública Total Productivos Participación (%)* Porcentaje del pib departamental Sucre ,4% 15,2% Bolívar ,5% 5,4% Cesar ,4% 3,7% Atlántico ,1% 4,0% Magdalena ,0% 10,6% La Guajira ,2% 7,4% Nota: * Participación estimada con respecto al total de daños a nivel nacional. Fuente: cepal (2012). 216

219 ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MUNICIPIO DE MARGARITA, BOLÍVAR Aún más inquietantes son las proyecciones de la pcn ante los efectos del cambio climático, pues la Costa Caribe puede verse afectada por el incremento del nivel del mar, las modificaciones de la temperatura media y la precipitación. En cuanto al incremento del nivel del mar, se estableció que hacia podría aumentar alrededor de 40 centímetros en la Costa Caribe. En relación con la temperatura ambiente, se estima que, para el mismo período, podría darse un aumento de 1 a 2 grados centígrados. Por el lado de la precipitación, se prevén cambios variados para diferentes regiones, que tendrán incidencia directamente en la región debido al curso de las aguas de los ríos Magdalena y Cauca. Estos efectos ambientales tendrán grandes consecuencias sociales y económicas, afectando más a los más vulnerables, en especial la población rural. Para las áreas costeras e insulares, el incremento del nivel medio del mar en un metro ori ginaría inundación permanente de km² de costas bajas. En particular, en la Costa Caribe el 9% de las viviendas urbanas presenta alta probabilidad de inundación, mientras que el porcentaje aumenta al 46% en el sector rural. En el sector agropecuario, de las hectáreas de cultivos y pastos reportadas, 4,9% están expuestas a diferentes grados de amenaza por inundación. En el sector industrial, se encontró que el 75,3% del área ocupada por los establecimientos manufactureros en Barranquilla y 99,7% en Cartagena son de alta vulnerabilidad; lo mismo sucede con el 44,8% de la malla vial terrestre (Gónzalez, Peña y Serna, 2009). C. La depresión momposina La depresión momposina es una cuenca hidrográfica de km², localizada al norte de Colombia, en la parte más baja de los departamentos de Bolívar, Magdalena, Sucre, Córdoba y Cesar, y formada por los desbordamientos de los ríos Magdalena, Cauca, San Jorge y Cesar. Está comprendida por la Isla Margarita, formada por los Brazos de Loba y Mompox del río Magdalena, y las poblaciones de Achí, Ayapel, Barranco de Loba, Caimito, Chimichagua, El Banco, Guamal, Magangué, Majagual, Margarita, Mompox, Pinillos, San Benito de Abad, Santa Ana y Tamalameque, entre otras. La cuenca se divide en dos paisajes naturales bien diferenciados: el primero, la llanura aluvial (que corresponde al 65% de la región), conformada por playones, ciénagas y caños; el segundo, por las tierras altas conformadas por terrazas tercia rias de 217

220 NETTY HUERTAS CARDOZO, FRANCISCO PANESSO y LUIS ENRIQUE GARCÉS MAPA 1 Municipios de la depresión momposina Fuente: Castillo (2013). espesor, altura y drenaje variables y por colinas y estribaciones de las serranías de San Lucas, Perijá, Ayapel y Montes de María, en los extremos de la depresión. Este territorio se caracteriza por ser una zona de humedales productivos, atravesado por el río Magdalena, donde desaguan los ríos Cauca, Cesar y San Jorge, que aportan a sus cauces el 23,26% del agua del país. Por sus características y ubicación geográfica, ésta región tiene una función natural de regular los cauces, amortiguar las inundaciones y facilitar la decantación y depósito de sedimentos (Ramírez y Cárdenas, 2010). La dinámica de sus aguas y la biodiversidad de las especies de fauna y flora que allí encuentran su hábitat, proveen seguridad alimenticia y generan ingresos a sus pobladores (Aguilera, 2004). Un informe elaborado por el Banco de la República en 2005 destaca que más del 70% de las familias que habitan la región son pobres y su ingreso promedio anual es inferior a $1,4 millones de pesos (aproximadamente us$576) (Ramírez y Cárdenas, 2010). 218

221 ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MUNICIPIO DE MARGARITA, BOLÍVAR Gran parte de las actividades productivas que se realizan en la región causan fuertes impactos ambientales. Es así como el uso de métodos de explotación inadecuados causan agotamiento y degradación de los humedales, y la deforestación está agotando los recursos naturales y causando el empobrecimiento generalizado de la población (Aguilera, 2004). Esta alteración refleja con claridad la disminución en la capacidad de retención de agua del humedal, que es una de las causas de las inundaciones y que afectan todas las actividades humanas cada vez con mayor intensidad y duración. IV. METODOLOGÍA Para el desarrollo de este proyecto se usó como herramienta principal la evaluación participativa propuesta por Moser y Stein, una técnica ya aplicada en planificación rural desde la década de los noventa (Chambers, 1994). La metodología se basa en escuchar las voces de la comunidad, identificando mediante un muestreo intencional diversos grupos focales que representen la diversidad sociocultural de la población estudiada (Moser y Stein, 2010). Una ventaja de este método es que permite un enfoque de las distintas adaptaciones y soluciones que a corto y largo plazo la comunidad brinda a los problemas relacionados con el cambio de clima (Moser, Acosta, y Stein, 2011). El procedimiento está dividido en tres etapas. La primera consiste en la Evaluación Participativa de los Activos (epa). Luego se hace una Evaluación Rápida Institucional (eri) de organizaciones involucradas en políticas y proyectos para enfrentar los impactos del cambio climático. Por último, se lleva a cabo un Taller de Planificación de Activos (tpa), en el cual la comunidad y las instituciones analizan distintas alternativas de solución a los problemas resultantes que han sido priorizados. La epa se hace mediante un trabajo de campo, durante el cual se emplea una serie de herramientas que pueden ser aplicadas a grupos focales formales. La idea es diversificar la población estudiada obteniendo resultados menos sesgados y cuan tificables, recopilando información que permite conocer la zona objeto de estudio. En la segunda etapa, eri, se identifican las distintas instancias administrativas de orden nacional, regional o local involucradas en temas de coyuntura ambiental, desarrollo social y proyectos de impacto ante los efectos del clima. El objetivo principal es contrastar los resultados obtenidos de la epa, es decir, la pers- 219

222 NETTY HUERTAS CARDOZO, FRANCISCO PANESSO y LUIS ENRIQUE GARCÉS pectiva que tiene la comunidad, con lo que se viene trabajando desde las instituciones públicas y privadas. Por último, los resultados obtenidos de la epa más la eri sirven de insumo para presentar a la comunidad y las instituciones un diagnóstico general de las estrategias de adaptación de los activos ante el cambio climático. En esta última etapa, tpa, se busca generar escenarios de diálogo y micro-planificación de proyectos que en el corto plazo contribuyan a la mitigación de los efectos del cambio de clima (prodel, 2007). V. CARACTERIZACIÓN DE LA POBLACIÓN DE MARGARITA A. Ubicación y características geográficas El municipio de Margarita está ubicado al este de la isla de Mompox, entre los brazos de Mompox y Loba del río Magdalena, en la región conocida como la depresión momposina. Los límites del municipio son: al norte y al este, con el bra zo de Mompox; al sur, con el municipio de Hatillo de Loba; y, al oeste, con el municipio de San Fernando (Mapa 2). Margarita está integrada por la cabecera municipal, doce corregimientos y va rios caseríos y veredas. Los corregimientos son Botón de Leyva, Sandoval, Mamoncito, Doña Juana, San José de Los Trapiches, Chilloa, Causado, Guataca Sur, La Montaña, Caño Mono, Corocito, y Cantera. Su extensión total asciende a 295 km 2. El territorio del municipio no supera 20 m.s.n.m. y tiene una temperatura promedio mayor de 24ºC, por lo que el clima es caluroso, tropical seco al norte y húmedo al sur, con precipitaciones entre y mm anuales. Estas precipitaciones se presentan en dos períodos comprendidos entre los meses de septiembre-noviembre y mayo-junio. La evapotranspiración potencial promedio anual es de más de mm y la humedad relativa varía entre el 75% y el 85% (Alcaldía de Margarita, 2008). Margarita tiene una topografía plana, con muchos humedales, entre los cuales se cuentan ríos (Magdalena), ciénagas (El Rodeo, Juan Torres, La Larga, La Pedregoza, La Secreta, entre otros) y caños (Guataca, El Corredor, Manglar, Sandoval, La Loma, El Botón de Chilloa, entre otros). En épocas de lluvia, estos cuerpos de agua ocasionan inundaciones temporales, en especial como producto del desbordamiento y sedimentación del río. Sin embargo, no en todo el territorio los des- 220

223 ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL MUNICIPIO DE MARGARITA, BOLÍVAR MAPA 2 Localización municipio de Margarita Fuente: Alcaldía de Margarita (2008). bordamientos son temporales, pues hay zonas que permanecen gran parte del año inundadas, como es el caso de la zona de los playones (Municipio de Margarita, 1999). B. Historia Margarita fue fundada hacia 1600 por Margarita Durán de Cogollo, una matrona momposina que donó parcelas en la zona a sus trabajadores, lo que dio origen a los primeros asentamientos. Margarita fue declarado municipio por la Ley 66 de 1882 (Alcaldía de Margarita, 2008). Las inundaciones en los años 1999, 2004 (cuando se derrumbó una muralla), 2010 (muchos quedaron en la pobreza absoluta) y 2011 (se acabó con el producto base de su economía: las naranjas), han generado traumas psicológicos, pobreza, destrucción de vivienda, decadencia de la economía local, desplazamiento a albergues y a la zona alta de la carretera (único sitio que no se ha inundado). Se podría 221

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Economía & Región. Revista de la Facultad de Economía y Negocios Universidad Tecnológica de Bolívar. Vol. 8 No. 1 junio de 2014 ISSN - PDF Descargar libre (2024)

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